César Carballo: "Cuando la pandemia acabe terminarán mis intervenciones"
El popular doctor asegura que "estamos muy cerca de acabar con el coronavirus".
Se ha convertido en el médico de cabecera de millones de españoles que buscan resolver sus dudas sobre el coronavirus. César Carballo, adjunto del servicio de urgencias del madrileño Hospital Universitario Ramón y Cajal, lleva informando ininterrumpidamente en programas como Horizonte o laSexta Noche de la evolución de la pandemia desde marzo del 2020.
A su corta pero intensa trayectoria en la pequeña pantalla, este doctor madrileño añade una extensa y reputada carrera en el mundo de la sanidad. Influido por su figura materna, desde los ocho años quiso dedicarse a la medicina. Ahora a sus 49 años, puede decir que lo ha cumplido con creces: ha pasado por altos puestos en la gestión de hospitales como La Paz, el Infanta Sofía o el propio Ramón y Cajal.
Tras casi dos décadas de carrera como urgenciólogo, Carballo se ha lanzado a contar sus vivencias en su libro Desde la trinchera (Penguin Random House), donde narra cómo vivió, entre otras cosas, el atentado del 11M o los peores momento de la actual pandemia.
Confiesa al principio de su libro que no se siente buen médico y que antes adoraba y le encantaba su profesión, ¿a qué se refiere? ¿ha dejado de gustarle la medicina?
Yo antes adoraba mi profesión y ser urgenciólogo, el problema es que ahora tengo la sensación de volver al punto de partida que tenía con 25 años, pero teniendo 50. Volvemos a hacer lo mismo. En parte es porque llevamos 20 años desinvirtiendo en sanidad y esa es una sensación que tenemos muchos profesionales sanitarios, que están pensando en dejar la rama sanitaria para irse a otra cosa.
La gente está harta de estas condiciones laborales, yo después de 20 años sigo siendo interino sin plaza fija. Esta precariedad laboral y esta desinversión en sanidad, además de no tener la especialidad de urgencias propia, hace que te plantees las cosas. Nos está pasando a muchos y va a ser un problema en los próximos años en la sanidad.
¿Ronda por su cabeza dedicarse a otra cosa?
Sí, desde hace tiempo. Siempre me ha gustado mucho la programación. He estudiado para ser programador y me encanta. A veces piensas en que me encantaría dedicarme a esto. También la gestión dentro de la sanidad, ya lo fui en La Paz. Además, a mí cada cuatro o cinco años me gusta cambiar el rol y de ambiente.
Relata su primera guardia en urgencias donde a un paciente le tuvieron que dar whisky para bajar una intoxicación por alcohol metílico, ya que debían darle etanol y no tenían en el hospital. Por eso, tuvieron que recurrir al whisky. ¿Es habitual este tipo de improvisaciones?
Por suerte no. El problema es que ampollas de alcohol no teníamos en farmacia porque es algo muy raro. Las necesitábamos en ese momento y no podíamos esperar, así que tuvimos que improvisar y nos vino al principio esa idea porque los alcohólicos sin dinero usan el alcohol desinfectante. Después, para que no se bebiera eso el paciente, le dijimos a su mujer que comprara un par de botellas. Ese día me enamoré de las urgencias. Fue mi primer paciente, imagínate.
Habla de sus fantasmas y pone el caso de Juan, un paciente con el que se equivocó en el diagnóstico y falleció. Hoy en día que está tan presente la salud mental, ¿cómo se prepara psicológicamente una persona para afrontar este tipo de sucesos y para dar estas noticias? Denuncia que en la carrera esto no se imparte.
Es muy duro y complicado de decir que una persona ha fallecido por un fallo tuyo. Cuando pasa eso el que te quieres morir eres tú. La mayoría de los fallos son sin dolo, pero es muy duro. En ese caso era un paciente que le habíamos hecho una ecografía, todo perfecto, pero no miramos la aorta y el problema estaba ahí. Deberíamos tener todos los servicios sesiones clínicas para saber de lo que nos habíamos equivocado. Ese caso nos sirvió para darnos cuenta de que en las ecografías tenía que venir regladamente la revisión de la arteria aorta. Desgraciadamente, se aprende por errores y de esos hay que sacar enseñanzas y aprendizajes para el futuro.
