Bancos vs. medioambiente: ¿cómo es la banca ‘eco-friendly’?
El cambio climático es una realidad. La ONG Greenpeace aporta un dato revelador a este respecto: "el 97 % de los científicos está de acuerdo en que el cambio climático está sucediendo ya". Lo cierto es que algunos efectos ya se pueden notar, según la ONG, como, por ejemplo, el aumento de la temperatura global, el aumento del nivel del mar o el deshielo de los polos.
El sector bancario se ha puesto las pilas durante los últimos años, conscientes del impacto ambiental que genera la industria financiera, sobre todo de forma indirecta a causa de los proyectos que financian. Durante el pasado año, las entidades que realizan obra social en España destinaron 60 millones y medio de euros a financiar actividades y proyectos relacionados con el medio ambiente, alrededor del 8,22 % del presupuesto total de la obra social, a tenor de los datos publicados por CECA. Gracias a esa partida, se mantuvieron 19.413 actividades de las que se beneficiaron más de cuatro millones y medio de personas.
El compromiso de la banca española
La gestión ambiental ha cobrado peso dentro de la banca española. Prueba de ello son los compromisos en política medioambiental adquiridos por las entidades patrias, así como la adhesión a los principales acuerdos, tanto internacionales como españoles, en este terreno. El Grupo Español para el Crecimiento Verde, que tiene entre sus objetivos el desarrollo de una economía baja en carbono, cuenta con casi una cuarentena de empresas adheridas, entre las que se encuentran BBVA, CaixaBank y Banco Santander.
Pero uno de los referentes a nivel internacional son los Principios de Ecuador, fundados en 2003, cuyo objetivo es que las entidades adheridas adopten unos estándares a la hora de tomar decisiones para velar por la responsabilidad social y el respeto al medio ambiente, y "garantizar que los proyectos para los que prestan financiación y asesoramiento se llevan a cabo de manera socialmente responsable". En la práctica, estos principios se aplican sobre los proyectos que requieren financiación y cuyos costes alcanzan los diez millones de dólares y sobre los préstamos corporativos a partir de 100 millones.
Actualmente son seis los bancos nacionales que han firmado estos principios, sin contar el Instituto Oficial de Crédito. El primero en hacerlo fue BBVA, en mayo de 2004. Le siguieron, por este orden, CaixaBank, Banco Santander, Banco Sabadell, Banco Popular y, finalmente, Bankinter.
En el caso de BBVA, la entidad financió 44 proyectos en base a estos principios durante el año 2014, según publica la entidad, por un importe total de 1.867 millones de euros. Durante el mismo período, CaixaBank evaluó nueve proyectos con una participación de 270 millones de euros por parte del banco.
Productos verdes, la cara amable de la industria
Pero, sin duda, el mejor escaparate de la banca para demostrar sus esfuerzos para con el medio ambiente son sus productos, al alcance de los consumidores de a pie. Los servicios eco-friendly de los bancos están ganando peso. En lo que respecta a la financiación, Bankia, Kutxabank, MicroBank, Bigbank, Triodos o Caixa Ontinyent son algunas de las entidades que han apostado por los productos verdes. Los ecopréstamos y las hipotecas sostenibles están pensadas para financiar proyectos o comprar bienes respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, costear la compra de un coche eléctrico, financiar la adquisición de electrodomésticos de bajo consumo, mejorar la eficiencia energética de una vivienda o sufragar la compra de una casa con una eficiencia energética alta.
Además, por lo general este tipo de créditos suelen tener tipos de interés por debajo de la media, por lo que salen más baratos que los créditos corrientes, según ha podido comprobar el comparador de productos financieros HelpMyCash.com.
Otra medida que ha adoptado la banca es apoyar la reforestación. Concretamente, MicroBank lleva un lustro colaborando con la reforestación del parque de Doñana. Gracias a su Cuenta Verde y a la colaboración con la ONG WWF, la entidad planta un árbol por cada cliente que cumpla una serie de requisitos. Según los datos ofrecidos por MicroBank, en 2016 se destinaron 10.000 euros al programa.
Aunque, sin duda, las tarjetas son el producto financiero que más efecto directo tiene sobre el medio ambiente, al estar fabricadas en PVC, un material no biodegradable. Contra ello lleva más de una década luchando Triodos Bank, cuyas tarjetas de crédito y débito se fabrican con materiales biodegradables.
La huella ambiental de la gran banca
En 2016, CaixaBank emitió 36.177 tCO2eq (medida en toneladas que sirve para calcular la emisión de gases de efecto invernadero). Banco Santander, 422.849 toneladas y BBVA, 415.906 (datos relativos a 2015).
Planes para reducir el consumo
La banca española ha aunado esfuerzos para mejorar su responsabilidad ambiental que se ha visto reflejado en sus planes estratégicos. CaixaBank dispone de un Plan Ambiental trianual (2016-2018) con medidas para reducir la huella de carbono de la entidad y potenciar las energías renovables. Según señala la entidad:
Parece ser que la jugada ha obtenido su reconocimiento, ya que el Ministerio de Agricultura ha otorgado al banco el sello Calculo + Reduzco + Compenso del Registro de Huella de Carbono, lo que la ha convertido en el primer banco en obtener dicho reconocimiento.
Banco Santander puso en marcha en 2016 un plan trianual de eficiencia energética, orientado a reducir el consumo eléctrico de los edificios un 9 % entre 2016 y 2018, disminuir el gasto en papel y reducir la emisión de gases de efecto invernadero, entre otras medidas.
El Plan Global de Ecoeficiencia de BBVA para 2020 va en la misma línea que los anteriores y ha fijado las siguientes metas, entre muchas otras:
Índices para medir la actuación de los bancos
La tiranía de los índices también ha llegado al sector de la sostenibilidad. Su función es ayudar a los inversores y al público en general a valorar la gestión social y medioambiental que hacen las compañías. En este sentido, CaixaBank ha revalidado su aparición, por cuarto año consecutivo, en el índice Climate A list de CDP, que valora la gestión de miles de compañías para mitigar los efectos del cambio climático.
Junto con Bankia son las dos únicas entidades españolas que ha logrado un puesto en este prestigioso índice. Pero hay más: el Euronext Vigeo index Eurozone 120, el índice Ethibel Sustainability Index (ESI) Excellence Europe, el FTSE4Good y el prestigioso Dow Jones Sustainability Index, del que solo 28 bancos han conseguido formar parte en la edición de 2017, entre ellos tres españoles: CaixaBank, Banco Santander y Bankia.