Casado anuncia que el PP deja su sede de Génova 13 y que no dará más explicaciones sobre el "pasado"
El PP culpa de los "malos resultados" a Sánchez, la Fiscalía y el CIS "al servicio de un partido".
Ni autocrítica ni cambio de rumbo tras el batacazo electoral. El presidente del PP, Pablo Casado, ha anunciado que el PP dejará su sede de Génova 13 -centro del juicio por la caja B- y que no piensa dar más explicaciones sobre el “pasado” del partido.
Casado lo ha asegurado en su intervención ante el Comité Nacional del PP tras la debacle electoral del PP en Cataluña. El líder del Partido Popular ha culpado de los “malos resultados” a Pedro Sánchez, la Fiscalía y el CIS “al servicio de un partido”.
Durante su discurso ante la cúpula del partido, Casado ha eludido hacer autocrítica sobre el batacazo en el Parlament (‘sorpassados’ por Vox y con sólo tres escaños), además no ha efectuado ningún cambio en la dirección del PP como reclamaban en privado algunos dirigentes del partido.
“Ha sido una campaña muy compleja que por estas circunstancias ha penalizado a los partidos moderados, constitucionalistas y con un electorado más mayor”, se ha justificado un Casado que ha puesto una muralla en su gestión y que busca sólo enemigos externos y del pasado. Con puntos difíciles de sostener políticamente como decir que no se puede hablar del “pasado”.
Casado ha intentado tapar el ruido interno y el hundimiento catalán con cinco anuncios:
- Cambio de sede (“lo antes posible”, según fuentes del PP)
- Un nuevo departamento ‘compliance’
- Una convención nacional con un documento estratégico
- Un plan de recuperación territorial en Cataluña
- Mantener el rumbo marcado en su discurso de la moción de censura de Vox: el centro político
Todas las culpas para Sánchez y el pasado
“Los resultados electorales son malos para Cataluña y para toda España. La amarga victoria de Illa ha dado paso en pocas horas a la dulce alianza independentista, que por primera vez superan la mitad de los electores, y niegan ese tópico de que los separatistas crecen cuando gobierna el PP”, se ha defendido Casado para no echarse la culpa.
Para añadir en su argumento: “Al contrario, nunca habían estado más fuertes que ahora gracias al apaciguamiento de Sánchez porque los necesita para seguir en la Moncloa. Como hemos señalado desde hace meses, no se puede cabalgar ese tigre y pretender que se vuelva vegetariano”.
Casado en su huida hacia adelante ha dicho: “Lo que no sabíamos en esta campaña catalana es la tormenta perfecta que nos habían preparado nuestros adversarios. Nunca antes se había visto tal despliegue de ataques en plena campaña electoral y la tergiversación de nuestras declaraciones, ni la implicación de la Fiscalía General del Estado, el CIS y los medios públicos al servicio de un partido”.
Con esta idea lo ha reforzado: “Lamentablemente, la estrategia les ha resultado eficaz pues desde el mismo día en que se publicó el escrito de colaboración de Bárcenas con la Fiscalía, el PP cayó a plomo en las encuestas perdiendo la mitad de voto estimado desde hacía un año. Lograron que tuviéramos que estar 8 días hablando de un tema pasado que nada tiene que ver con esta dirección ni con nuestro candidato en vez de seguir planteando nuestras propuestas de futuro”.
Dice que estos ataques ya los sufrieron durante las campañas electorales anteriores y ha mirado hacia el futuro hablando supuestamente de que está igualado con Sánchez; “Pero nosotros también tenemos nuestro propio manual de resistencia. Nos han dado por amortizados muchas veces, pero aquí seguimos, ya casi en empate técnico con el PSOE que más ha instrumentalizado el poder del Estado contra la oposición democrática”.
Sólo ha mencionado en unas breves líneas a los de Santiago Abascal: “En estas elecciones Vox nos ha duplicado, igual que les duplicamos nosotros en las elecciones generales”.
“Vox ya había irrumpido con fuerza en todos los parlamentos autonómicos, con la excepción de Extremadura, Canarias, La Rioja, Castilla-La Mancha y Galicia. El catalán era el último parlamento para renovarse. Y con estas elecciones se cierra un largo ciclo electoral hasta dentro de dos años, en principio”. Y a otra cosa.
“No se pueden extrapolar los resultados de estas elecciones al ámbito nacional”, ha comentado ante la cúpula del partido en un día revuelto tras las durísimas acusaciones de Cayetana Álvarez de Toledo (a la que llamaba la Messi del PP) contra el propio líder.
Silencio sobre el pasado
Casado ha salido también con otra intención: “Me conocéis bien, siempre he defendido al PP en las peores circunstancias y en los peores momentos, dónde nadie quería ir y antes incluso de ser presidente nacional. Pero defender al partido no es justificar las conductas individuales que hayan podido cometer personas concretas al margen de los órganos de dirección y del interés de los afiliados”.
“Por eso desde hoy, esta dirección nacional no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada que corresponda a una acción personal que no haya sido en beneficio del partido o incluso haya podido perjudicarle. Sencillamente no nos lo podemos permitir con el calendario judicial que se avecina. El coste electoral ha sido y es tremendo, y el daño para la urgente alternativa que necesita España es inasumible”, ha soltado.
“Las hipotecas en política no son hereditarias”, ha zanjado.
Para tapara los malísimos resultados ha sacado una serie de iniciativas.: “Cambiaremos la sede nacional del Partido Popular de ubicación, pues considero que no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales”.
Se creará “un nuevo departamento de compliance que establecerá mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y un canal anónimo de denuncias con absolutas garantías, a semejanza de lo que sucede en las grandes empresas”.
Se celebrará. además, una convención nacional este otoño, en la que el PP empezará ya a trabajar “lanzando un documento político estratégico como convocatoria abierta a los españoles, incorporando a representantes de la sociedad civil, distintos sectores y captando talento dentro y fuera del PP”.
Ante las dudas sobre si hará un giro más duro, Casado ha mantenido: “También quiero reafirmar, una vez más, mi planteamiento en el Congreso Nacional de ampliar nuestra base electoral en el centro político”.
“Vamos a hacer crecer al Partido Popular dando la batalla a la fractura secesionista, a la disolución socialista y a la involución populista. Elegimos conscientemente el camino difícil, porque es el buen camino. En esa tarea no nos sobra nadie y a ella tenemos que saber convocar a una nueva mayoría social y electoral que pronto decidirá sumarse a nosotros. Estoy seguro de que juntos lo vamos a hacer posible”, ha concluido en su esperado discurso Casado.