Brexit, derechos de los emigrantes, pensiones y futuro incierto
El Brexit lleva más de 3 años afectando la vida de más de 140.000 españoles viviendo en Reino Unido y cerca de 242.000 británicos (según datos del INE 2018). Una cifra que a los que vivimos en Reino Unido nos hace sonreír cínicamente, ya que sabemos, así como las instituciones españolas, que esta cifra no es real.
Los españoles, cuando emigramos, no solemos preocuparnos de hacer todo al pie de la letra, y la obligación legal de registrarnos con nuestro consulado no es una prioridad al no estar ligada la falta de registro a una sanción. Y evidentemente, los emigrantes se registran cuando les apetece (si les apetece) o cuando lo necesitan, por ejemplo, para registrar a tus hijos nacidos fuera del país… o por el Brexit.
Y todos los emigrantes conocemos más gente que no está registrada como residente en el consulado, que la que está registrada. Los gobiernos solo ofrecen recursos consulares relativos al número de españoles registrados. Y en el Reino Unido del Brexit, la asistencia consular necesita ser incrementada.
El Consulado de Manchester cerró en 2011, en plena época de crisis, que coincidía con el incremento más grande de españoles saliendo de nuestro país a buscarse las habichuelas, y Reino Unido en 2018, con los datos del INE de la mano era el país con mayor incremento de españoles en el mundo.
En 2016, tras el referéndum, la embajada española mostró gran proactividad creando la primera oficina de asistencia para informar, llamada ventanilla única del Brexit. Fueron pioneros, y no hay muchas más embajadas europeas con un servicio similar.
Este año se nos sorprendió gratamente con la noticia de la reapertura de un consulado de Manchester que nunca debió cerrar, tras las peticiones que hicimos el Consejo de Residentes de Edimburgo junto a Marea Granate Manchester, y las propuestas que llevamos al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a través del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior.
Todos estos movimientos reflejan que las instituciones prevén la problemática que se nos viene encima a los españoles en Reino Unido, con pérdida de derechos, trabas e imposiciones, y una crisis económica que va a afectar a las condiciones de vida y laborales de los que estamos aquí.
Como ejemplo, en mi experiencia en Reino Unido desde 1998 he disfrutado un tipo de cambio de la libra respecto al euro en 2002 de 1.74 euros por cada libra esterlina. Un salario a finales de 2002 en Reino Unido, con este tipo de cambio, nos ofrecía una diferencia abismal respecto a los salarios de España.
Usando 1.74 nos aseguraba un mejor retorno en la casa comprada o inversiones, respecto al pírrico 1.08 actual… pero para no ser ventajista, podría usar en vez de los datos del 2002, los de finales del 2015, donde este mismo tipo de cambio era 1.42.
Un 30% es la bajada del valor de nuestras casas, o inversiones en Reino Unido tras la decisión de salir de la Unión Europea, y esas casas podrían ser parte de la pensión que muchos tenemos si decidiéramos cuando nos jubilemos, vender para volver a España.
Pero quizás, no solo el valor la libra sea el impedimento para volver a casa tras la jubilación, sino el nuevo sistema en el que se nos recortara la libertad de movimientos al no pertenecer a la UE, y teniendo un sistema de pensiones en el que los europeos en Reino Unido no podamos cobrar fuera del país nuestra jubilación con la facilidad que el marco europeo nos permite ahora mismo.
Y también habría que recordar que el sistema de pensiones británico, no tiene nada que ver con el español, donde es más normal una pensión cercana al salario final de los jubilados.
La pensión máxima estatal en Reino Unido actualmente es 129 libras esterlinas a la semana, unos 600 euros mensuales, si has cotizado 44 años. Esta pensión, si no es complementada con una pensión privada, te asegura una bajada drástica de nivel de vida, que hace que muchos septuagenarios sigan trabajando lustros tras retirarse en cajeros de supermercados, limpiando, o en su propia empresa.
Las 129 libras, distan mucho de las pensiones en España, donde la pensión mínima son 155 libras y la máxima es 535 libras… cuatro veces más que en Reino Unido.
Y esta es la razón por la que es más fácil poder jubilarte y vivir en la más barata España, que seguir pagando calefacción en Inverness… o en los últimos años esta mudanza se empieza a hacer hacia países con nivel de coste de la vida más bajo que España como Bulgaria o Rumanía.
Pero el Brexit trastoca los planes de los expats británicos también.
A su edad, la Unión Europea, con la libre movilidad, les permite acceder a sistemas sanitarios de países miembros con la EHIC (tarjeta sanitaria europea). Si no hay acuerdo, y se retira la tarjeta sanitaria, dependerán de seguros privados de sanidad, que en muchos casos implicarían una cantidad superior mensual a sus escasas pensiones, imposibilitando que sigan residiendo fuera de Reino Unido.
El coste sanitario de sus mayores en Europa, que volverían, repercutiría directamente en un sistema sanitario como el NHS, que lleva más de una década perdiendo no solo enfermeras y médicos, sino presupuesto en términos reales, y que exigen más eficiencias y mayor productividad, acercándolo al colapso técnico.
Ante un Brexit sin acuerdo, a los españoles en Reino Unido nos quedará la esperanza de que en un futuro haya acuerdos bilaterales entre los dos países, y en ese caso, Reino Unido estará más interesado en negociar más favorablemente con España, ya que recordemos, es el primer destino en Europa de sus jubilados. ¿Por qué no se ha cerrado aún el acuerdo reciproco sobre los derechos de los ciudadanos?
Los europeos han creado organizaciones como los 3 Millions, y los británicos han creado Bremain in Spain, para solicitar que nuestros derechos no cambien (o al menos no drásticamente)… pero para los políticos los derechos civiles y laborales no son prioridad, oiga, que bastante tienen ellos con intentar formar gobiernos, o soltar eslóganes electorales que no vienen a cuento, o incluso estar de vacaciones sin haber formado gobierno, o sin haber resuelto el Brexit.