Hospitales catalanes avisan de las UCI al límite y de un perfil más joven de ingresado
“Si empieza a subir a un ritmo mayor del que está subiendo actualmente, las UCI no aguantarán”.
Responsables de la atención a pacientes críticos y coordinadores de la gestión del Covid-19 del Hospital Vall d’Hebron, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y del Hospital del Mar de Barcelona han avisado este lunes de la situación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y del perfil más joven de los ingresados en declaraciones a Europa Press.
“Si empieza a subir a un ritmo mayor del que está subiendo actualmente, las UCI no aguantarán”, ha alertado sobre la situación de la pandemia en Catalunya el coordinador general Covid-19 del Hospital del Mar, Juan Pablo Horcajada, que ha aclarado que el aumento no es exponencial sino que se trata de un rellano con tendencia a subir, en sus palabras.
El jefe de UCI del Hospital Vall d’Hebron, Ricard Ferrer, ha detallado que, mientras que en las tres olas anteriores se incrementaron las urgencias primero, después las hospitalizaciones convencionales y finalmente los ingresos en camas de críticos, en este cuarto episodio la “alerta ha empezado por las UCI” antes que en urgencias y en plantas.
En este sentido, el coordinador Covid-19 del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Pere Domingo, ha argumentado que el recambio de una cama convencional es más rápido que en UCI porque, cuando ingresa un paciente crítico, la hospitalización es de semanas y “no es posible” hacer el recambio de la misma forma que con las hospitalizaciones convencionales.
Ferrer ha vinculado las altas cifras de ingresados en las UCI con los 400 hospitalizados que había de punto de partida de la cuarta ola y también a la variante británica que, al ser más transmisible, ha generado más ingresos convencionales y críticos y, por lo tanto, “con menos casos se han generado más ingresos en las UCI”.
Perfil más joven
Al ser preguntado por el perfil de los ingresados en camas de críticos, el jefe de UCI del Hospital Vall d’Hebron ha explicado que es más joven que en las otras tres olas, y lo ha relacionado a la llegada y consolidación de la variante británica como la dominante en España.
La estrategia de vacunación también ha influido en el cambio de perfil de los ingresados en las UCI: los hospitales catalanes han dejado de ingresar en camas de críticos a usuarios de residencias y a enfermos crónicos, un hecho que Horcajada ha valorado como una “fantástica noticia”.
“La vacunación se nota muchísimo”, ha reiterado el coordinador general Covid-19 del Hospital del Mar, que ha añadido que el abanico de pacientes es diferente a las olas anteriores, con gente más joven y algunos cuadros graves entre estos pacientes de menor edad, un hecho que también ha vinculado a la variante británica.
Asumir el impacto de la cuarta ola
Sobre si los centros hospitalarios podrán asumir el impacto de la cuarta ola de la pandemia, Domingo ha asegurado que lo harán con “muchas dificultades” y quizás tendrán que pagar un peaje y posponer aquellas patologías menos urgentes; aunque ha celebrado que Sant Pau todavía no ha tenido que aplicar ningún plan de contingencia en este cuarto episodio.
Asimismo, ha precisado que no los han aplicado porque desde el 1 de enero han podido trasladar hasta 300 pacientes a clínicas privadas que estaban en camas convencionales del centro hospitalario: “Son muchos pacientes. Esto nos ha dado un gran margen de maniobra”.
El Hospital Vall d’Hebron, en cambio, ya está aplicando planes de contingencia, según ha explicado Ferrer, y está desplegando más camas de críticos y también está adaptando la actividad ordinaria al incremento de pacientes con Covid-19 que el centro hospitalario está registrando desde Semana Santa.
Por su parte, Horcajada ha defendido que la inclinación de la curva epidemiológica determinará si los hospitales catalanes pueden o no asumir el impacto de la cuarta ola: “Si es muy vertical, sufriremos todos”.