Bolsonaro da positivo en coronavirus
El presidente brasileño ha minimizado la pandemia desde sus inicios llegando a calificar el virus de "gripeciña".
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de 65 años y uno de los más escépticos del mundo sobre la gravedad del coronavirus, ha confirmado este martes que ha dado positivo en COVID-19, después de someterse a su tercera prueba, y que ya ha comenzado a ser tratado con cloroquina.
“Empecé el domingo con una breve indisposición”, ha comentado el propio mandatario a periodistas en su residencia oficial, desde donde ha asegurado que se siente “perfectamente bien”.
Durante los últimos meses, Bolsonaro ha desafiado casi a diario al virus, al que llegó a calificar de “gripeciña”, circulando por las calles en plena cuarentena y asistiendo a actos públicos sin cuidado alguno y con un desdeño constante frente a la enfermedad.
De hecho, pese a los síntomas que ha estado presentando desde el fin de semana, el presidente no escatimó en abrazos y apretones de manos, todo ello sin mascarilla, durante un almuerzo que mantuvo el sábado con algunos de sus ministros y otras autoridades políticas para conmemorar el Día de la Independencia de Estados Unidos en la residencia en Brasil del embajador estadounidense, Todd Chapman.
Entre los invitados estaban los titulares de la Secretaría de Gobierno, Luiz Eduardo Ramos; de Defensa, el general Fernando Azevedo; de Asuntos Exteriores, Ernesto Araújo; y el de Casa Civil, el también general Walter Braga Netto; así como uno de sus hijos, el diputado por Sao Paulo Eduardo Bolsonaro.
El presidente brasileño había asegurado recientemente que “estaba convencido” de que ya había pasado el virus. “Creo que ya lo tuve”, comentó al tiempo que hacía un llamamiento a “no tener miedo” y no caer en un “exceso de preocupación” ya que “la muerte es el destino de todos”.
Medidas polémicas y excepticismo hacia la OMS
En las últimas horas, Bolsonaro también ha retirado la obligatoriedad de utilizar mascarillas en cárceles a pesar del continuo incremento de casos en el país, haciendo uso de su veto presidencial, que también ha aplicado para que los establecimientos no estén obligados a proporcionar gratuitamente mascarillas a sus trabajadores y colaboradores.
El presidente brasileño, siguiendo los pasos de su homólogo estadounidense, Donald Trump, también llegó a amenazar con sacar al país que dirige de la Organización Mundial de la Salud (OMS) si ésta “no dejaba de guiarse por un “sesgo ideológico” tras su actuación ante la pandemia del coronavirus”.
“Estados Unidos ha dejado la OMS y nosotros estudiaremos, en el futuro, si la OMS ha trabajado sin sesgos ideológicos, sino también estaremos fuera. No necesitamos que nadie de fuera nos dé pistas sobre nuestra sanidad”, expresaba el mandatario.
Mientras tanto, Brasil continúa siendo hasta el momento uno de los países más afectados por la pandemia habiendo registrado hasta la fecha 1.623.284 casos y 65.487 muertes.