Bruselas da un revés al plan de Ayuso para reajustar el IRPF y pide "responsabilidad fiscal"
Los expertos han pedido a España que garantice una política fiscal "prudente" durante 2023.
Isabel Díaz Ayuso anuncia que deflactará todos los tramos del IRPF en 2023 para compensar el efecto de la inflación. Y unas horas más tarde, Bruselas responde. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha señalado que la Comisión Europea defiende “no poner en riesgo los objetivos de responsabilidad fiscal” en respuesta a la propuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de deflactar todos los tramos del impuestos sobre la renta el año que viene.
“Las recomendaciones de la Comisión Europea son claras respecto a no poner en riesgo estos objetivos de responsabilidad fiscal y no abordar modificaciones fiscales generalizadas”, ha apuntado la titular de Asuntos Económicos ante la prensa a su entrada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, preguntada por la propuesta de Ayuso.
Calviño se ha remitido a las recomendaciones de la Comisión Europea de este lunes, en las que ha pedido a España este lunes que garantice una política fiscal “prudente” durante 2023, limitando el gasto a nivel nacional por debajo del crecimiento potencial a medio plazo y ajustándolo a la evolución de la situación de incertidumbre generada por la guerra de Ucrania
Así, la titular de Asuntos Económicos ha detallado que la posición del Gobierno “es clara” respecto a adoptar bajadas de impuestos “selectivas” que puedan afectar ” a los ciudadanos y a los colectivos más vulnerables” y que permita “responder al impacto de la guerra.
La propuesta de Madrid
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha anunciado este lunes que el Gobierno regional va a deflactar todos los tramos autonómicos del IRPF para el año que viene.
La medida, que entraría en vigor el 1 de enero de 2023, significa que van a corregir los tramos de renta por los que tributa cada madrileño para que se ajusten a la inflación, es decir, que la subida de precios no se traduzca además en una “subida de impuestos encubierta” debido a que sus salarios han perdido poder adquisitivo.