Por qué se habla tanto de la revolución del Benidorm Fest
El nuevo formato para elegir la canción que representará e España en Eurovisión ha sido un revulsivo de cara al festival.
Benidorm, 26 de enero. Esa fecha está escrita en rojo en el calendario de los eurofans. Y los no tan eurofans. El Benidorm Fest, que se llevará a cabo en tres galas —dos semifinales y una final— los próximos 26, 27 y 29 de enero, ha hecho que desde políticos a influencers se hayan posicionado por su canción preferida.
El nuevo formato de preselección de cara a Turín 2022 parece haber ilusionado de nuevo por el festival europeo de la canción a la población y los seguidores del formato, en el que España lleva quedando en las últimas posiciones los seis últimos años. El hecho de que entre las 14 preseleccionadas haya nombres reconocidos de la talla de Rigoberta Bandini, Azúcar Moreno, Rayden, Varry Brava o Javiera Mena ha ayudado a que sectores alejados al festival se hayan acercado más a él.
Pero, ¿qué claves hay detrás de este fenómeno musical? ¿Por qué tanto entusiasmo por el Benidorm Fest?
Algo que recalcan los especialistas en Eurovisión y que se ha notado en cuanto a la actitud de RTVE ante el formato ha sido la transformación en la corporación pública. En febrero de 2021 tomó posesión el actual presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, y a él le sucedieron numerosos cambios como la entrada de Eva Mora como directora de la delegación española.
El puesto 24 sobre 26 de Blas Cantó en la edición de 2021 puso la puntilla a los eurofans que llevaban años reclamando que TVE se tomara en serio el festival.
“En TVE ya se han cansado de que hagamos un mal papel en Eurovisión. Creo que con el nuevo cambio en la delegación con Eva Mora a la cabeza, se han dado cuenta de que trabajando con tiempo y dándole cariño, ya no solo al Benidorm Fest sino a Eurovisión, que es un caramelito, te puede reportar muchas alegrías”, explica Laura Ortiz, periodista especializada en Eurovisión, quien destaca de esta nueva edición un diseño gráfico mucho más cuidado que el de otros programas como Destino Eurovisión.
Lo mismo piensa el periodista de Euromovidas Luis Mesa, quien recuerda que RTVE dijo a comienzos de 2021 que “Eurovisión iba a ser el gran producto de la cadena”. “Para que lo fuese básicamente TVE tenía que abrirse a la música española”, explica.
Para Mesa, también es reseñable que se haya vuelto a tomar la marca Festival de Benidorm, tan popular en los años 60 y 70. “Hasta que desaparece en 2006 tras privatizarse y pasar una época muy mala, era muy importante. Especialmente en la época de la dictadura, era el reflejo de la música española”, detalla.
Esto, para él, también va asociado a una idea turística, dada la fuerte inversión de la Generalitat Valenciana en el evento, para el que pondrá casi un millón de euros.
“Es un punto de encuentro, Sanremo o Estocolmo en la final del Melodiefestivalen son el ejemplo: experiencias turísticas y sociales en torno a la música. Hacer un festival y no un programa de televisión”, detalla el especialista que destaca que la continuidad del festival, por ahora de cinco años, genera confianza entre los artistas. “Varry Brava decía que llevaban años queriendo presentarse y no sabían cómo porque cada año cambiaba”, apunta.
Más allá de la inversión de RTVE, Mesa apunta a que la nueva decisión de que las canciones sean propias y que la corporación no reclame parte de los derechos como ocurría hasta ahora ha facilitado que los artistas sean de primer nivel.
“El 100% de los derechos de la canción que vaya a Eurovisión serán del artista o el compositor, algo que estos años no ha pasado, TVE se guardaba un porcentaje de los royalites y eso hacía que muchas bandas y cantantes no quisieran ir porque no se sentían dueños de lo suyo”, explica.
Y es que los 14 preseleccionados se han convertido en protagonistas del festival a un mes de su comienzo. Sus canciones se han colado entre los vídeos más vistos de YouTube en el último mes y las apuestas por los favoritos copan las redes sociales.
Por ejemplo, Tanxugueiras y su Terra acumulan más de un millón de visitas en esta plataforma y el Ay mama de Rigoberta Bandini se ha colado entre las 100 canciones más vendidas de España en la última semana del año, según Promusicae.
Para la periodista, las cifras de Bandini y Tanxugueiras son algo espectacular. “Tanxugueiras es un fenómeno de estudio aparte. Ya no solo porque hayan sido palabra del año en Galicia y por todo lo que están consiguiendo”, explica. “Es un sueño para un especialista en Eurovisión y un eurofán. Todo lo que hacen lo convierten en oro”, detalla.
