Las ‘ganas’ de poder de Ayuso: lamina al anterior PP de Madrid y se entroniza como la gran baronesa
Así ha sido la primera jornada del congreso del PP de Madrid, de la pleitesía de Almeida al ascenso de Alfonso Serrano.
Cuando entra en un sitio, se nota quién tiene el poder. Y, desde primera hora de este viernes, lo ha querido dejar claro. Isabel Díaz Ayuso llegaba pisando fuerte al congreso, su congreso, del PP de Madrid, acompañada de los otros dos tótems de la Santísima Trinidad del Partido Popular regional desde ahora: Miguel Ángel Rodríguez y Alfonso Serrano.
Sin piedad. Ha sido el último entierro en diferido del ‘casadismo’. Ya tiene lo que quería: la Presidencia del PP de Madrid. Todo el poder en sus manos, con dos despachos trabajando a sus órdenes: la Puerta del Sol y la primera planta del número trece de la calle de Génova. Que nadie le chiste. Por supuesto, nadie se ha acordado de Pablo Casado, el amigo que confió en ella y que luego se convirtió en el gran enemigo a batir. Lo batió, lo batió.
Desde el 4 de mayo del año pasado tenía la obsesión de hacerse con las riendas del PP de Madrid. Casado y Teodoro García Egea no querían, se resistieron, pero no pudieron con la ambición y la fuerza de Díaz Ayuso. La presidenta de Madrid era la líder moral dentro de la formación en la comunidad y ya ha sido ungida en una votación de candidatura única -con el 99,12% de apoyo-.
Ayuso ya manda sobre los más de 85.000 militantes del PP madrileño, una auténtica maquinaria imbatible en estos momentos en la comunidad y que maneja todos los resortes del poder político y económico del territorio. Su desembarco oficial lo ha hecho arropada de los ‘barones’ del partido en la primera jornada del cónclave (y ella ha presumido de no quitarse de fotos en las que sea la única mujer).
En esta “nueva etapa”, como la ha definido, barre al viejo PP del distrito de Salamanca, de aire clasista y educado en colegios privados. Ese al que pertenecía Pablo Casado. Ella tiene unos aires más trumpianos, confundiéndose a lo largo del día muchas veces su discurso con el de Vox, pero que cala entre mucha gente de la calle. Esa obsesión se le nota, tiene todavía más ansias de ampliar electorado, fijándose especialmente en el voto migrante (ha creado un área para ello y luciendo en los vídeos banderas de Venezuela y Cuba) y en el sur de Madrid. Es su gran misión de cara las municipales del año que viene. Que todo está pensado, por eso ha colocado como presidente de congreso a Miguel Ángel Recuenco, líder del PP de Leganés.
En su primera dirección elaborada por ella ha designado a Alfonso Serrano como secretario general, o más bien, como ha confesado y es habitual nomenclatura no oficial en el partido, “general secretario”. Es el hombre de su máxima confianza, hasta ahora portavoz en la Asamblea (por cierto, quiere llamarla Parlamento) y un leal compañero de trabajo. Con un discurso muy similar al de ella, con gusto por las afrentas rudas contra la izquierda. El ayusismo hecho carne.
En esta cúpula tendrá también como personas con más poder a Ana Millán (Vicesecretaría de Organización y Territorial), Jesús Moreno (Vicesecretaría de Acción Política), Inmaculada Sanz (Vicesecretaría de Sectorial) y Jorge Rodrigo (Vicesecretaría de Electoral). Sí, sí, repitan Ana MIllán, alcaldesa de Arroyomolinos y que está investigada por un presunto delito de prevariación administrativa.
Ayuso llega con las “manos libres” y quiere un PP pegado a la calle. “Somos el partido del pueblo”, se ha vendido ante los suyos, repitiendo la consigna: “Somos un partido callejero y pandillero de plazas, terrazas, comercios, estadios o empresas”. Adiós a la época de Ana Camíns y de Ana Isabel Pérez Baos (¿Cómo le habrá sentado la frase de “quiero un PP de jóvenes y no de viejos de Nuevas Generaciones?”).
Por cierto, que la propia Ayuso ha confesado que estas ideas del congreso le llegaron principalmente después de la misa de San Isidro, cuando se le acercó mucha gente que necesitaba un abrazo. Pues hoy Ifema -la feria de Madrid- era todo una fiesta para ella (aunque el pabellón quedaba grande para los asistentes). Con la versión roquera del PP a toda mecha por los altavoces en sus apariciones, aunque luego se alternaba en los descansos con house y ‘cantaditas’. Dale, dale, que ahora suenan Dua Lipa y Elton John con su Cold heart. Ay, el corazón helado también, que en todos los vídeos no había ni rastro de Casado (hasta cuando se ha recordado puestos como la secretaría de Comunicación en Génova). Al anterior líder ni se le ha invitado.
Bien de imágenes de Cristina Cifuentes. Y por allí pululando también como ‘referente’ andaba Esperanza Aguirre, y eso que está bien de audios estos días. Pero lecciones de honradez, “ni una”. Eso decía el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el hombre más entregado al ayusismo después de haber sido ariete de Casado contra ella hasta hace dos días. “Isa, aquí tienes a tu partner”. Ahí lo ha dejado. De las macarillas ya otro día hablamos.
Todos los que han pasado por el escenario le han rendido pleitesía. Los mismísimos barones, de Juanma Moreno a Fernando López Miras pasando por Alfonso Fernández Mañueco y Alfonso Rueda. Madrid siempre tiene ese aire ‘alfonsino’, de galope por la Gran Vía. Ella también se ha acordado, para bien, de Alberto Núñez Feijóo, que le ha dejado manos libres para este cónclave, que convocó corriendo para calmarla nada más llegar a la dirección nacional. Porque todos, en el fondo, le tienen un poco de miedo después de ver cómo actuó en la crisis interna. Ella lo niega, pero nadie descarta que este no sea el último trampolín que quiera saltar.
Que aquí hay mucho orgullo “tabernario” -y hasta grifos de cerveza abiertos durante las votaciones-. Ayuso tiene su propio imaginario y su lenguaje. Que no, que no se ha olvidado de Pedro Sánchez. Arranquen: “El Gobierno más autoritario desde la dictadura”. Que la izquierda sólo quiere “marihuana”. Y una orden muy directa ha dado delante de todos a los nuevos miembros de la dirección del PP: “Prohibido, bajo amenaza de penalti y tarjeta roja, hablar con perspectiva de género ecorresiliente empoderado, porque esto significaría que no se ha enterado de nada de lo que está pasando”.
Venga, que hay que diferenciarse en algo de Vox. Gesto de “no, no” cuando Juanma Moreno dice que hay otros partidos que quieren devolver al Gobierno central la gestión de la Sanidad y de la Educación. El andaluz ha aprovechado su visita a Madrid para promocionarse para el 19-J y ha prometido llevar al sur la misma fiscalidad que tiene Ayuso. También ha aprovechado para quitarse la careta Fernández Mañueco, que ha confesado que él le decía a ella que lo normal no era que no fuera presidenta del PP de Madrid. Ay, Casado que estás en los cielos.
Ayuso, tras 17 años de militancia, logra hacerse la jefa en el 17 congreso del PP de Madrid. La alumna de Aguirre y Cifuentes ya está a los mandos. El lema del congreso es “Ganas”. Ella ya ha demostrado sus ganas de poder.