Hasta qué punto perjudica a la izquierda que haya tres listas frente a Ayuso
Más Madrid ha rechazado la propuesta de Iglesias de ir juntos.
Madrid se prepara para la gran batalla del 4 de mayo. Una contienda autonómica pero que ya es un terremoto a nivel nacional. Una partida a muchas bandas y que definirá el futuro político de España en los próximos años. Y la izquierda irá dividida, con tres candidaturas potentes del PSOE, Más País y Unidas Podemos. ¿Pero servirá para derrotar a Isabel Díaz Ayuso? ¿Se ha pegado un tiro en el pie el progresismo al no conseguir listas unitarias? ¿Qué consecuencias tendrá?
Pablo Iglesias en su anuncio sorprendente de que se presentará a las elecciones en Madrid lanzaba la propuesta a Íñigo Errejón de concurrir bajo el mismo paraguas y se mostró incluso dispuesto a ir por detrás de Mónica García en la candidatura (previo paso de primarias). Pero en Más Madrid han sido claros: pelearán con sus propias siglas y entienden que tres marcas ayudan más a movilizar al electorado. La eterna pelea de la izquierda.
Ahora Ángel Gabilondo, Pablo Iglesias y Mónica García deben pelear por electorado, muy sensible a las guerras internas y en mitad de una pandemia. Tienen que buscar el equilibrio de quitarle votos a los de al lado, sin entrar en el eterno conflicto que lleve a la desmovilización del electorado de izquierdas. Todo ello bajo la sombra de la abstención, que se ha visto en recientes elecciones como las catalanas, con unas elecciones en martes y con el reto de lograr que los barrios obreros y humildes venzan la desafección y acudan a las urnas. La derecha, en cambio, nunca falla a la cita.
Todos en la izquierda tienen muy presente lo que pasó en las municipales de hace menos de dos años, cuando Manuela Carmena no logró retener la alcaldía por varios factores como la división en el espectro (Pablo Iglesias apoyó la candidatura de Madrid en Pie de Carlos Sánchez Mato) y la erosión del apoyo en distritos obreros, como Puente de Vallecas, Latina y Carabanchel.
¿Esto aboca directamente a la derrota? El politólogo Pablo Simón cree que no es un problema que vaya separada la izquierda. ¿Por qué? La primera razón: “El sistema electoral en Madrid es muy proporcional. Una vez superada la barrera del cinco por ciento, prácticamente tienes los escaños que te tocan. Si no hay peligro de no superarlo, no hay inconvenientes”.
Todo el mundo habla de esa cifra del 5%. ¿Por qué? La ley electoral madrileña establece en su artículo 18.2 que para la distribución de escaños “sólo serán tenidas en cuenta las listas que hubieran obtenido, al menos, el 5 por 100 de los sufragios válidamente emitidos”. Esto fue lo que le pasó, por ejemplo, a IU con Luis García Montero en 2015, que no logró esa cifra y no pudo obtener ningún asiento en la Asamblea. Este temor existía en Unidas Podemos ahora, pero la presentación de Pablo Iglesias lo disipa, al entenderse que tiene mucho más tirón con Isa Serra y superará ese umbral.
Simón, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid, explica la siguiente razón por la que cree que no perjudica que vayan separados: “Si algo hemos aprendido, es que uno más uno no es dos en una coalición”. “Hay muchos rechazo cruzados entre votantes, en el caso de Podemos es muy flagrante. Hay gente de Más Madrid que jamás votaría a Iglesias y ,al revés, hay gente de UP que no votaría a algo que huela a errejonismo”.
Para agregar una tercera razón por la que no es malo que haya varias listas: “Los cuadros y los militantes se llevan mal. Cuando haces campaña, habrá tropiezos continuos”. “No es inconveniente que haya tres listas, como si hay doscientas, mientras se pase de la barrera del 5%”, resume el politólogo.
Isabel Díaz Ayuso parte como favorita en esta contienda, según las primeras encuestas, aunque todavía no se ha reflejado el hecho de la aparición de Pablo Iglesias y de que haya tres listas. ¿Puede la izquierda vencer todavía a Ayuso? José Pablo Ferrándiz, investigador principal de Metroscopia, contesta: “En estos tiempos nada es imposible. Todo es posible. Y una de las cuestiones posibles, aunque muy difícil, es que la izquierda pudiera sumar más que la derecha”.
“Hoy por hoy parece complicado. ¿Qué se tendría que dar? Una participación muy elevada y que ese aumento fuera para esas tres candidaturas”, añade Ferrándiz, que subraya que “Madrid es muy proporcional porque distribuye muchos escaños”. Señala que la candidatura de Iglesias aleja el riesgo que tenía UP de quedarse por debajo del temido 5%: “Ahora sumarían todas por encima de ese cinco”.
