Estas son las cinco mejores mascarillas frente al coronavirus
Un reciente estudio analiza 14 productos utilizados para frenar el avance de la covid-19 y establece que algunos sistemas pueden ser contraproducentes.
Utilizar mascarilla en espacios públicos para frenar el avance del coronavirus es ya una obligación en toda España. Los expertos sanitarios recomiendan el uso de las quirúrgicas o higiénicas, pero todas las opciones son válidas a la hora de salir a la calle. Lo que ocurre es que unas son mucho más eficaces que otras.
Investigadores de la Universidad Duke (EEUU) lo han comprobado en un estudio, publicado por la revista Advance Science, en el que analizan catorce sistemas de protección distintos, todos fácilmente disponibles en tiendas.
Se confirma que las mascarillas FPP2 sin válvula son la mejor barrera para impedir que las partículas respiratorias escapen de una persona infectada y lleguen a otra, y que las quirúrgicas son las segundas en el ranking de eficacia.
“El simple hecho de hablar permite la salida de estas partículas que pueden transportar virus”, incluso el que causa la covid-19, según ha explicado el doctor Eric Westman, profesor adjunto de Medicina en la Facultad de Medicina de Duke University y coautor del estudio.
A fin de evitar la salida de partículas, Westman recomienda no usar mascarillas N95 o FPP2 con válvula ya que pueden ser contraproducentes, como advirtió Fernando Simón en el mes de junio. Estas mascarillas permiten la salida del aire exhalado por lo que no pueden actuar como barrera para proteger a los demás. No son en cualquier caso el peor sistema de las 14 analizados, ese puesto es para las bragas de cuello tipo polaina.
- Mascarilla N95 sin válvula
- Mascarilla quirúrgica de tres capas
- Mascarilla de varias capas de algodón y polipropileno
- Mascarilla de dos capas de polipropileno
- Mascarilla de algodón plisado con dos capas
- Braga de cuello tipo polaina
- Pañuelo de doble capa
- Mascarilla de de punto
El uso de bragas para el cuello puede incluso ser peligroso. Según los investigadores, el material utilizado desintegra las gotas respiratorias más grandes en partículas más pequeñas, por lo que se acaban dispersando más partículas hacia el aire y no menos.
“Teniendo en cuenta que las partículas más pequeñas permanecen en el aire durante más tiempo que las gotas grandes (las gotas más grandes caen más rápido), el uso de una mascarilla de ese tipo podría ser contraproducente”, aseguran desde el estudio.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores diseñaron un sistema propio con una caja, un láser, un lente y una cámara de móvil. Aunque uno mismo puede analizar su mascarilla siguiendo una fórmula casera. Basta estirarla bien y sostenerla mirando al cielo. “Si puedes ver la luz del día a través de la mascarilla, no es tan eficaz. O si al sostenerla y soplar muy fuerte [el aire] simplemente pasa a través del material, no está bloqueando”, explica Westman.