Chocolate con churros, risas entre políticos y 'chill out': así arranca la COP25
Tomamos la temperatura a la Cumbre del Clima en Madrid.
Este lunes, el recinto ferial Ifema, en Madrid, parece el centro del mundo. Mandatarios, observadores de la ONU, miembros de la sociedad civil y periodistas de varios países, entre otros, han acudido a la capital española para inaugurar la Cumbre del Clima. Una de las últimas oportunidades para frenar el impacto de la crisis climática.
El evento ha acogido a miles de personas desde primera hora de la mañana, dando la bienvenida a los asistentes con chocolate con churros, botellas de agua de vidrio y tarjetas de transporte público gratuito para los próximos 15 días. A las 11:00 de la mañana, las delegaciones internacionales y el Gobierno han dado el pistoletazo de salida a 11 días de negociaciones y actividades centradas en un bien común: el futuro del planeta.
Dos zonas: la institucional y la de la sociedad civil
En total, 113.000 metros cuadrados que componen los pabellones, salas y centros de convención estarán divididos en la Zona Azul, destinada a actividades más institucionales, y la Zona Verde, donde tendrán lugar los actos organizados por la sociedad civil. El inglés es el idioma oficial de los participantes en la cumbre, que pasean por los stands de los diferentes países, donde se puede encontrar desde una zona chill out hasta espacios de debate, puestos con información de los estados asistentes y cafetería.
Minutos antes de la ceremonia inaugural se podía ver por los pasillos a políticos de distintos partidos como Pablo Iglesias hablando con periodistas internacionales o a Inés Arrimadas y Marcos de Quinto echándose unas risas.
En total, asistentes de 196 países han escuchado a Carolina Schmidt, ministra de Medio Ambiente de Chile y presidenta de la Cumbre, que ha introducido al resto de ponentes. Entre ellos, el presidente del IPCC, Hoesung Lee, el secretario general de la ONU Antonio Guterres y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. “El espíritu de colaboración que necesitamos está presente desde el minuto 0”, ha asegurado Schmidt.
Tras los agradecimientos del resto de participantes a España por la acogida de la Cumbre ante la crisis social en Chile, Sánchez ha querido recordar, en primer lugar, el papel de las mujeres en la ciencia, mencionando a Eunice Foote, la primera mujer que habló del efecto invernadero, “para rescatar su memoria de la injusticia del olvido”.
“Esta ciudad les recibe con la esperanza de que esta Cumbre suponga un antes y un después con Madrid como capital del diálogo”, ha aseverado Sánchez ante los miles de oyentes, recordando que no sólo se trata de un evento institucional, sino también de la sociedad civil y de distintos colectivos “como actores cruciales que son frente al gigantesco reto que tenemos por delante. Su derecho, en consecuencia, es hacer uso de la palabra; y nuestro deber es escuchar su mensaje”.
“El progreso, si no es sostenible, no merece ser llamado progreso”, ha agregado el presidente en funciones, “tenemos la certeza científica de que la mano del hombre está detrás del daño causado al frágil equilibrio que permite la vida en nuestro planeta. Pero hoy sabemos también que depende del hombre reparar el daño causado y frenar el que aún está por venir”. “O marcamos un punto de inflexión o dejaremos atrás el de no retorno”, ha sentenciado el presidente.
El planeta está en juego. La Unión Europea acaba de declarar la emergencia climática. Y mientras tanto, Madrid se convierte en la capital clave para que aquellos que tienen el mundo en sus manos actúen.