Pero mucha gente incluso ha tenido que darse de baja porque no aguanta esos errores mentalmente. También se genera un miedo para la siguiente decisión médica, yo recuerdo mucho más los errores que los aciertos, los tengo muy presentes. Por eso, hay que aprender de ellos para no volverse a cometer.
Llega a decir que “es hora de hacer las cosas diferentes en Sanidad en España”. ¿Qué hay que hacer? ¿Falta más inversión?
Nosotros tenemos un sistema sanitario que era de los mejores del mundo, funcionaba muy bien, era público y universal, etc. Pero hay que invertir y llevamos años de desinversión y en los que lo consideramos un gasto y no una inversión. Si no lo haces te encuentras con lo que nos ha pasado esta pandemia. Si tienes el reactor al 120% de manera normal, cuando te pide un plus no lo aguanta y la primaria se deshace, las residencias no están medicalizadas, los abuelos se mueren solos y esto nos ha pasado porque llevamos muchos años de desinversión sin un Plan General de Sanidad.
El Ministerio de Sanidad es un solar, el patito feo que nadie quiere. Nadie entendería que yo como médico fuera ministro de Economía o de Justicia, pero sí se puede poner a un filósofo o a un administrador de fincas en el de Sanidad. No tiene sentido ninguno y lleva 20 años siendo moneda de cambio. Es una pena.
Hace poco salió un informe de los ingleses que se habían dado cuenta de lo que hacían y querían hacer un plan general a 10 años. Había que hacer un plan apolítico, donde diera igual el partido que entrara, tendría que ser un plan a nivel nacional hecho con gente de fuera de la política y que sea nacional y no haya 17 para desarrollarlo en la próxima década.
¿Es partidario de una sanidad que sea competencia estatal?
Sí, a mí me vienen informes en catalán y no sé. No tiene sentido que en el territorio nacional vengan informes en euskera. No los entiendo y depende la vida del paciente en algunos, hay que tener una historia común nacional. ¿Es tanto pedir esto? En Madrid tenemos cuatro diferentes y sin conexión entre ellas... Esto no puede ser.
Ayuso dijo en El Hormiguero que se trató a los fallecidos en las residencias con cariño y respeto. ¿Era partidario de la investigación de lo que pasó en las residencias?
Sí, soy partidario de airear y levantar todas las alfombras. Hay que saber lo qué ha pasado. En los servicios clínicos hay que hacer sesiones de los fallos. Y lo mismo en la pandemia. Hay que hacerlo sin buscar culpables, una comisión de investigación no busca culpables, busca fallos para aprender para la próxima. Si desconocemos un virus hay que ponerse en lo peor, cómo vas a pensar que no se transmite por el aire, ponte en lo peor. Eso es un error, pero no un error para buscar culpables, es un error para cuando vuelva a pasar se diga hay que hacer esto, esto y esto.
En las residencias se falló, los abuelos murieron solos. ¿Qué podemos hacer en la próxima pandemia para que no vuelva a pasar? Pues para eso está la comisión, para mejorar sin buscar culpables, pero en este país parece que si alguien se ha equivocado, ese alguien tiene que pagar.
¿Está preocupado por el aumento de casos?
La experiencia nos ha enseñado que cuando aumentan los casos aumentan las hospitalizaciones, en mayor o menor medida. Es verdad que con este crecimiento actual, al estar más vacunados, se verán menos hospitalizaciones, ¿pero nos contentamos con esto? Un 20% de los casos tienen covid persistente.
Yo haría ir a estrategias de control de casos, que nos van a servir para esta ola y siguientes pandemias. En residencias estamos viendo pacientes con tres dosis que se infectan y acaban en los hospitales. Si tenemos una estrategia de que, por ejemplo, nadie entre a una residencia sin un test, nos va a servir para cualquier ola, variante y pandemia.
¿Cómo cree que será esta Navidad? Describe en el libro cómo explotó la incidencia tras las del año pasado.
Va a haber más casos, eso es evidente. Nos metemos en interiores, hará más frío… La gente piensa que está más protegida al estar vacunadas y es verdad, pero ya no hay casi aforo ni control en los bares o restaurantes. Está claro que habrá aumento de casos, lo que no sabemos es cómo va a repercutir en el sistema sanitario y ahí es donde tendríamos que tener datos en tiempo real y claros de vacunados infectados, hospitalizados, etc. No los tenemos y es una pena.
