El juez no puede embargar las cuentas de Luis Medina porque el comisionista solo tiene 247 euros
El empresario utilizó su comisión de un millón de euros para comprarse un yate y bonos por valor de 400.000 euros.
El juez Adolfo Carretero todavía no ha podido proceder al embargo de las cuentas bancarias del comisionista Luis Medina tras solo contar con 247 euros, en el marco de la investigación por una presunta estafa al Ayuntamiento de Madrid en la compra de mascarillas para la ciudad, según han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press.
El magistrado ha reclamado a la Fiscalía y a los abogados que se han personado en la causa que propongan nuevas medidas económicas para que el empresario pueda hacer frente a sus responsabilidades civiles.
Según señala la providencia judicial, Luis Medina ya no tendría los bonos de inversión que compró con parte del millón de euros que cobró en comisiones por participar en una operación de compra-venta de mascarillas. En concreto, compró cada bono por 200.000 euros, según consta en la querella de la Fiscalía Anticorrupción.
La pasada semana, el magistrado acordó el embargo de forma preventiva de los bienes de Luis Medina y Alberto Luceño. Esta medida se lleva a cabo para garantizar que una futura sentencia condenatoria se cumpla, es decir, sirve como una medida cautelar para que las autoridades se aseguren de que la deuda pendiente se terminará saldando.
Yates, coches de alta gama y viviendas de lujo
Entre los bienes de Medina figura un yate modelo Eagle 44, llamado Feria y por el que pagó 325.515 euros del millón de euros que cobró por una de las operaciones. Según ha comentado el propio Luis Medina, el yate ‘Feria’ estaría confiscado.
Su socio destinó el dinero recibido por intermediar en la adquisición del material sanitario, a la compra de vehículos de alta gama, relojes Rolex, y una vivienda de lujo en Pozuelo con tres plazas de garaje.
La querella presentada recientemente por el Ministerio Público atribuye a los supuestos comisionistas la comisión de los delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales por irregularidades en una operación de compra-venta de material sanitario en marzo de 2020.
Según la querella, Alberto Luceño y Luis Medina “actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico, ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de adquirir grandes remesas de material sanitario fabricado en China”.
Luis Medina fue la persona que contactó con el Consistorio, aprovechando su condición de personaje público y “su amistad con un familiar del alcalde de Madrid”, un extremo que negó el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.