Biden pacta con la Unión Europea y un centenar de países reducir las emisiones de metano un 30% en 2030
Se calcula que este gas es responsable del 25% del aumento de la temperatura global.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos impulsaron este martes en la COP26 una alianza para reducir esta década un 30% las emisiones de metano. Un pacto global contra ese potente gas de efecto invernadero, menos conocido que el dióxido de carbono, al que se han sumado un centenar de países pero del que han quedado fuera otros como India, Rusia y China.
“En torno al 30% del calentamiento global desde la Revolución Industrial se debe a las emisiones de metano, pero es uno de los gases que podemos atajar más rápido”, señaló en la presentación de la iniciativa en Glasgow la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.
El metano (CH4) proviene principalmente de los vertederos, del sector ganadero y del energético, y es este último área de actividad el que presenta “sin duda más potencial de reducción”, añadió.
“Alrededor de la mitad del calor que experimentamos proviene de las emisiones de metano”, resaltó por su parte el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El mandatario recordó que cuando se anunció la iniciativa el pasado septiembre solo la UE y nueve países se habían sumado a ella, mientras que ahora supera el centenar de socios con el respaldo de Colombia, Togo, Vietnam, Brasil, Canadá, Ecuador, Micronesia, Chile, Indonesia o Marruecos, entre otros.
El acuerdo, no obstante, estará marcado por la ausencia de los tres grandes emisores que más arrastran los pies en la lucha climática: Rusia, lndia y China.
“Lo que hagamos entre ahora y 2030 va a tener un impacto significativo en que podamos o no cumplir nuestros compromisos a largo plazo”, señaló Biden, quien confió en que se pueda ir “más allá” de esa reducción esperada del 30% de las emisiones de CH4, que Estados Unidos tratará de disminuir en su sector agrícola y en sus gasoductos.
Ampliar y fortalecer las regulaciones ya existentes
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha precisado que, además, propondrá ampliar y fortalecer las regulaciones ya existentes sobre nuevas instalaciones. Según el Gobierno de EEUU, con esta nueva normativa la EPA busca reducir las emisiones de metano en, aproximadamente, un 75%. A través de un comunicado, la Casa Blanca también reconoce un mayor esfuerzo para penalizar la liberación o quema del exceso del gas.
Así, hace referencia a una tarifa para las empresas petrolíferas y de gas que emitan metano por encima de un umbral estipulado. Del mismo modo, se destinarán 775 millones de dólares ―casi 668 millones de euros― a subvenciones para ayudar y fomentar que las empresas se mantengan por debajo de dicho tope, apunta la cadena CNN.
“La tarifa y las reglas deben ser herramientas complementarias (...) Las reglas son críticas porque, si se diseñan correctamente, garantizan reducciones integrales en todos los ámbitos. La tarifa tiene la capacidad de aumentar las regulaciones al generar reducciones más rápidas y potencialmente adicionales”, ha señalado el líder del Fondo de Defensa Ambienta, Jon Goldstein.