¿Hasta cuándo van a durar las mascarillas?
Hasta febrero o marzo y sepamos cómo salimos del invierno. Pero yo la mantendría por siempre en los momentos de frío, nos ha enseñado que el año pasado no hubo gripe, que mata todos los años a 4.000-6.000 personas. Mientras haya virus circulantes respiratorios, es bueno tenerla. Yo creo que ha venido para quedarse como en Japón o Corea, de llevarla en sitios como el metro.
Ha defendido durante toda la pandemia la estrategia del cero covid, ¿de verdad cree que es viable hacer esa estrategia en un país como España?
Con 20.000 casos diarios no. Esa estrategia es ser muy agresivo con los positivos. Después de cada ola nos hemos encontrado con 100 de incidencia y en esta menos de 50, ahí es cuando hay que ser agresivo. En esta ola habría hecho test de antígenos gratis en las farmacias, que todos pasen por un test antes de ir a una cena, que se hagan varias pruebas en las clases a todos los alumnos y profesores el día del positivo y cuatro días después, pedir PCR en los aeropuertos para evitar brotes de turistas como el de Benidorm. Hay que protegerse como país y no lo hemos hecho.
¿Pero ahora no tiene la sensación de que la gente no se hace tantos test como hace unos meses, cuando se anunció que se empezaban a vender en farmacias?
Pero porque hemos abandonado esa estrategia y la única que tenemos es la de vacunar y la tercera dosis. Hay que decir que el catarro no existe hasta que se demuestre que no es covid, hay que hacer esas pruebas. El coronavirus sigue con nosotros. La idea es que se vayan a hacer los test en las farmacias y así se garantiza la trazabilidad, pero la estrategia es tercera vacuna. Apechuguemos con lo que haya, porque entre la vacuna y las restricciones hemos puesto pocas barreras, solamente casi la mascarilla.
Tampoco hemos analizado las aguas residuales para saber dónde está el virus. Hay que invertir en esos mecanismos de control que nos avisan antes de que esto explote, porque luego hay que rezar para que los 20.000 casos no pasen por el hospital.
Christian Drosten, el mejor virólogo alemán, dijo que España y Portugal podrían decir adiós para siempre a la pandemia en primavera. ¿Usted también es tan optimista?
Ojalá. Yo creo que estamos muy cerca de acabar con ella. Nos falta un pelín más de vacunación. Creo que las terceras dosis van a ser muy importantes y en primavera ya empieza a hacer buen tiempo y pasaremos más tiempo al aire libre.
Venceremos definitivamente al virus con la vacuna esterilizante. Espero que sea la de Enjuanes, a ver si puede salir a finales del año que viene. Si con ella se corta la transmisión, se acabó el virus. Una vez la tengamos, en tres o cuatro meses se acaba.
Recientemente viajó a La Palma para evaluar los gases del volcán, ¿qué conclusiones sacó?
Es una tragedia. Es casi el apocalipsis con la colada y las zonas de exclusión de la ceniza. Son pueblos sepultados por metros de ceniza y eso va a afectar a a la salud de las personas. Hay que invertir en salud pública y esto va a ser muy importante en el próximo año o año y medio, porque quedan toneladas de ceniza con contaminantes que influyen en la salud.
Su viaje fue muy cuestionado en redes. Le achacan continuamente que esté tanto tiempo en la tele, ¿cómo lleva las críticas en su día a día?
Me dan exactamente lo mismo y más de gente que me acusa de genocidio por promover una vacuna que confío plenamente y que ha salvado cientos de miles de vida. Tienes que asumir que te van a criticar por lo que sea. Yo a La Palma fui en calidad de SEMES a hacer un estudio muy concreto de tóxicos ambientales en primeros intervinientes.
La gente se olvida que la especialidad de urgencias es Urgencias, Emergencias y Catástrofes. Si tienes una catástrofe, pon un urgenciólogo porque somos los que estamos en todas en los últimos 40 años.
En La Roca reconoció que le preocupan las búsquedas por su mujer y su hija, ¿le han amenazado? ¿tiene miedo?