Para Ortiz, son precisamente los 14 artistas y sus 14 canciones los ingredientes principales de este boom. “Creo que han sido un acierto total los 14 nombres, por ejemplo, nadie imaginaba a Azúcar Moreno formando parte de esto. Es de aplaudir que personas como Rayden, Rigoberta o Varry Brava, que son una eminencia en el mundo del indie, se hayan lanzado a la piscina de participar en el festival”, cuenta.
“Suenan a 2022, y eso hacía años que no pasaba, cada una tiene un mensaje y tiene algo especial. Han entendido a la perfección lo que es Eurovisión, que ya no van canciones eurovisivas”, apunta. “La principal base de todo este éxito es eso, a Eurovisión se puede ir con cualquier canción, una canción moderna, actual, que tenga un mensaje, que sea variada, que represente a lo que escuchan en tu país”, añade.
Tanto para Mesa como para Ortiz el grupo Måneskin, ganadores de la edición de 2021, han influido en cierto modo en la percepción que se tenía de Eurovisión para bien.
“El caso de Måneskin es como el de Marta Sango en Benidorm Fest. A Marta le dieronen OT 2018 una canción para la preselección de Eurovisión 2019 que no pasa el corte. Se la dan en un mp3 y le dicen que la cante como una más en una gala. En tres años ha pasado de una balada clásica a una canción ochentera con su verdadera personalidad”, explica Mesa.
Para él, los malos resultados o la elección canciones no es culpa de formatos como OT ya que cree que la de Amaia y Alfred fue “de las mejores de la década” sino del “quebradero de cabeza” que suponía Eurovisión para TVE. “Eran productos prediseñados por un compositor para un intérprete y ahora son 14 nombres que traen sus canciones, y la cosa cambia mucho”, apunta.
“Eurovisión es una frikada”, “eso es más política que música” o “allí solo van a hacer el payaso” son algunos de los comentarios que se repiten cada año cuando se acerca la final del certamen europeo.
Durante años, Eurovisión ha sido espacio de eurofans y unos cuantos aficionados al evento, pero el Benidorm Fest y las canciones preseleccionadas han conseguido que un público hasta ahora alejado de él se acerque.
“Es evidente que todos estamos de acuerdo en que es un fenómeno muy social de juntarte con tu familia y vivirlo. Pero desde 2008, el año que fue El Chiquiliuatre, que además perdimos la opción de llevar a La Casa Azul, se queda el estigma de que es una cosa para frikis o que es un evento que no es música, o que es política, que evidentemente lo es como cualquier evento geopolítico, como un mundial de fútbol”, explica Mesa.
Tanto para él como para Ortiz también ha sido fundamental el paso de otros artistas eurovisivos —como Gjon Tears o Barbara Pravi— por el documental de Rocío Carrasco Contar la verdad para seguir viva (Telecinco) que han ayudado a acercarlos a la sociedad.
“El Benidorm Fest va a ayudar mucho a que la gente no lo vea como un festival de frikis y no lo vea para buscar el meme sino porque su artista favorito está participando. Es un reflejo de la música española y tenemos que sacar pecho porque no está tan mal conforme a los resultados que tenemos”, detalla Mesa.
Para Ortiz, el que llegue a un público amplio con esta selección de artistas es uno de los puntos más destacables. “Creo que es fundamental entender que Eurovisión no es solo de los eurofans, cuanta más gente conozca el festival, mejor”, apunta Ortiz. “Esto es muy importante porque igual a un chaval que le gusta Luna Ki y se entera que va, lo ve solo por eso y le da por investigar. Incluso puede que haya muchas más mujeres que se acerquen al mundo eurofán por la canción de Rigoberta”, explica.
Tal ha sido el fenómeno y el revuelo generado por las candidatas del Benidorm Fest que incluso Adriana Lastra, Vicesecretaria general del PSOE, ha puesto un tuit mostrando su apoyo a Tanxugueiras.
Del mismo modo, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, también se pronunció en esta red social a favor de la canción candidata de Rigoberta Bandini, la que calificó como un “himno feminista”. También Eduardo Rubiño, presidente del grupo parlamentario Más Madrid en la Asamblea de Madrid, ha querido hacer su particular encuesta.
Esto se ha acogido con sorpresa y emoción por parte de los eurofans que han visto cómo un sector tan alejado como es el político se acercaba al festival.
“Con el Benidorm Fest está pasando algo que no pasaba desde hace años. Está todo el mundo volcadísimo con la preselección de España, sobre todo la gente joven, y esto es algo que no pasaba desde hace muchísimos años”, explica Ortiz.
