Bruselas exige a Hungría que frene la ley que proscribe la homosexualidad de los colegios
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, tacha la normativa de "vergüenza” y amenaza con llevar al país ante la Justicia.
Expediente contra Hungría por las normas recién aprobadas que prohíben hablar de homosexualidad en los colegios. Es la decisión que ha tomado la Comisión Europea este miércoles para frenar al Gobierno de Viktor Orban después de que 14 países, entre ellos España, reclamasen medidas contra una ley a la que acusan de estigmatizar a la comunidad LGTBIQ.
Para la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, la ley es “una vergüenza”, y por ello, ha instado a los comisarios encargados a enviar una carta sobre las inquietudes legales que plantea. Asegura que, en caso de que el país siga adelante, Bruselas no dudará en llevar a Hungría ante los tribunales de Justicia de la UE.
También la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) para Valores y Transparencia, Vera Jourova, aseguró este martes que el Ejecutivo comunitario estudia si la nueva legislación restringe los derechos de los homosexuales viola el Derecho de la Unión Europea y hay una base legal para poner en marcha un procedimiento de infracción.
“Estamos estudiando ahora la ley y analizando si y cómo viola el Derecho de la UE, porque afecta a la educación, la libertad de expresión y, desde mi punto de vista, también la cuestión de la discriminación”, declaró la política checa en una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros y secretarios de Estado de Asuntos Europeos celebrada hoy en Luxemburgo.
Encontrar una “base legal adecuada”
Jourova subrayó que Bruselas necesita encontrar la base legal “adecuada”. “Como siempre, lleva algo de tiempo, así que dadnos algo de tiempo; vendremos al debido tiempo con la solución sobre si hay base legal para poner en marcha un proceso de infracción”, explicó.
El Parlamento húngaro aprobó el pasado 15 de junio con los votos del partido gobernante Fidesz, del ultranacionalista Viktor Orbán, una polémica normativa que, entre otros aspectos, prohíbe hablar sobre homosexualidad en los programas escolares.
Esas medidas se incluyeron dentro de un proyecto de ley contra la pedofilia, en el que se prohíbe exponer a menores de 18 años a pornografía y a cualquier contenido que fomente el cambio de sexo y la homosexualidad.
Trece Estados miembros, entre ellos España, firmaron este martes una declaración en la que condenan esta ley pidiendo a la Comisión Europea que use “todas las herramientas” para garantizar el pleno respeto de los derechos de todos los ciudadanos en la UE.