Ciudadanos, en vías de extinción
Las primarias en Ciudadanos ya han comenzado. Una pregunta se repite en los círculos populares: ¿Podrán sobrevivir?
Hace ya tiempo que Ciudadanos solo suele ser noticia en negativo. Batacazos electorales, rencillas internas, fuga de cargos… El partido, que a punto estuvo de desbancar al PP de la segunda posición en los comicios de abril de 2019, inicia ahora un proceso desesperado por sobrevivir. Los próximos 11 y 12 de enero celebra su congreso, cuyo proceso de primarias ya está en marcha. Según todas las encuestas, su desaparición parece irreversible en los comicios que están por llegar este año.
Ciudadanos sigue presentando iniciativas, planteando debates interesantes en las Cortes Generales, dando la batalla en cuestiones sociales en las que el PP siempre se ha mostrado más incómodo. Pero a la calle ya no llegan. La mayoría de españoles ha dado por extinguido el partido, como si su tiempo ya hubiera pasado. Se habla de él en pasado aunque Inés Arrimadas y Edmundo Bal, en una dura pugna por controlar la estructura que queda, aseguren que aún hay margen para el resurgir liberal.
Las pruebas indican lo contrario. En los comicios de la Comunidad de Madrid se presentó precisamente Bal como cabeza de lista, tras apartar a Ignacio Aguado, que fue vicepresidente de la región. Ni un solo escaño. En Castilla y León también formaron parte del Gobierno, impulsaron medidas, incluyeron a sus cargos en la administración, y solo lograron mantener un procurador en las Cortes.
Los comicios andaluces fueron todavía más demoledores, pese a que también estaban en el Ejecutivo. En esta comunidad, además, la implantación de Ciudadanos llegó a ser enorme, con destacados resultados en las generales, autonómicas y locales. Fueron barridos del mapa. Juanma Moreno logró una histórica mayoría absoluta y acabó fichando a algunos de los miembros de su Ejecutivo que estaban en Ciudadanos, como Juan Marín.
La marcha de cargos al PP ha sido una constante. Todo se aceleró tras el revolcón en la Región de Murcia, cuando Arrimadas trató sin éxito de hacer una moción de censura a López Miras. La desbandada era prácticamente a diario, de todas sus estructuras. El alcalde de Badajoz, que concurrió a las últimas elecciones por Ciudadanos, en las próximas las hará por el PP. Y no hay comparecencia de prensa o entrevista en la que a Begoña Villacís, la número dos del consistorio de Madrid, no le pregunten si acabará también dando el salto.
Quien en su día fuera un representante del partido naranja resume así la situación: “Lo de Murcia fue la puntilla, pero todo comenzó antes, con la decisión de Albert de no entrar en el Gobierno de Sánchez dejamos de ser útiles. Todo se desvaneció de repente, en la repetición electoral nos la metimos y con Casado ya estábamos completamente muertos. De puertas para adentro éramos un partido clásico, con guerras por todas partes. Y así siguen, no hay solución. Lo mejor es que pase cuanto antes y cada uno pueda hacer su vida”.
¿Hay margen para el resurgir? “Públicamente, los candidatos tendrán que decir que sí, pero es como cuando nos presentamos a las elecciones andaluzas, íbamos a los mítines, sonreíamos y después nos íbamos a casa sabiendo que no íbamos a sacar nada. Lo más que podemos sacar en las elecciones generales es un escaño o dos, y no lo creo. Ciudadanos se ha quedado sin espacio”, remata este ex de Ciudadanos.
Los grandes partidos, PSOE y PP, también dan por descontado su final. De hecho, trabajan para arañar sus votos, aunque la mayoría han sido absorbidos primero por Casado y ahora por Feijóo. El líder gallego se reunió recientemente con Arrimadas aunque se evitó cualquier tipo de foto o información oficial. Ella también pudo integrarse en Génova pero lo descartó. “Ciudadanos está muerto”, dicen fuentes de la dirección nacional. En Moncloa creen que gracias a sus medidas económicas y agenda social podrán atraer al votante más transversal. Ni unos ni otros prestan demasiada atención al proceso de primarias y su posterior congreso.