Bruselas deja de controlar a España 10 años después
Las administraciones públicas españolas han registrado un déficit de 29.983 millones de euros en 2018, el 2,48% del PIB, según Eurostat.
Objetivo logrado. Bruselas dejará de controlar de manera exhaustiva a España 10 años después. Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, ha confirmado este martes que el país abandona el procedimiento de déficit excesivo en el que estaba inmersa desde 2009.
El Pacto de Estabilidad y Crecimiento obliga a los países europeos a situar el déficit público —la diferencia entre los ingresos y los gastos— por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB). Los países que superen ese límite son vigilados por Bruselas bajo un control estricto, que puede exigir recortes.
Hace 8 años, en año 2011, había 24 países bajo esta supervisión. Poco a poco han ido abandonándola. España era el último país de los 28 que conforman la UE que quedaba en esta lista negra, tras la salida de Francia hace un año.
Las administraciones públicas españolas han terminado 2018 con un déficit público del 2,48% del PIB, según los datos difundidos por Eurostat este martes tras revisar las cuentas españolas. La diferencia entre ingresos y gastos del año pasado ha ascendido a 29.982 millones de euros.
Esa diferencia se ha reducido un 0,6% respecto al 3,08% del PIB en el que terminó en 2017. En dinero contante y sonante, la brecha ha bajado 5.921 millones de euros respecto al año anterior.
¿Dónde se encuentra esa diferencia entre ingresos y gastos?
La administración central, la Seguridad Social y las comunidades autónomas han gastado más dinero del que han ingresado en 2018:
- La administración central ha tenido un déficit de 16.376 millones.
- La Seguridad Social ha tenido un déficit de 17.088 millones.
- Las comunidades autónomas han tenido un déficit de 2.810 millones.
En cambio, los Ayuntamientos han registrado de nuevo superávit —¡y ya van siete años seguidos!—. El saldo positivo de las corporaciones locales ha ascendido a 6.292 millones.
La bajada de la barrera del 3% supone la salida de España de ese sistema de control en el que entró en 2009. España pasó en 2008 de una situación de superávit a otra de déficit del 3,8%. Un año más tarde, el desvío superó el 11%.
Así ha evolucionado el déficit en España en los últimos años:
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Reducir el déficit por debajo del 2%
La cifra del 2,48% de déficit es mejor que el 2,63% comunicado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a finales de marzo. Sin embargo, el Gobierno se ha quedado a tres décimas de cumplir con los compromisos adquiridos con Bruselas por parte de su antecesor, Cristóbal Montoro: bajar el déficit público al 2,2% del PIB.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, ya trasladó a la Comisión Europea que el déficit público terminaría en el 2,7% ya que consideraba que los ingresos pronosticados por el Gobierno de Mariano Rajoy no eran realistas.
El Congreso aprobó una senda de estabilidad presupuestaria, que luego tumbó el Senado, que establecía que las administraciones públicas españolas tenían que cumplir con un déficit del 1,8% en 2019.
“El cumplimiento con las obligaciones fiscales es perfectamente compatible con el crecimiento económico, la creación de empleo, la revitalización del estado del bienestar y la devolución de derechos a la ciudadanía”, ha asegurado Montero en declaraciones recogidas por la agencia EFE en Sevilla, provincia por la que se presenta como cabeza de lista del PSOE.
Una vez controlado el problema del déficit, Bruselas pondrá el foco ahora sobre la deuda pública. El Pacto de Estabilidad pide que se sitúe por debajo del 60% del PIB. España se ha alejado poco a poco de la temida barrera del 100%.
La deuda pública española se ha situado en el 97,07% a finales de 2018, frente al 98,12% de un año antes. “Esta reducción de más de un punto es la mayor que se produce en un año desde 2014 y está en línea con la previsión del Gobierno”, han señalado desde Hacienda.
Todavía queda camino por recorrer.