Los huevos son un alimento básico. No solo son estupendos en su faceta nutritiva, sino que también son enormemente versátiles: pueden cocinarse de mil formas y valen para cualquier comida del día.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) recomienda los huevos como parte de una dieta sana y equilibrada y asegura que "no hay un límite máximo recomendado de cuántos huevos se pueden comer". Aunque estudios previos han alarmado por el contenido de colesterol de los huevos, las personas que quieran reducir su colesterol deberían centrarse en reducir el consumo de grasas saturadas, no el de huevos. "Solo debes disminuir tu consumo de huevos si así te lo recomienda el médico o el nutricionista", explica el NHS.
A continuación puedes leer cinco razones para incorporar huevos a tu dieta diaria.
1. Pueden mejorar la salud del corazón.
Un nuevo estudio publicado en la revista Heartsugiere que las personas que consumen un huevo cada día pueden reducir significativamente el riesgo de sufrir ataques cardíacos y cardiopatías en comparación con las personas que no lo hacen.
La vitamina D es fundamental para controlar la cantidad de calcio y fosfato del organismo, lo cual mantiene sanos los huesos, los dientes y los músculos. En invierno, cuando cuesta más obtener esta vitamina por la falta de sol, los huevos son buenos aliados: tanto la clara como la yema, pero especialmente esta última, suponen una buena dosis natural de vitamina D. Además, los huevos contienen vitamina B12, A, E, K y B6, calcio y zinc.
4. Son muy beneficiosos para el hígado y el cerebro.
Según Holland and Barrett, una yema contiene alrededor de 115 miligramos de colina, un nutriente fundamental para el correcto funcionamiento del hígado y para la función cognitiva. En otras palabras: los huevos son estupendos para mantener la memoria y la concentración a punto.
5. Se pueden cocinar de muchas maneras.
Los huevos son muy versátiles. No solo acompañan cualquier comida, sino que también se pueden cocinar de mil formas distintas: escalfados, cocidos, revueltos, fritos, en tortilla... Prácticamente una forma distinta para cada día de la semana. El NHS señala que la forma más sana de prepararlos es cocerlos o escalfarlos sin echarles sal.
Este artículo fue publicado en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.