Carlos Alcaraz, un joven prodigio y un "chico normal"
El lado más personal del deportista del momento.
Tiene 19 años recién cumplidos y es, sin duda, el hombre del momento. Carlos Alcaraz se proclamó este domingo vencedor del Mutua Madrid Open tras ganar al alemá Zverev, lo que ha acrecentado los comentarios acerca de que es el sucesor de Rafa Nadal.
El propio manacorí afirmó hace unas semanas que el de El Palmar (Región de Murcia), “tiene todos los ingredientes para convertirse en un gran campeón”, entre los que citó “pasión y determinación”: “Parece lo suficientemente humilde como para trabajar duro y entender que, si quiere ser un campeón, debe seguir mejorando durante toda su carrera. Y pienso que es lo que está haciendo. No tengo muchas dudas de que será bueno. Ya lo es”. Tras su victoria de este domingo, Alcaraz es sexto en el ranking ATP.
A principios de año, ya The New York Times dedicó un amplio artículo al joven deportista, afirmando que “está a punto de causar un gran revuelo”. Lo definía además como uno de los grandes talentos del deporte de la próxima generación. “Es un verdadero prodigio”, aseguraba.
El rotativo contaba que el tenis lo lleva en la sangre, puesto que su abuelo ayudó a transformar un club de caza en El Palmar en un club con canchas de tenis y piscina. Por su parte, su padre aprendió a jugar inspirado en los logros de Manuel Santana, aunque por falta de recursos no pudo desarrollar su carrera tenística, pero a día de hoy es el director del club. Sus padres, Carlos Alcaraz y Virginia Garfia, tienen tres hijos más (Álvaro, Sergio y Jaime); Carlos fue el segundo en nacer.
Su mentor es Juan Carlos Ferrero. “Siempre me ha dicho que me enfoque en las tres C: cabeza, corazón y cojones”, confesó Alcaraz sobre su entrenador tras ganar el Masters 1.000 de Miami.
Entre las aficiones del joven se encuentran otros deportes como el golf y el fútbol —es madridista—. Por lo que ha trascendido, no tiene novia y está muy centrado en su carrera.
“Siempre he sido un chico normal de pueblo. No me asusta la fama. Voy a seguir siendo el mismo de siempre. No porque la gente me reconozca más voy a cambiar mi forma de ser. Me siento un jugador que puede ganar, la gente me anima, pero cuando vuelvo a casa soy el chico de siempre”, aseguró tras ganar el Godó.