Carrefour mete un significativo cambio en sus yogures: parece un detalle pequeño, pero es importante
Un detalle que dice más de lo que parece.
Alexandre de Palmas, director ejecutivo de Carrefour España, ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que la compañía va a introducir un significativo cambio en sus yogures de marca propia: cambiar la fecha de caducidad por la fecha de consumo preferente.
Carrefour sigue así la senda que inició hace unos meses Danone, que en mayo anunció que dejaría de estampar la fecha de caducidad en el 78% de sus productos a lo largo de este año.
El matiz parece banal pero no lo es tanto. Según la OCU, la fecha de consumo preferente se aplica a productos más duraderos y que son estables. Una vez pasada esta fecha pueden haber perdido parte de sus propiedades, como presentar un sabor algo rancio, tener menos aroma o que éste sea extraño, cambiar de textura, de color... pero no hay riesgo microbiológico.
En cambio, en el caso de la fecha de caducidad una vez pasa ese día el producto no debe consumirse, ya que hay riesgos de que se encuentre en mal estado, estropeado y puede incluso ser peligroso por la presencia de bacterias patógenas.
El cambio de fecha de caducidad a la de consumo preferente pone su grano de arena, por tanto, en la lucha contra el desperdicio alimenticio. Jesús García-Gil, catedrático de Microbiología de la Universitat de Girona (UdG), aseguraba en La Vanguardia que introducir ese cambio en un producto como los yogures es “una excelente idea, que demuestra una gran madurez empresarial y científica”, puesto que al final “nadie sabe mejor que los propios fabricantes cuál es la vida útil de los productos y hasta cuándo estos se conservan frescos de forma óptima”.
“Cuando se supera la fecha de consumo preferente en determinados productos, como los yogures, lo máximo que podemos percibir son alteraciones organolépticas que rara vez tienen la capacidad de provocar toxoinfecciones”, añadía el experto.
El director ejecutivo de Carrefour España ha asegurado que este cambio tiene como objetivo combatir el desperdicio alimentario. Según señala el portal especializado Foodretail, cada año se desperdician en Europa 88 millones de toneladas de comida y cerca del 10% de todo ese desperdicio está relacionado con el etiquetado de fecha de los alimentos.