Cenar en la misma mesa
Aunque en España lo más frecuente en grandes banquetes sea un comedor con mesas redondas, en los países anglosajones y nórdicos prefieren una única mesa a la que sentarse juntos. Compartir la mesa con el rey es un gran honor al que nadie quiere renunciar. Por eso se ven esas enormes mesas de curiosas formas -en"U", en "herradura", en "T" o en "peine"- en la que aprietan los comensales, codo con codo. No importa la estrechez si a uno le invitan a comer en la mesa del rey.
La mesa en el Ballroom del Palacio de Buckingham para la cena de gala que ofreció la Reina Isabel II a don Felipe y a doña Letizia se montó en forma de "U" invertida: tres tableros rectangulares unidos. Uno central y dos brazos o patas laterales.
La presidencia ocupa la parte central y en las patas laterales se sientan los invitados. Este detalle es fundamental para ordenar correctamente los puestos. Si se opta por una mesa de esta forma para presidir un comedor, no se sienta a nadie en el lado interno de los brazos. Pero, si la mesa es la única en el comedor, sí se ocupan estos lados interiores.
El procedimiento para numerar los puestos para luego asignarlos a los comensales empieza por la presidencia. Esta parte de la mesa admitirá un número determinado de puestos. Se calculan unos 70 cm. por cada comensal. El puesto del centro, es el lugar del anfitrión: el número 1. A partir de él, se van alternando los siguientes de ese frente, empezando por el de su derecha (puesto número 2) y después por el de la izquierda (puesto número 3). Ocupado todo el frente, se ocupan los dos puestos laterales. Primero el de la derecha. Luego el de la izquierda. Si el tablero es ancho, incluso podrían caber dos puestos por cada uno de los lados.
Luego se continúa por las patas laterales: pata derecha, puesto exterior; pata izquierda, puesto exterior; pata derecha, puesto interior y pata izquierda, puesto interior. Lo que suman cuatro puestos más: los cuatro más cercanos a la presidencia.
Siguiendo este esquema, se continua numerando los puestos por las patas laterales -cuatro cada vez- hasta que se acaba la mesa.
Hay otras maneras de numerar, ordenar o protocolizar estas mesas. Se utilice un sistema u otro, lo fundamental es que sea el mismo en toda la mesa. No se debe utilizar uno para ordenar los puestos de la cabecera y otro diferente para los de los brazos.
Una vez numerados todos los puestos, se asignan a los comensales, previamente ordenados por el criterio que se haya decidido: jerarquía, cargo, incluso, alfabéticamente.