Carmen Borrego abandona 'Sálvame' (Telecinco)

Carmen Borrego abandona Sálvame (Telecinco). Con este anuncio ha arrancado Carlota Corredera el programa de este miércoles. “Tiene pánico escénico a este plató”, ha dicho la presentadora, a la que han acompañado en este anuncio los tertulianos del programa.

La hija pequeña de María Teresa Campos no seguirá en el programa de Telecinco porque, según ha dicho Corredera, “no se ve con fuerzas para seguir como colaboradora”.

“Las críticas le han superado y siente que a sus compañeros le molesta su presencia”, ha dicho sobre la decisión de Borrego, quien en las últimas semanas había ocupado muchas horas de programa por su operación de papada. “Ha tomado una decisión, dejar Sálvame y retomar su vida anterior”.

Tras este primer comunicado, Corredera ha anunciado la entrada de Borrego en el programa: “Hoy es el día en el que va a volver a entrar en el plató que le genera miedo escénico, pero los colaboradores no van a coincidir con ella”.

Todos ellos han pasado al fotomatón, aunque antes le han dejado preguntas a su ya excompañera.

Recogemos las declaraciones que ha hecho en su encuentro con Carlota Corredera:

“No he dicho que vaya a dejar la televisión, pero sí que dejo Sálvame”.

“Es una decisión que no está tomada hace dos días, llevo mucho tiempo planteándome este tema. No sólo por una cuestión mía, que por supuesto,pero cuando tú ves que la gente de tu alrededor sufre, tienes que plantearte muchas cosas”.

“Mi marido me ha pedido en varias ocasiones que lo deje para ser feliz”.

“En este momento no me siento preparada para realizar el trabajo que tengo que hacer y creo que lo justo cuando eso pasa es marcharte”.

“La semana pasada hubo muchos días que dije ‘lo dejo’ y luego no lo dejé. Esa decisión de ‘no puedo con ello, prefiero dejarlo’ la tomé definitivamente el viernes”.

“Han pasado muchas cosas en la semana. Para mí el viernes, ya lo dije en el Deluxe, se sobrepasaron todos los límites. (...) Yo hablo de muchas cosas pero de mi vagina y de las relaciones sexuales con mi marido nunca he hablado”.

“Ahora resulta que soy como un monstruo. Me puedo equivocar y me he equivocado muchas veces, pero ante todo me considero buena compañera y me gustaría seguir siéndolo”.

“Nadie me ha obligado a tomar esta decisión. La he tomado libremente, irse de un trabajo no es fácil y las cosas no están para eso. Pero vuelvo a repetir, mi decisión es que no quiero venir a un trabajo y no hacer bien mi trabajo. Y ahora mismo estoy muy tocada”.

“No me siento bien. Anímicamente no me siento bien. Me noto mucho más triste. La gente que está pegada a mí me lo nota y me pregunta diariamente qué te pasa, por qué estás triste, por qué no te ríes... Cuando eso te pasa, creo que uno tiene que tomar una decisión. Lo de la otra semana puede ser la gota que colme el vaso, sí; pero no es el único motivo”.

“A mí me han llamado y me siguen llamando para hablar de muchos temas de los que no hablaré jamás (...) No hablo de mis compañeros, hablo de un sentimiento mío y respondo a una pregunta que se me hace”.

“He dicho que no dejo este programa por mis compañeros, lo dejo por una sensación que yo tengo y un sentimiento que yo tengo”.

“Mi decisión no sólo tiene que ver con la falta de empatía. Yo soy así, si hay algún compañero al que le pasa algo yo soy una persona que siempre suele estar. Sí me quedo me voy a arrepentir”.

“No sé si me arrepentiré (de la decisión) pero sí sé que me voy a arrepentir si me quedo”.

“Soy en una novata en esto. Desde el día anterior ya estoy pensando en que tengo que venir, a mí me provoca estrés. A mí venir a trabajar como directora no me provoca ningún estrés”.

“No me considero mala compañera, me considero una persona bastante humana y he dicho varias veces que no puedes caer bien a todo el mundo, que dirigir un equipo requiere autoridad. He tenido equipos con los que hemos sido una gran familia. ¿Que puedo haberme equivocado alguna vez? Seguro”.

“Eso pasa mucho en los equipos: que la persona que más se está matando por el programa es la que menos se queja y la que más se está quejando es la que menos hace”.

“He oído muchas veces en mi vida ’antes de conocerte pensaba que eras una borde”.

“Me voy porque no me siento bien. Porque cada día estoy más amargada. Si llega un momento en que tu trabajo te está pasando factura emocional, te vas”.

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