Bomberos, una caca y una ventana: lo PEOR que podía ocurrir en una cita de Tinder
😩 💩 😩
Esta historia huele muy mal. Todo comenzó con una cita de Tinder entre una mujer sin identificar y Liam Smyth en casa de este último, en Bristol (Reino Unido). Estaban viendo un documental de Louis Theroux cuando ella salió para ir al lavabo.
Un rato después, volvió a la sala con "cara de pánico" y le explicó a Smyth que estaba haciendo caca pero la cisterna no funcionaba bien, así que había decidido sacar de la taza la 💩 y tirarla por la ventana. De ahí la cara de pánico.
"Yo estaba preocupado y le dije que saliéramos para recoger la ofensiva caca, tirarla a la basura y hacer como si esa desagradable historia no hubiera ocurrido", explica el chico en GoFundMe, donde ha conseguido recaudar dinero para reemplazar la ventana del baño.
Porque, efectivamente, esa ventana también tiene un papel importante en la trama. "Por desgracia, debido a un fallo de diseño de mi casa, la ventana del baño no da al jardín, sino a un espacio estrecho de medio metro, separado del mundo exterior por otra doble ventana (que no abre)", señala Smyth.
"Fue a esa zona intermedia donde mi cita tiró su caca".
(Oh shit!)
Y ahí no acaba todo. La cosa empeoró porque la chica se quedó atrapada y tuvo que ser rescatada por los bomberos, que rompieron la ventana para liberarla. De ahí la campaña de crowfunding lanzada por el pobre Smyth, estudiante de posgrado.
El joven asegura que, hasta ese momento, la cita iba muy bien. La pareja había estado cenando en un restaurante y luego se habían ido a casa de él para "beber una botella de vino y ver un documental de cienciología".
Fue una hora después cuando ocurrió la tragedia.
La chica con la que había quedado Smyth hacía gimnasia, y por eso estaba convencida de que podría colarse entre los dos paneles de la ventana para recoger el zurullo.
Como si estuviera en Misión imposible, se subió a la ventana. Cuando descubrió que no llegaba a coger la caca, intentó acercarse un poco más.
Al final, se las arregló para llegar hasta el papel, que consiguió sacar por la estrecha apertura de la ventana. Para salir no tuvo la misma suerte: se había quedado atascada en el hueco.
"Me llamó para que la ayudara a salir de la ventana, la cogí por la cintura y tiré de ella, pero estaba atascada", recuerda Smyth. "Por mucho que lo intentamos, no conseguí sacarla de la ventana. Se había quedado atascada patas arriba en el hueco que había entre los dos paneles".
Después de 15 minutos intentando sacar a la chica, Smyth tuvo que llamar a los bomberos para que la ayudaran. Y destrozaron la ventana para que pudiera salir.
"Si no cambio la ventana, el casero me va a matar, así que, si me ayudáis, estaréis salvando una vida", escribe el chico en la campaña de crowdfunding que ha lanzado en internet.
Afortunadamente, Smyth ha logrado reunir mucho más de las 200 libras (unos 220 euros) que se había puesto como objetivo; de hecho, lleva recaudadas 1.674 libras (aproximadamente 1.800 euros).
Según dice, donará el dinero sobrante a dos organizaciones benéficas: una que se dedica a instalar y mantener retretes en países en vías de desarrollo y otra de bomberos.
Por lo menos, ha sido una historia con final feliz.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno y Marina Velasco