Biden exhibe empatía con la comunidad negra durante una visita a Kenosha
El candidato demócrata a la Casa Blanca hace lo contrario que Trump: habla con Jacob Blake y su familia y escucha al movimiento Black Lives Matter
En una exhibición de empatía y humildad, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, consoló este jueves a la familia del afroamericano Jacob Blake, paralizado tras haber sido disparado por la policía, y escuchó sentado en una iglesia las preocupaciones de los vecinos de Kenosha (Wisconsin).
Durante su visita a esa ciudad, Biden se retrató como un líder dispuesto a escuchar diferentes puntos de vista y buscar soluciones, una imagen que contrasta de manera radical con la del presidente de EEUU, Donald Trump, quien ha prometido “ley y orden” contra quienes protestan.
Nada más salir del avión, Biden y su esposa, Jill, se reunieron en privado durante más de una hora en un edificio del aeropuerto de Milwaukee con la familia de Blake y sus abogados.
El contenido de la reunión no se dio a conocer inmediatamente; pero luego, en un encuentro con vecinos en Kenosha, Biden reveló que había podido conversar por teléfono con Blake, quien aún está recuperándose en el hospital de los siete disparos por la espalda que recibió el 23 de agosto.
“Tuve -narró Biden- la oportunidad de hablar con Blake, ya ha salido de la unidad de cuidados intensivos, hablamos durante unos 15 minutos (...) Hablamos sobre cómo nada iba a vencerle, sobre cómo tanto si vuelve a caminar como si no, él no va a darse por vencido”.
También conversó con Blake, paralizado de la cintura para abajo, sobre la fe en Dios y citó específicamente parte de una oración: ”Él te levantará sobre las alas de un águila, te sostendrá en el aliento del amanecer, te hará lucir con el sol y te sostendrá en la palma de su mano”.
A la reunión con Biden acudieron el padre de Blake, Jacob; dos hermanas, Letetra y Zietha; su hermano, Myron, y su madre, Julia, que se conectó por teléfono, así como los abogados de la familia.
La madre de Blake se encargó de guiar al grupo para que rezaran juntos, indicó por su parte el abogado de la familia, Ben Crump.
Como a una persona
En un comunicado, Crump elogió la actitud del líder demócrata con el joven herido y afirmó: “Fue muy obvio que (esto) le importa al exvicepresidente, quien trató a Jacob con sentido de humanidad, tratándole como una persona que merece consideración y merece oraciones”.
Además, la familia se sintió “impresionada” con la implicación de Biden y su esposa, así como con su deseo de “realmente escuchar”.
En la reunión, el padre de Blake habló de la necesidad de emprender reformas estructurales para acabar con los abusos de la policía contra la comunidad negra y “compartió el dolor que está soportando”, ante lo que el exvicepresidente reaccionó con compasión, de acuerdo con el letrado.
Las acciones de Biden contrastan con la que tomó Trump durante su visita el martes a Kenosha, donde recorrió los negocios dañados por los disturbios de la semana pasada y ratificó su mensaje de mano dura contra las protestas, que consideró “verdadero terrorismo doméstico”.
En su vista, Trump no mencionó el nombre de Blake y tampoco se reunió con su familia porque, según aseguró, le pidieron tener un abogado presente y él lo consideró “poco apropiado”.
Escuchar, un acto revolucionario
En comparación, Biden se reunió este jueves en una iglesia luterana con los vecinos de Kenosha, que uno tras otro expresaron frustración por la discriminación que sufre la comunidad negra en el sistema judicial, en las escuelas y hasta en el acceso a la atención sanitaria.
Entre los oradores estaba la afroamericana Porsche Bennett, de 31 años, nacida en Kenosha y parte del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan).
“La verdad es que estamos muy enfados”, dijo a Biden la activista, quien explicó que la comunidad negra está cansada de “promesas” y quiere “acciones, no palabras”.
Biden, sentado en el centro de la iglesia, tomó nota de cada uno de los testimonios en una libreta con un bolígrafo y fue respondiéndoles uno a uno. A Bennett le pidió que tenga esperanza porque EEUU está “preparado” para el cambio, pero al mismo tiempo reconoció que él, como un hombre blanco, no puede entender el miedo que sienten los afroamericanos ante la policía.
Sin entrar en muchos detalles, el líder demócrata prometió que impulsará reformas estructurales para acabar con el racismo si es elegido presidente en las elecciones de noviembre, en las que se enfrenta a Trump.
Precisamente, una de las razones por las que la ciudad de Kenosha ha ganado tanta importancia es porque se sitúa en Wisconsin, un estado que podría resultar clave en este ciclo y que, en 2016, fue a parar a Trump pese a que había estado dominado por los candidatos demócratas desde 1984.
EEUU está viviendo fuertes protestas contra el racismo y la violencia policial desde la muerte el 25 de mayo en Mineápolis (Minesota) del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco.