Bolsonaro critica la decisión de Macron de incluir los incendios del Amazonas en la agenda del G7
"Lamento que el presidente busque instrumentalizar un asunto interno de Brasil y de los otros países amazónicos para obtener beneficios políticos personales"
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha estallado contra su homólogo francés, Emmanuel Macron. Lo acusa de buscar provecho político personal con su decisión de pedir que la Cumbre del G7 aborde con urgencia la “crisis internacional” provocada por los incendios que destruyen la Amazonia.
“Lamento que el presidente Macron busque instrumentalizar un asunto interno de Brasil y de los otros países amazónicos para obtener beneficios políticos personales”, dijo el líder ultraderechista brasileño al reaccionar a la decisión del presidente francés.
“El tono sensacionalista con el que se refiere a la Amazonía (usando hasta fotos falsas) no contribuye en nada en la solución del problema”, agregó el mandatario brasileño en un mensaje que publicó en su cuenta en Twitter.
Bolsonaro se pronunció sobre el asunto poco después de que Macron calificara como “crisis internacional” los incendios que arrasan múltiples áreas de la Amazonía y adelantara que el asunto será abordado en la Cumbre que tendrá esta semana en Biarritz el G7, grupo que reúne a las mayores potencias mundiales.
“Nuestra casa arde. Literalmente. El Amazonas, el pulmón de nuestro planeta que produce el 20 % de nuestro oxígeno está ardiendo. Es una crisis internacional. Miembros del G7, nos vemos en dos días para hablar de esta urgencia”, escribió el presidente francés en su cuenta de Twitter.
Bolsonaro, en su mensaje igualmente en Twitter, alegó que el Gobierno brasileño está dispuesto a dialogar sobre el asunto pero con base en hechos objetivos y con respeto mutuo.
“La sugerencia del presidente francés, de que asuntos amazónicos sean discutidos en el G7 sin la participación de los países de la región, evoca una mentalidad colonial que ya no tiene lugar en el siglo XXI”, agregó el mandatario brasileño.
El drama real
Según datos divulgados esta semana por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), la región amazónica ha registrado más de la mitad de los 71.497 incendios forestales detectados en Brasil entre enero y agosto de este año, una cifra un 83 % superior al del mismo período de 2018.
Bolsonaro, que admitió la situación y la intencionalidad criminal de algunos de los incendios, volvió a insinuar este jueves que las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) podrían estar detrás de los incendios provocados en la Amazonía, aunque admitió que son “sospechas” sin pruebas, ya que están contrariadas con la decisión de su Gobierno de no sustentarlas con recursos públicos.
Los ecologistas, por su parte, achacaron la tragedia a la “retórica antiambiental” del líder ultraderechista, que prácticamente sirve como salvoconducto para que productores rurales incendien la mayor selva tropical del mundo en busca de nuevas tierras de cultivo.
Según Amazon Watch, tales productores se amparan en el discurso de Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que se ha mostrado partidario de explotar la Amazonía y reducir la fiscalización de las reglas ambientales en las zonas protegidas.
“Los agricultores y los ganaderos entienden el mensaje del presidente como una licencia para provocar incendios intencionados con total impunidad, con el fin de expandir fuertemente sus operaciones en la selva”, señaló Amazon Watch.
La preocupación por el avance del fuego en este paraíso medioambiental que atesora el 20 % de las reservas de agua dulce del planeta llegó hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y llevó a su secretario general, António Guterres, a hacer un llamamiento para proteger la Amazonía.
“En medio de una crisis climática internacional, no podemos permitir que se produzcan más daños en una importante fuente de diversidad y oxígeno”, dijo Guterres.