“Igual hay quien dice que fenómeno social es exagerarlo, puede ser, pero yo no he visto a ningún político movilizándose con Blas Cantó o con Miki. Que Adriana Lastra te diga que va a tope con las Tanxugueiras es alucinante, o que la ministra de transporte diga que le encanta Rigoberta. Es que cualquier día Pedro Sánchez pone un tuit”, cuenta Ortiz.
Para la periodista, el principal impacto que está teniendo el Benidorm Fest es entre la gente joven, y muestra de ello, apunta al tema Voy a morir de Luna Ki, de los más usados en los trends de Tik Tok.
Mesa piensa que no solo los jóvenes están representados con las canciones preseleccionadas. “Creo que se ha tirado incluso la selección musical a una buena franja de edad porque que vuelva Azúcar Moreno después del éxito de 1990 es una auténtica locura”, apunta. “Quizás hay gente a la que le llama eso o la balada de Gonzalo Hermida que es para un target más maduro y otra gente que tenga 16, 17, 18 años y se vuelva loca con la canción de Chanel o Luna Ki”, explica.
Además, apunta que este fenómeno tan intergeneracional se va a ver reflejado en las votaciones, ya que para elegir las canciones del Benidorm Fest que pasan de la semifinal a la final o la que será elegida para ir a Turín habrá un 25% con una encuesta demoscópica mediante grupos de edad. Otro 25% de los votos serán por televoto y el 50% restante lo conformará un jurado experto nacional e internacional.
“Es primera vez en la historia de Eurovisión que se va a preguntar por grupos sociales y va a estar reflejado. No va a ser el mismo favorito para un chaval de 15 que para una señora de 60”, apunta Mesa.
Las 14 candidatas han disparado la esperanza entre los eurofans. Y no es para menos ya que el impacto internacional de las canciones del Benidorm Fest se está viendo incluso antes de iniciarse. Por ejemplo, con reacciones internacionales como esta de un reconocido eurofán portugués a Calle de la llorería de Rayden.
Sin embargo, para Ortiz y para Mesa es demasiado pronto para hacer augurios sobre qué pasará en Turín el 14 de mayo. “Creo que ahora mismo nos tenemos que centrar en el Benidorm Fest, es un camino largo y se están poniendo las bases para que grandes nombres vayan al festival y se olviden de que es algo friki”, señala Ortiz. “Llevemos lo que llevemos, va a ser algo que llevamos pidiendo tiempo, una canción que sea relevante, que no sea un descarte entre comillas, que suene a 2022, a la música que se escucha en España”, apunta.
La periodista apunta a una incógnita muy importante dentro del formato: cómo serán las galas y la puesta en escena. “Recordemos que es un festival televisivo, y nuestro hándicap en las preselecciones son las puestas en escena, a ver cómo se va a escuchar o cómo va a ser el escenario”, señala.
Mesa cree que se ha entrado en cierta “psicosis” porque “no estamos acostumbrados a tener una preselección que nos guste”. “Te pones a mirar análisis extranjeros y tops de YouTube y la gente dice que tenemos que votar a Tanxugueiras porque van las primeras o dice ’pues a Rigoberta Bandini no la voto por mucho que me guste porque va la 14º”, señala. Ante estas actitudes lanza una advertencia clara: “España no es un top de YouTube, ni España es Europa”. “Lo que deberíamos hacer es votar a la que nos guste, que hay nivel musical”, sentencia.
Ambos dejan claro que la “canción eurovisiva” no existe y Mesa recalca que “el trabajo garantiza el resultado” en la mayoría de los casos, pero eso ni mucho menos garantiza ganar. “Ganar Eurovisión es muy difícil, es una lotería”, apunta. “Si te pones resultadista las cosas no suelen salir bien”, señala y pide “paciencia” y no “tirar todo por tierra” si se tiene un mal resultado.
“Hay que darle confianza a TVE que durante un tiempo creo que no se lo ha ganado, pero ahora mismo lo está dando absolutamente todo. Los eurofans somos muy exigentes y agobiados, pero que llegue al gran público. Ese es el buen primer paso”, añade.
Queda esperar a saber qué canción saldrá del Benidorm Fest y cómo funcionará en cuanto a audiencias —teniendo en cuenta que TVE ha tenido un 8,8% de cuota de pantalla en el acumulado anual de 2021—, pero al menos el sentimiento es menos derrotista que años anteriores y los especialistas esperan que sirva para volver a traer la música a la televisión. El 14 de mayo se verá si el Benidorm Fest ha mejorado la capacidad de España o si, como cantaba Julio Iglesias precisamente en el Festival de Benidorm en 1968, La vida sigue igual.