Un mes del Gobierno ‘a lo Ayuso’: del asalto a Telemadrid al chiringuito de Cantó
El Ejecutivo madrileño cumple sus primeros 30 días en mitad del caos por la vacunación, a la cola de España, y con la presidenta buscando un discurso nacional .
Baja las escaleras sola desde la planta de su despacho. La esperan todos, no mira a su familia para no emocionarse. Isabel Díaz Ayuso prometía su cargo el pasado 19 de junio en la Puerta del Sol, con la atenta mirada de Pablo Casado y de los otros presidentes autonómicos del Partido Popular. En primera fila seguía también la ceremonia Miguel Ángel Rodríguez, su jefe de gabinete, mientras que en segunda estaba Teodoro García Egea. Por allí pululaban además Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros.
Ayuso conseguía su ansiado Gobierno en solitario, en connivencia con Vox. Habían pasado apenas unas semanas de su arrolladora victoria el 4-M, consiguiendo más escaños que todos los partidos de izquierdas juntos. Mucho voto prestado, ha reconocido la dirigente popular. Todo por una campaña basada en la “libertad” y la confrontación con el Gobierno de Pedro Sánchez. Prometiendo medidas laxas y empuje económico frente al socialismo y el comunismo.
Pero ahora le toca concretar esa “libertad” en normas y decretos. ¿Y cuáles han sido sus prioridades treinta días después? Pues la primera ley que se ha aprobado en la Asamblea de Madrid ha sido una para controlar Telemadrid y poder nombrar a un administrador provisional, José Antonio Sánchez, votante del Partido Popular, que estuvo con Mariano Rajoy en TVE y que pasó anteriormente también por el ente madrileño para ejecutar un ERE que afectó al 70% de la plantilla.
Esa ha sido la principal medida legislativa de Ayuso, que siempre ha criticado que Telemadrid iba contra su Gobierno. Y lo hace dando argumentos que no tienen que ver con la realidad, pues el ente había doblado su audiencia y saneado sus cuentas durante este periodo bajo el liderazgo de José Pablo López. El cambio hecho por el PP, apoyado por Vox, elimina esa pluralidad de la hasta ahora ley vigente: pues permite al Gobierno nombrar al administrador mientras no haya un consenso de dos tercios y sin fecha de cese. La primera decisión del administrador el pasado viernes fue la de cesar al equipo de dirección de Telemadrid y de Onda Madrid.
Otra de las decisiones que se han tomado por parte de Ayuso ha sido la de bloquear la comisión de investigación que pedía la oposición para estudiar lo que pasó en las residencias de mayores durante la pandemia. Los populares han conseguido que no se reabra ese órgano gracias al apoyo en forma de abstención de los de Rocío Monasterio (que en un principio eran favorables).
Ayuso también se ha dado prisa durante ese mes para buscarle un hueco a Toni Cantó, que fue expulsado de las listas por fallo del Tribunal Constitucional. Ha creado un puesto ad hoc: la Oficina del Español, en la que sólo está él en nómina con la excusa de convertir Madrid en la gran capital europea del castellano y aludiendo a que el idioma está en peligro en otros lugares por los independentistas. Por ahora, el exdirigente de UPyD y de Ciudadanos ha dedicado la mayor parte del día a tuitear criticando al Gobierno de Pedro Sánchez (señalando hasta al hijo de la nueva ministra de Educación) y la izquierda. Todo en contra de la filosofía que había desplegado contra los “chiringuitos”. El sueldo del valenciano será de 75.000 euros al año por el nuevo puesto aprobado por la Comunidad de Madrid.
El nuevo Consejo de Gobierno de Ayuso también ha dado ya luz verde a su nueva ley educativa, que blinda la educación concertada y la especial, intentado ser un freno a la aplicación de la ley Celaá. Asimismo, el proyecto madrileño mantiene la segregación por sexos en centros mantenidos con fondos públicos. Actualmente, en Madrid el 54,5% de los alumnos estudia en centros públicos, en tanto que el 29,6% en concertados y el 15,9% en privados.
En este mes que lleva en la Puerta del Sol como presidenta sin Gobierno de coalición, Ayuso sigue buscando en todo momento una dimensión nacional. En su reciente visita a La Moncloa, se dedicó principalmente a atacar en la rueda de prensa a Pedro Sánchez con un discurso que rebasaba las fronteras autonómicas hablando de que España está “secuestrada” por lo independentistas y diciendo que lo que pasa en Cataluña se extenderá por el País Vasco, Navarra, Baleares y la Comunidad Valenciana. Y, en cuanto puede, se mete en los charcos nacionales e internacionales para atizar a Sánchez, como ha hecho estos días con Cuba, iluminando la Puerta del Sol con los colores de la bandera del país caribeño y repitiendo su eslogan de campaña: “Comunismo o libertad”. El Gobierno de Perú ha mostrado su indignación con Ayuso después de que dijera que allí habían votado “hasta 40.000 muertos”.
Este primer mes de Ayuso como presidenta llega en mitad de los problemas por la vacunación en Madrid. Prometió pinchar durante todo el día y la noche, se vendieron las imágenes de las madrugadas en el Zendal. Pero la administración de la segunda pauta se ha convertido en un caos con muchos ciudadanos sin haber recibido el sms con su cita ni teniendo información.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha pedido “paciencia” a los ciudadanos hoy ante esta situación y ha marcado la posibilidad de que el intervalo se alargue de los 21 días a los 28 entre la primera y la segunda pauta de Pfizer. La justificación es de “escasez” y de recibir menos dosis del Gobierno central. Pero según los datos del Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid tiene en su poder y sin utilizar en nevera 612.594 dosis, ya que ha puesto el 91,8% de las recibidas (sólo Melilla tiene un porcentaje menor). Lo que descarta el Ejecutivo madrileño es endurecer medidas ante la quinta ola que se está viviendo.
El primer mes, a lo Ayuso.