Castañas, el 'superalimento' que te pone guapa o guapo
Además de ser poderosos nutricionalmente, estos frutos secos son buenos aliados de belleza.
El olor a castañas forma parte de la ‘fotografía’ del invierno en las ciudades. Interrumpir el paseo para acercarse a un puesto, comprar un cucurucho con el que calentar las manos y caminar mientras degustamos este fruto seco es algo tan típico en nuestro país como tomar un helado en verano.
Una costumbre que no debemos dejar desaparecer porque varios son los beneficios que aporta este fruto seco a nuestro organismo.
Nutritivamente, a pesar de ser un fruto seco, las castañas se asemejan más a los cereales: son ricas en hidratos de carbono complejos —y son casi la mitad de su composición —, la fuente más importante de energía en nuestra dieta. Por otro lado, según la ficha técnica del Ministerio de Agricultura, estos “hidratos de carbono complejos son absorbidos por nuestro organismo lentamente, de manera que mantienen los niveles de azúcares equilibrados y, disminuyen la sensación de hambre durante más tiempo”.
Además, según los nutricionistas de www.nutritienda.com, empresa online de productos de salud y belleza, la cantidad de grasa también es bastante similar a la de los cereales y, por lo tanto, notablemente inferior a la de otros frutos secos, como las nueces o las almendras. Gracias a estas propiedades y a que su contenido en agua es cercano al 50%, la castaña es uno de los frutos secos de menor contenido calórico, y ello la convierte en un alimento ideal para apaciguar el hambre en los días fríos.
Además, un buen aliado de belleza
Pero para los expertos de esta web hay otro aspecto destacable de este alimento y son sus propiedades detox, nutritivas y regeneradoras de nuestra piel, por lo que recomiendan su uso en rituales de belleza.
En la cara, la vitamina C que contiene ayuda a combatir los radicales libres, a eliminar la apariencia cansada de la piel y a dar luminosidad. Su contenido en taninos también puede mejorar el acné. Basta con aplicar unas gotas de aceite de castaña, dejar actuar unos minutos y luego quitar con un algodón.
En el cuerpo, aplicadas como exfoliante, ayudan a reparar y regenerar. Tan solo es necesario mezclar harina de castaña con agua, miel y azúcar, y dar un pequeño masaje para dejar la piel suave, favorecer la circulación y eliminar células muertas.
En el pelo, desde nutritienda.com recomiendan hacer una mascarilla con dos o tres castañas cocidas mezcladas con yogurt y miel, para un efecto hidratante y nutritivo.
La mejor manera de disfrutar de ellas
Hay que elegir las más grandes, no deben tener manchas, su color tiene que ser brillante, la piel ha de estar tersa y no tener perforaciones, y al apretarlas hay que sentirlas duras, son los consejos de los especialistas a la hora de seleccionar las castañas para su consumo.
Desde el Ministerio aconsejan además almacenarlas durante siete o diez días para que disminuyan los taninos y el almidón se transforme en azúcares más asimilables. Porque no debemos olvidar que tienen muchos taninos y, si las comemos crudas, pueden producir molestias intestinales.
Si las vamos a asar —o van a formar parte de otra receta— hay que hacerles una incisión en la parte más blanca para que no salten o revienten.