Sí, sí. He sacado un vídeo promoviendo un debate científico entre Corell y Bassat y me llaman de todo, que el karma va a caer sobre mí y mi familia, tic tac y cosas así. Amos García decía que a John Lennon le mató solo un loco, no miles y eso a veces es mejor no pensarlo porque lo piensas y dices, ‘que no haya un loco por ahí que diga que a este me lo cargo’. Otro amigo mío, Julio Mayol, decía que su abuela le comentaba que el que tiene la lengua muy larga tiene que tener la costilla muy dura.
¿Hasta cuándo quiere alargar su vida en televisión?
Yo no es que quiera. La actualidad te llama o no, no hay más. Yo he escrito un libro, antes estaba haciendo un ensayo clínico con un programa de diabetes, he estado en Gaza… La vida seguirá y cuando la pandemia acabe terminarán mis intervenciones y las de muchísima gente.
Yo creo que ha quedado un poso con programas como Horizonte o laSexta Noche que han destinado en prime time tiempo a la ciencia y a la gente se le ha quedado el poso que la ciencia es importante. Lo que invirtamos hoy lo recuperaremos en años, el problema es que a ver si lo ven los políticos. Tú tienes que regalar la planta hoy para que crezca en 3, 4 ó 5 años, aunque el beneficio lo van a ver otros. Entonces eso no lo ven, pero eso también es ser español. Yo soy muy español y ser español es eso, invertir en tu país y que mejore, pero a veces es complicado hacerlo ver.
En laSexta Noche dijo que la posición de Santiago Abascal sobre la vacunación “hace mucho daño”. ¿Se esperaba que un líder político en España no reconociera que se ha vacunado?
Yo no lo entiendo. Pensaba que en España éramos diferentes, en Estados Unidos los estados donde dominaba Trump se vacunan mucho menos que donde no. Pensaba que en este país se enterraría el hacha de guerra y se diría que hay que vacunarse, pero resulta que la vacunación sigue siendo carne de política y a mí esto me entristece mucho. Es un error lo cometa el que lo cometa.
¿Pero cree que no se ha vacunado?
Yo creo que se han vacunado, sí, como tienen que hacer. Es que no entiendo, como si el no vacunarse fuera una idea de derechas. No entiendo, es decir una decisión que yo he tomado, no una enfermedad infectocontagiosa. No hay que irse por la privacidad o te vacunas o no, no hay más. Es una decisión que puede tomar libremente. Si no te vacunas no pasa nada, me parece un error pero no pasa nada. Hay que animar a que la gente se vacuna porque los que no lo han hecho están en riesgo en esta sexta ola.
¿Qué le parecen estos tres personajes y qué opinión tiene de su gestión?
Pedro Sánchez.
Mala. La gestión sanitaria no ha sido buena. Nos hemos puesto medallas por la vacunación y no sé si se las tendría que haber puesto el Gobierno. Se tendría que haber hecho mejor, se debería haber escogido a gente que supiera de medicina para el Ministerio y no se ha hecho y yo creo que nunca se ha llevado con un consenso de expertos.
Isabel Díaz Ayuso.
En Madrid tampoco me ha parecido buena. Cometió los mismos errores que el Gobierno central al principio. Está para proteger a los ciudadanos y no lo hizo en esa primera ola. Se podría haber hecho más cosas y no se hicieron. Tampoco creo que fuera correcto crear el Zendal, se podría haber fortalecido la sanidad de otra manera. No tomar medidas restrictivas tampoco fue bueno, aunque a nivel político ha salido muy bien. No puede decir que la gente no se infecta en los bares o restaurantes, no lo puede decir un líder político porque no es verdad.
Se ha rodeado de gente que sabe mucho como Zapatero o Armengol. Las últimas decisiones me parecen correctas, igual que del Gobierno algunas a nivel de vacunación o mantener la mascarilla, que ha sido todo un acierto. No es todo blanco o negro, pero creo que es mejorable.
Fernando Simón.
Un desastre, un auténtico desastre. No ha dado una. Para salir a dar los datos sale mi hija. No se ha tomado una decisión correcta. Te puedes equivocar, pero no puedes decir que vas a tener dos o tres casos, que las mascarillas no hacen falta… Son decisiones que afectan a muchas vidas y como jefe responsable del CCAES no puede decir eso, tiene que ser más cauto en lo que dice. El principio de prudencia, que tiene que predominar en una catástrofe, no lo ha hecho y eso es clave. Es un error imperdonable. Te puedes equivocar, yo no digo que no lo hagas, pero no faltando a un principio que es básico como la prudencia.