Cinco datos que demuestran que el feminismo sigue siendo necesario
La violencia de género, la brecha salarial o el techo de cristal son problemas pendientes de la sociedad española.
Miles de mujeres salen a la calle en todo el mundo cada 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer para pedir igualdad. En España, el feminismo ha entrado de lleno en el debate público en los últimos años, caldeado por las movilizaciones contra la ley del aborto de Gallardón, las protestas contra la violencia machista, las reacciones a la sentencia de La Manada y las masivas huelgas de 2018 y 2019.
Gracias al empuje de las mujeres, España se ha convertido en el tercer país más feminista del mundo, según un estudio de Ipsos. Expresiones como brecha salarial o techo de cristal se han popularizado, cuando antes solo se usaban en algunos círculos. Sin embargo, los datos demuestran que la igualdad entre hombres y mujeres todavía no ha llegado a la sociedad española y que el feminismo sigue siendo necesario en 2020.
En El HuffPost hemos recopilado cinco datos que demuestran que todavía queda mucho por hacer:
Uno de los problemas a los que se enfrenta la sociedad española son las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas. España acumula 1.047 víctimas mortales por violencia de género desde el 1 de enero de 2003, cuando el Instituto de la Mujer comenzó este dramático recuento, hasta el 2 de marzo de este año, según los datos del Ministerio de Igualdad.
La ley contra la violencia de género de 2004 permitió una reducción del número de asesinadas: de las 70 víctimas anuales en los primeros años a las 50 en estos últimos. Pero la cifra sigue siendo alta: 55 mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en 2019 y este año ya se han contabilizado 14 víctimas en apenas dos meses.
Si no puedes ver bien el gráfico, sigue este enlace.
Pese a que Vox se empeñe en decir que la brecha salarial de género es un invento, lo cierto es que no solo existe, sino que se ha agrandado en los últimos años. Las mujeres cobraron 4.745 euros menos de media en 2016 que los hombres, según un estudio de los Técnicos de Hacienda (Gestha) elaborado con datos de la Agencia Tributaria.
Esto significa que ellas ganaron un 30% menos que ellos. La razón principal que se esconde detrás de este desfase es que las mujeres soportan gran parte de la precariedad y de los abundantes contratos temporales que caracterizan al mercado laboral español y, además, ocupan menos puestos de responsabilidad, que tienen habitualmente mayores retribuciones.
La agencia europea de estadística Eurostat cifra la diferencia de ingresos brutos por hora entre hombres y mujeres en el 13,9%, según datos de 2018, y sitúa a España en una posición intermedia entre sus socios europeos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la agencia europea solo incluye a los empleados de empresas de 10 o más trabajadores. Es decir, no tiene en cuenta a los más de tres millones de personas que trabajan en microempresas en España, donde esa brecha salarial es muy notable.
Esa gran brecha en los salarios se evidencia aún más a la hora de dejar de trabajar. Una mujer cobra 803,29 euros de media como pensión, mientras que un hombre se lleva 1.225,64 euros. Existe, por tanto, una diferencia de 422,35 euros.
Se podría decir que este salto se debe a que hay dos millones de mujeres que cobran una pensión de viudedad, que es inferior. Sin embargo si solo se miran las prestaciones por jubilación, esa brecha persiste. Las mujeres cobran una pensión de jubilación media de 877,39 euros, mientras que ellos obtienen una media de 1.332,62 euros. Es decir, 455,23 euros menos.
Estas menores pensiones de las jubiladas tienen una consecuencia directa: afectan a su capacidad de consumo y, por tanto, a la economía. El impacto sobre el conjunto de la economía fue de 26.900 millones de euros, lo que representa el 2,2% del producto interior bruto (PIB) de España, según un informe de esta brecha de género elaborado por ClosinGap —plataforma formada por empresas como Mapfre, Bankia, Vodafone y Repsol—.
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A pesar de los avances en igualdad, la presencia de mujeres en los puestos directivos todavía está muy lejos de la paridad. Las mujeres solo ocupan 299 puestos de los 1.295 existentes en los consejos de administración de las empresas cotizadas españolas, según un informe de la consultora Atrevia y el IESE Business School, la escuela de negocios vinculada a la Universidad de Navarra.
Ellas representan el 23,1% del máximo órgano de dirección de estas 128 compañías. Esta cifra se sitúa muy lejos del 30% que recomienda la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para finales de 2020.
La situación es algo mejor en las empresas del Ibex 35, el principal índice de referencia de la Bolsa española. Los consejos de administración de compañías como Repsol, Santander o Telefónica cuentan con 331 consejeros (hombres) y 124 consejeras (mujeres). Las mujeres representan el 27,25% del total, una mejora de 3,5 puntos respecto al año pasado.
Solo hay tres empresas del Ibex 35 que alcanzan el 40% de presencia femenina en sus consejos: Iberdrola, Red Eléctrica y Santander. En el lado contrario se sitúa Naturgy —antigua Gas Natural— que solo tiene el 8%.
Los hombres dedican 39,7 horas a la semana al empleo remunerado, frente a las 33,9 horas de las mujeres, según los datos del INE. Esto se debe a que ellas tienen muchas más jornadas parciales en sus puestos de trabajo, como se ha comentado antes.
La gran diferencia entre ambos sexos se produce en el trabajo no remunerado. Ellas dedican 26,5 horas a la semana a las tareas del hogar y del cuidado de familiares, frente a las 14 horas que usan los hombres.
Si se mira al conjunto de los españoles, las mujeres dedican 87 millones de horas al día a estas tareas y los hombres solo 37,5 millones de horas. ClosinGap ha calculado que el valor de esta brecha de género es superior a los 100.000 millones de euros (el 8,9% del PIB).