Bankia aprueba su absorción por CaixaBank
La unión entre ambos bancos dará lugar a la mayor entidad financiera de España.
La unión hace la fuerza. Los accionistas de Bankia han aprobado este lunes la fusión por absorción con CaixaBank. La boda entre ambos bancos dará lugar a la mayor entidad financiera de España, con unos activos valorados en 664.000 millones de euros.
El nuevo banco mantendrá el nombre de CaixaBank, contará con más de 20 millones de clientes en España, más de 50.000 empleados y 6.700 sucursales. Unas cifras muy por encima de las de sus rivales.
La entidad mantendrá la sede social en Valencia, ciudad en la que tanto Bankia como CaixaBank tienen sus domicilios sociales. El banco contará además con dos sedes operativas situadas en las torres negras de la Diagonal, en Barcelona, y en las torres KIO de Plaza Castilla, en Madrid.
“Esta fusión dará lugar al mayor banco del país, con elevadas cuotas de mercado y más de 20 millones de clientes. Es un orgullo, pero también una responsabilidad”, ha asegurado el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, antes de la junta de accionistas.
Antes de la fusión, CaixaBank tenía 13,6 millones de clientes en el país y otros 1,9 millones de clientes en Portugal, donde opera bajo el nombre de BPI; y Bankia tenía cerca de 8 millones de clientes.
La unión de ambas entidades dispondrá de la mayor red comercial, con más de 6.700 sucursales. Hasta ahora, CaixaBank contaba con 4.515 oficinas (3.846 en España) y 35.569 empleados en marzo de 2020. Por su parte, Bankia tenía 2.267 oficinas y 15.947 trabajadores en junio de 2020.
La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha supuesto un duro golpe para los bancos, tanto en sus cuentas como en su valor en la Bolsa. Muchas entidades ya habían sufrido problemas de rentabilidad en los últimos años, que ahora se han visto incrementados.
La unión de ambos bancos pretende mejorar la eficiencia mediante la reducción de costes. Barclays señalaba que la fusión se traduciría en el cierre de unas 1.400 oficinas debido al solapamiento, que alcanza al 23% de la red.
Ninguna de las dos entidades ha facilitado cifras de cuántas oficinas se cerrarán o cuántos empleados se despedirán tras la fusión. “Todavía no está dimensionado el proceso de reestructuración”, ha asegurado el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en la junta de accionistas.
La pandemia del coronavirus ha acelerado una nueva oleada en la concentración del sistema financiero español, que vive inmerso en un proceso de fusiones desde la crisis de 2008. “Ante un cambio tan rápido del entorno, el consejo de administración entendió que la anticipación era un factor estratégico clave”, ha indicado Goirigolzarri.
La unión de CaixaBank y Bankia no es la única anunciada en los últimos meses, ya que los bancos regionales Liberbank y Unicaja han retomado las negociaciones para unirse. Asimismo, BBVA y Sabadell han mantenido conversaciones, pero las conversaciones han terminado sin acuerdo.
Diez años de Bankia
Bankia nació en 2010, fruto de la fusión de siete cajas de ahorro, lideradas por Caja Madrid y Bancaja. El banco fue presidido inicialmente por el exdirector gerente del FMI y exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato. Apenas 10 años después de su nacimiento, Bankia ha aprobado su desaparición en una junta extraordinaria celebrada este lunes en el Palacio de Congresos de Valencia.
La aventura de Bankia solo ha durado 10 años y ha estado muy marcada por la crisis financiera iniciada en 2008. Esta entidad financiera tuvo que ser rescatada en 2012 con una inyección de 22.400 millones de dinero público, que el Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que pedir a la Unión Europea.
Si a esa cantidad de dinero público se le añade el rescate a Banco Mare Nostrum (BMN) —banco absorbido en 2018—, Bankia ha recibido 24.069 millones. Hasta ahora, el Estado solo ha recuperado unos 3.300 millones con la venta de participaciones y los dividendos distribuidos por el banco.
Ante el rescate, el consejo de administración nombró presidente de Bankia a José Ignacio Goirigolzarri. Su mandato ha estado marcado por el despido de más de 6.000 trabajadores, el cierre de más un millar de oficinas y la devolución de la solvencia a la entidad.
“Hoy es un día tremendamente importante para todo el equipo de Bankia. Empezamos una nueva etapa en nuestro camino, que iniciamos en 2012 y en el que hemos conseguido convertir a Bankia en el más solvente dentro de los grandes bancos españoles”, ha afirmado Goirigolzarri.
El Estado poseía hasta ahora el 61,8% de las acciones de Bankia a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Tras la absorción, el Estado controlará el 16% de CaixaBank. Se convierte en el segundo accionista de la entidad, solo por detrás de la Fundación Bancaria La Caixa, que tenía el 40% de las acciones de CaixaBank.
Así será el accionariado de la nueva CaixaBank: Criteria controlará el 30% de las acciones, el FROB ostentará el 16%, los inversores institucionales tendrán el 37% y los 750.000 accionistas minoristas representarán el 17% del capital.
Tras la aprobación de la fusión por parte de Bankia, los accionistas de CaixaBank tienen que dar su visto bueno a la operación. La junta de accionistas del banco catalán está previsto que se celebre este jueves.
Posteriormente, el Ministerio de Asuntos Económicos, que dirige Nadia Calviño, tendrá que dar luz verde a la unión tras recibir los informes del Banco de España, del Banco Central Europeo y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.