Buffett y su predilección por empresas con ventajas competitivas
Estos negocios básicamente cuentan con más certeza sobre su futuro.
Cuando oímos por primera vez el término de “ventaja competitiva”, más o menos podemos hacernos una idea aproximada sobre lo que estamos hablando. Efectivamente, se trata de algún tipo de característica estructural con la que cuenta una compañía que les dificulta a sus competidores arañarle cuota de mercado. Precisamente esta característica empresarial es la que exige siempre Warren Buffett a sus inversiones. ¿Y por qué busca Warren Buffett, el mejor inversor del mundo, empresas con ventajas competitivas cuando invierte? Puede que acertemos a responder: porque son mejores. Pero es muy importante entender en profundidad la razón.
En las economías modernas, las empresas tratan de ofrecer los mejores productos y servicios al mejor precio posible. Los consumidores “votamos con los pies” y de forma inconsciente, elegimos y validamos unos modelos de negocio en detrimento de otros que nos gustan menos. Dentro de esa dinámica competitiva, hay un claro ganador y un claro perdedor. El ganador es el consumidor: cada año encuentra lo que quiere con una mejor relación calidad-precio. Piensen si no cómo se explica la sofisticación de los smartphones, que cada año son más potentes, cuentan con más prestaciones y funcionalidades y lo hacen a precios competitivos. El perdedor sin lugar a dudas son todas las empresas que se duermen en los laureles. Aquel que no innova, muere.
Dentro de ese contexto es muy interesante observar aquellas empresas que logran resistir a la fuerte competencia. Son una especie de Galia que resiste los ataques de sus rivales, sin importar la fortaleza de su ataque. Cuando una empresa tiene mucho éxito, empieza a disfrutar de unos beneficios muy elevados. Dichos beneficios atraen a la competencia como la miel atrae a las abejas. En poco tiempo mucho dinero entrará en ese modelo de negocio para tratar de trocear el pastel entre más empresas. Pero lo cierto es que hay unas pocas empresas que son capaces de resistir y si lo hacen es porque cuentan con algún tipo de ventaja competitiva.
Estos negocios básicamente cuentan con más certeza sobre su futuro. Los beneficios de Coca-Cola dentro de 10 años son mucho más ciertos que los beneficios de Snapchat dentro de 2 años. Las ventajas competitivas pueden venir de cuatro fuentes fundamentalmente:
- Activos intangibles: En esta categoría entran desde marcas, patentes o licencias. Esto le permite a las empresas cobrar más por sus productos. Apple cobra un 30% más por sus smartphones que Samsung gracias a su marca. Pfizer cobró durante décadas un precio muy elevado por la Viagra dado que era la única empresa que la ofrecía.
- Costes de sustitución: Si el coste de cambiar un producto o servicio por otro es mayor a la ventaja que obtendríamos con el cambio, nos encontramos ante un coste de sustitución. El ejemplo más cercano es cambiar de entidad bancaria: realizar el cambio es tedioso y no aporta gran cosa. Otro ejemplo muy interesante es el de las empresas que ofrecen servidores, como por ejemplo Oracle o Amazon Web Services. Dado que cambiar a otro proveedor sería un verdadero dolor de cabeza para sus clientes, las empresas aprovechan esta circunstancia para subir sus tarifas cada año.
- Efecto red o network: Este efecto se produce cuando el valor de un servicio o producto aumenta a medida que lo hace el número de usuarios. Podemos pensar en las redes sociales, por ejemplo. A medida que más y más personas tienen Facebook o Instagram, se vuelve más y más valioso para el resto. En las tarjetas de crédito sucede lo mismo: cuantas más son las tiendas en las que se aceptan, más valiosas son.
- Ventajas de costes: Se trata simplemente de tener economías de escala, que permiten reducir los costes de producción. Esta es la única situación en la que somos mejores por cobrar menos, no más. Si pensamos en Inditex, por ejemplo, entendemos que su capacidad para ofrecer precios tan bajos es gracias a un volumen muy elevado. McDonald´s no podría ofrecer hamburguesas tan baratas si no vendiera decenas de millones de ellas cada día.
Los inversores value buscamos siempre estas características, al igual que Buffett. Para concluir, piensen en una ventaja competitiva clara: la de Coca-Cola. Imaginen que Pepsi tuviera 100.000 millones de dólares para gastarse en publicidad e intentar ganar cuota de mercado a Coca-Cola: ¿creen que lo lograría? Por eso su negocio tiene una ventaja competitiva, su cuota de mercado es como un foso infranqueable.