Castells propone que cada universidad calcule su ocupación para el nuevo curso

Castells propone que cada universidad calcule su ocupación para el nuevo curso

El objetivo: ver si las clases pueden darse de forma presencial u "online".

Imagen de archivo de un estudiante en Ciudad Universitaria, MadridEFE

El Ministerio de Universidades ha publicado unas recomendaciones para el próximo curso en el que propone que cada universidad calcule los coeficientes de ocupación de cada una de las actividades docentes e investigadoras para ver si se pueden dar de forma presencial u “online”.

En su informe “Recomendaciones del Ministerio de Universidades a la comunidad universitaria para adaptar el curso universitario 2020-2021 a una presencialidad adaptada”, dado a conocer este jueves, sugiere unas pautas que “deben servir simplemente como orientación para la comunidad universitaria para el desarrollo de su actividad en el período de la llamada ‘nueva normalidad’ durante el cual la amenaza del COVID-19 sigue vigente”.

Para calcular los coeficientes de ocupación teóricos, el departamento del ministro Manuel Castells propone dividir el número de estudiantes matriculados en una actividad por la capacidad de la instalación teniendo en cuenta la separación de 1,5 metros entre los ocupantes. Y se debería sacar el coeficiente real, dividiendo el número de alumnos matriculados por la capacidad real de las instalaciones.

Si el cálculo del coeficiente de ocupación real es superior al coeficiente de ocupación teórico, “la actividad no podrá desarrollarse de forma presencial en su totalidad y las universidades deberían tomar las medidas pertinentes para que se pueda llevar a cabo de forma ‘online’”.

Si el cálculo del coeficiente de ocupación real es inferior al coeficiente de ocupación teórico, “la actividad podrá desarrollarse de forma presencial garantizándose todas las medidas de distanciamiento social e higiene que estén vigentes al inicio del curso 2020-21”.

Universidades reconoce “la escasez de recursos docentes a corto plazo”, por lo que no considera conveniente doblar las clases por grupos para mantener la presencialidad, porque ello implicaría “una sobrecarga insoportable para el cuerpo docente”.

Además, aconseja que todas las medidas de “presencialidad adaptada” se hagan públicas con anterioridad a la apertura del período de matriculación en cada universidad.

Por otro lado, cada universidad, en colaboración con su administración educativa, establecerá antes del comienzo del curso un plan de contingencia que permita, en caso de que la situación sanitaria así lo requiera, “un cambio masivo e inmediato a un sistema de docencia ‘online’”.

La nueva estructura

Dichos planes de contingencia deben incluir planes de formación para el profesorado en la enseñanza a distancia, adaptación de los sistemas de evaluación y establecimiento de horarios para tutorías, seminarios.

Castells es consciente de que todas estas medidas requieren asimismo de una “estrategia de digitalización reforzada del sistema universitario tanto para las posibles situaciones de emergencia como para una flexibilización de las modalidades de enseñanza”, con mejora del equipamiento informático y redes telemáticas de las universidades o una capacitación del profesorado en el uso de la comunicación digital.

Tenemos que evitar que nos sorprenda de nuevo cualquier circunstancia que interfiera en el normal desarrollo de la actividad universitaria

“Tenemos que evitar que nos sorprenda de nuevo cualquier circunstancia que interfiera en el normal desarrollo de la actividad universitaria”, se argumenta en el documento.

Desde Universidades se insta por otra parte a que se consulte con los docentes, investigadores, estudiantes y personal de administración y de servicios, así como con sus representantes, en el proceso de adaptación de la actividad universitaria en el periodo de “nueva normalidad”.

A todas estas consideraciones del Ministerio de Universidades, se añade el documento elaborado junto con el Ministerio de Sanidad con las medidas de prevención e higiene frente a la COVID-19 para centros universitarios en el curso 2020-21.

PRINCIPALES MEDIDAS:

- Mantener una distancia de al menos 1,5 metros entre las personas en todos los espacios del centro universitario.

- Asegurar el suministro de material de uso higiénico-preventivo mientras funcionen los centros, reponiéndolo cuando sea necesario.

- El centro contará con mascarillas quirúrgicas para utilizar en el caso de que alguien inicie síntomas.

- Disponer en los accesos al centro, aulas y aseos de dispensadores con preparados de base alcohólica para que puedan hacer higiene de manos, al menos al entrar y salir del centro y las aulas, y siempre que sea preciso.

- Fomentar el transporte activo como caminar o la bicicleta. Para ello sería de utilidad habilitar suficientes espacios de aparcamientos para bicicletas.

- Colocar alertas visuales en la entrada al centro para advertir a los asistentes que no accedan al mismo si tienen síntomas compatibles con COVID-19, están en aislamiento o en cuarentena.

- En la entrada, aulas y aseos, deben estar disponibles carteles informativos sobre la distancia interpersonal, higiene de manos e higiene respiratoria.

- Prevención personal: higiene de manos durante al menos 40 segundos con agua y jabón o con gel hidroalcohólico; cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo al toser y estornudar o emplear la parte interna del codo para no contaminar las manos. Evitar tocarse ojos, nariz y boca.

- Se recomienda el uso de mascarilla higiénica, a poder ser reutilizable, a todas las personas que accedan al centro y siempre que no se pueda asegurar una distancia de al menos 1,5 metros en todos los espacios. El uso de guantes no es recomendable de forma general, pero sí en las tareas de limpieza.

- No podrán acceder al centro personas con síntomas compatibles con COVID-19.

- Cada centro dispondrá de un protocolo de limpieza, desinfección y ventilación, un Plan de Contingencia y al menos una persona responsable referente para los aspectos relacionados con la COVID-19.

- Ajustes en la organización para evitar el riesgo de coincidencia masiva de personas en los distintos espacios.

- Fomentar la continuidad del teletrabajo para actividades que no requieran necesariamente de presencialidad del trabajador.

- Control y organización de accesos y circulación de personas en el centro. Los eventos en los que esté prevista la asistencia de público deberán asegurar la distancia interpersonal y el número de personas establecido en la normativa vigente.

- Disminuir la concurrencia de personas en todos los espacios. Se reestructurará la disposición de las aulas, laboratorios, espacios de paso, prácticas y tutoría, así como de los espacios comunes para garantizar la distancia.

- Cuando las evaluaciones deban realizarse de forma presencial se seguirán las mismas recomendaciones.

- Las reuniones del profesorado se realizarán preferentemente mediante métodos no presenciales.

- En las prácticas académicas externas se seguirán las medidas de prevención establecidas por las entidades colaboradoras, tales como empresas, instituciones y entidades públicas y privadas.

- Los intercambios internacionales se realizarán según las recomendaciones y legislación vigente.

- La celebración de congresos, encuentros, reuniones, conferencias y eventos se realizarán según la legislación vigente.

- Ofrecer apoyo psicosocial que tenga en cuenta también la prevención del estigma y la discriminación del estudiantado y de todo el personal del centro educativo que hayan podido estar expuestos al virus o puedan infectarse en un futuro, así como la promoción de estrategias de autocuidado.

- Cuando una persona presente síntomas se le acompañará a una sala separada de uso individual, elegida previamente. Se facilitará una mascarilla y se contactará de inmediato con el teléfono habilitado.