Ayuso ya es presidenta nacional... de Tabarnia
La Asamblea Nacional de Tabarnia, la organización catalana antiidependentista, otorga el cargo simbólico a la jefa del Gobierno autonómico por "plantarle cara al comunismo".
Un poco de humor anticomunista para pasar este martes de sesión en el Senado. (Dejen la amargura y la crispación de lado al menos un rato). El mismo día que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo se abofeteaban dialécticamente en la cámara alta, Isabel Díaz Ayuso tuvo, horas antes, una sesión de investidura muy particular.
La presidenta de todos los madrileños ha sido investida este martes como “presidenta de Tabarnia” con la intención de unir este “reino” con el de la Comunidad de Madrid, a la cual se ha referido como “Tabernia”. Con humildad, se ha mostrado dispuesta a emular la labor nada menos que de su tocaya Isabel la Católica, que unificó Castilla y Aragón.
“Una nueva Isabel vuelve a unificar dos reinos: Tabarnia y Tabernia”, ha expresado Díaz Ayuso en el acto sarcástico de su toma de posesión, organizado por la denominada Asamblea Nacional de Tabarnia.
Esta plataforma antiindependentista ha nombrado a la presidenta madrileña como su representante en Madrid por “plantarle cara sola” al comunismo, a la intolerancia y hasta “al fuego amigo” dentro de su propio partido y por ser quien mejor representa “la libertad” que reclaman los catalanes frente al independentismo.
“Una nueva Isabel vuelve a unificar dos reinos: Tabarnia y Tabernia”, ha expresado Díaz Ayuso en el acto sarcástico de su toma de posesión, organizado por la denominada Asamblea Nacional de Tabarnia.
Esta plataforma antiindependentista ha nombrado a la presidenta madrileña como su representante en Madrid por “plantarle cara sola” al comunismo, a la intolerancia y hasta “al fuego amigo” dentro de su propio partido y por ser quien mejor representa “la libertad” que reclaman los catalanes frente al independentismo.
Tabarnia es el neologismo elegido por esta plataforma para la zona comprendida entre las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona y de la que reclaman su secesión de la Cataluña independentista utilizando la sátira y el humor, y han elegido a Díaz Ayuso como su representante en Madrid con el afán de “reconquistarla”.
Pero también por ser una defensora incondicional del “estilo de vida tabernario”, que la presidenta madrileña defendió a ultranza cuando el presidente del CIS, José Félix Tezanos, tachó a ella y a los votantes del PP de “tabernarios” en las elecciones de mayo de 2021, en las que Díaz Ayuso arrasó.
“Nos encanta tomar algo con nuestra gente si el día sale mal, y si sale bien, pues también, para celebrarlo”, ha dicho la mandataria en el acto, celebrado en un restaurante de la región.
Por ello, la presidenta madrileña toma este nuevo cargo “como buena tabernaria” para unir “a los taberneses de Cataluña con los tabernarios de Madrid”, que tienen, ha dicho, “mucho en común”.
“Frente al autoritarismo, libertad, ley e igualdad ante ella; frente a la tiranía, verdad; y ante el despropósito político, ciudadanos adultos, responsables y bravos”, ha remarcado la presidenta madrileña, que ha recalcado que defenderá la Constitución de 1978 y al rey como representante de Tabarnia.
A diferencia de Cataluña, en Madrid “se cumple la ley” y su Gobierno se dedica a gestionar “y no a crear problemas y divisiones”, ha subrayado Díaz Ayuso, que ha asegurado a los “taberneses” que “nadie se va a encontrar con su ex pero tampoco con tractorianos con lazo”.
Porque al igual que en Madrid hay madrileños de Cataluña, de Extremadura, de Cuba o de Venezuela, como ha aludido Díaz Ayuso en numerosas ocasiones para defender “la libertad” de la capital, uno puede ser “tabernesa de Tabernia”.
En el acto, enmarcado en el humor, también han sido nombrados “embajadores de Tabarnia en Madrid” Manolo de la Calva y Ramón Arcusa, del Dúo Dinámico, el periodista Javier Cárdenas, el cantautor Alejandro Abad y la actriz Mónica Pont.
El broche final de la gala ha sido la presentación del nuevo himno de Tabarnia, que dice: “No a la independencia, somos la resistencia, no nos detendremos jamás”, y la entrega a la presidenta de una figura de Manolita I de Tabarnia con su rostro y un gesto puramente tabernés: un corte de manga.