Calvo vs. Montserrat: los delirantes 'cara a cara' de los miércoles
El duelo en el Congreso más comentado: "Me hace unas preguntas..."
Nueve de la mañana. Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Todos los diputados esperan los 'momentazos' de los líderes de los partidos contra el presidente, Pedro Sánchez. Pero los miércoles ya se están acostumbrando a que el duelo más comentado (a veces por delirante, otras por surrealista y por la tensión) sea el de la vicepresidenta, Carmen Calvo, contra la portavoz del PP, Dolors Montserrat.
En los últimos años las batallas entre 'número dos' fueron de alto voltaje y los rivales se esperaban ansiosamente cada semana. La exvicepresidenta saliente Soraya Sáenz de Santamaría decía que liberaba toda la tensión de La Moncloa en el Hemiciclo en sus enfrentamientos contra Soraya Rodríguez, Antonio Hernando o Adriana Lastra durante las anteriores legislaturas.
Ahora tras el turno del presidente Sánchez, le toca a la oposición disparar contra Carmen Calvo. Y el PP tiene como punta de lanza a Montserrat, que llegó a la Portavocía después del último congreso del partido y como imposición de María Dolores de Cospedal a Pablo Casado.
Montserrat, una política curtida durante años en las tertulias televisivas, ha sorprendido estas semanas a propios y extraños por sus intervenciones. Hace unas semanas hasta muchos de los suyos en el pasillo confesaban que no habían entendido su intervención ante la vicepresidenta, cuando llegó a decirle que el Gobierno tenía desconcertadas a las prostitutas. Y en apenas unos minutos mezcló Waterloo, las herriko tarbernas y la "lancha de Galapagar".
A Calvo, atónita, le salió: "Lo suyo ha sido una performance, ¿no?". "Atrevimiento artístico", también contestaba. El Partido Popular la ha respaldado en público, pero en privado a más de uno sigue sin convencer en su nuevo puesto.
"Usted necesita una pareja artística"
Y este miércoles hemos vuelto a vivir otro desconcertante 'cara a cara'. Un rifirrafe a trompicones, en el que las dos rivales políticas siguen sin encontrarse el punto, que oscila entre lo brusco y lo inconexo. La propia vicepresidenta le ha echado en cara el totum revolutum a Montserrat, cuya metafórica pregunta era si cree el Gobierno que la paciencia de los españoles es infinita.
Calvo ha mostrado su estupor otra vez: "Vengo aquí cada miércoles a cumplir con mis obligaciones en la sesión control con el máximo respeto institucional y político a su persona, pero es que usted me hace unas preguntas... Francamente, yo no lo se pero intuyo que los miércoles entre las nueve y cuarto y nueve y media, muchos están al límite cuando la escuchan a usted".
Montserrat le tenía guardado un golpe a Calvo: el "memorable" viernes en el que Calvo espetó que Sánchez no había dicho que no era rebelión el delito de los independentistas, sino que era una declaración en sus tiempos de secretario general. Y ha ido a hacerle daño con su jefe: "consiguió ridiculizar al presidente". La vicepresidenta escuchaba visiblemente enfadada: "Señora Montserrat, otro miércoles más". "Usted fue el desgobierno en persona", le ha afeado la socialista.
Calvo ha entrado de lleno otra vez contra Montserrat y su estilo: "Usted necesita una pareja artística, y no soy yo". Se ha sacado un as cultural de la manga y ha dicho que se le venía a la cabeza Cicerón en este momento: "Cada día se parece más a Catilina". En el Hemiciclo ha vuelto el espíritu de aquel senador corrupto que intentó un golpe contra el poder y que acabó muerto. Con la cabeza cortada.
Por cierto, que la anterior vicepresidenta Santamaría (será por conexión monclovita) también recurría a Cicerón y las Catilinarias para hablar de Puigdemont.
¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia? Pues estamos esperando ya al próximo miércoles...