“Por lo tanto, todo lo que consigan va a ser proporcional a su resultado y no se va a tirar voto a la basura. Además, hay mayor capacidad de elección. Beneficia más a la izquierda. Si se ha demostrado algo en España, es que las sumas no suman. Al revés, en la mayoría de los casos restan”, argumenta, para explicar: “Una candidatura única de Más Madrid y Podemos podría dejar a electorado fuera”. “Desde el punto de vista numérico, es mejor que vayan tres. Desde el punto de vista político, creo que Iglesias tenía una estrategia: el abrazo del oso a Más Madrid”, sostiene.
“Pero de ahí a que las tres puedan llegar a quitarle el Gobierno a la derecha parece muy complicado”, sostiene Ferrándiz, “porque el electorado de la derecha en estos momentos está muy movilizado”. A lo que agrega: “Creo que la candidatura de Pablo Iglesias va a hacer que se movilice todavía más, no va a faltar prácticamente ninguno”. “A la izquierda la veía muy desmovilizada, no sé yo si la candidatura de Iglesias va a generar o arrastrar a esa parte desmovilizada”, continúa.
Ferrándiz precisa que no cree que la división de la izquierda lleve a la desmovilización de su electorado, sino que el problema puede ser precisamente la “confrontación”: “La gente está cansada. No estamos ahora mismo para campañas épicas. Llevamos tantas elecciones desde 2015, la pandemia… el sentimiento mayoritario de la gente es de cansancio y no quiere una confrontación ahora de comunismo contra fascismo. La gente no está en eso. Eso puede ser más desmovilizador que el hecho de que haya tres candidaturas en la izquierda”.
Iglesias ha reconocido ya estos días que hay que movilizar a los barrios más humildes y obreros. ¿Se logrará? Ferrándiz responde: “Es la gran pregunta. La participación es fundamental en todas las elecciones, pero en estas, más. Pero es martes y no sabemos cómo va a afectar. Además, venimos de un puente en Madrid. No sabemos si habrá o no cuarta ola del coronavirus. Hay muchas dudas”. Añade: “No creo que la figura de Pablo Iglesias sea ahora mismo una motivación suficiente para la gente que dice en las encuestas que no iba a ir a votar”. Señalando que no se trata de que se movilicen los barrios humildes, sino que se active la gente de izquierdas.
Todo ello con un gran pastel electoral: los votos de Cs. Díaz Ayuso está convencida de que se los llevará ella, pero Ángel Gabilondo, con un tono moderado y dialogante, también intentará pescar en ese caladero. El investigador de Metroscopia relata: “La caída de Cs va a seguir ampliándose, Aguado tiene mensajes contradictorios. Pone a caldo a Ayuso, pero dice que volvería a hacer un Gobierno con ella”. Esto choca con el votante tan “pragmático” de Cs, añade. Por lo que entiende que mucha gente que votó a los naranjas se quedará en casa o puede ver un voto “más atractivo en Ayuso que en Gabilondo”. “El electorado de Ciudadanos en Madrid es más de derechas”, resume.
Los mensajes de la izquierda en estos días van en el sentido de que hay que frenar a Vox y de que Madrid se puede convertir en un gran laboratorio para la derecha y la ultraderecha. ¿Eso levantará al electorado progresista? Ferrándiz indica que “ese no pasarán” ya estaba y “ya están gobernando”. “Decir que viene el fascismo a Madrid cuando llevamos años del gobierno del PP y apoyado por Vox… tampoco va a calar mucho ni va a ser un elemento movilizador”, ahonda. Pero, en cambio, ve que sí tiene Ayuso más “capacidad” para movilizar en el electorado de derechas diciendo que ella es el voto útil: “Si no, llegan los rojos, Pablo Iglesias… Va a hacer que concentre más el voto”. “¿Por qué vas a votar a Monasterio pudiendo votar a Ayuso? ¿Qué diferencias encuentras? Además, sabes que una va a ser la presidenta…”, comenta.
Nacho Corredor, politólogo y consultor de BeBartlet, señala sobre esta cuestión que una de las dudas que había en la izquierda era que UP pudiera obtener representación parlamentaria por el sistema electoral madrileño. “Parece que con la decisión de Pablo Iglesias de ser candidato esa barrera la va a superar”, comenta como los otros politólogos. Al ser circunscripción única, recuerda, el modelo de reparto es “muy proporcional”.
“Previsiblemente la izquierda tendrá tres partidos en la Asamblea. Que haya tres partidos facilita que cada uno de los distintos partidos pueda maximizar el número de votantes. No siempre en política la suma de uno no son dos”, reflexiona. A la vez, explica Corredor: “Pablo Iglesias ha intentado con este movimiento en el que renuncia a la Vicepresidencia del Gobierno vengarse de Errejón, intentar que desparezca su espacio político y que en caso de que no haya mayoría de izquierdas poderlos responsabilizar. Sin embargo, no hay ningún elemento racional que indique que ir por separado va a ser perjudicial”. “Puestos a buscar la unidad de la izquierda, ¿por qué no está presente en el debate público que el PSOE y Más Madrid vayan juntos y sí UP con Más Madrid?”, lanza como última reflexión este politólogo.
La izquierda ya ha decidido… por separado y en tres grandes candidaturas. Ahora toca el turno de los votantes.