El tándem artificial Ayuso-Feijóo en acción: formas cariñosas y mensajes duros de fondo
El gallego unge a la madrileña llenándola de alabanzas pero con el deber envenenado de una mayoría absoluta, mientras ella lanza un duro discurso nacional planteando dar la guerra ideológica.
Besos, abrazos, alabanzas, loas, muestras de cariño, palabras mimosas, gestos cercanos. Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso han querido exhibir su especial y artificiosa unidad en la clausura del congreso del PP de Madrid, en el que han dado por iniciada una nueva etapa pero en la que han lanzado también mensajes con mucho fondo (a su estilo cada uno).
Una de las primeras cosas que hizo Feijóo al llegar a la dirección del PP fue dar vía libre para la celebración del cónclave del PP de Madrid, que fue el motivo de la guerra cainita entre Pablo Casado y Ayuso. Y esa cita ha llegado este fin de semana, con un paseo triunfal de la madrileña, que ha sido proclamada con el 99,12% de votos.
En la última jornada los dos se han reencontrado, con toda clase de fotos de cariño. Ella le esperaba a las puertas del pabellón de Ifema y han posado varios minutos delante de los fotógrafos. A partir de estos momentos los dos tendrán despachos en Génova 13 (él en la séptima y ella en la primera). El futuro de los dos está unido.
Él ha querido mostrar esa alianza cambiando el programa e interviniendo primero, para dejarle a ella el momento de máximo estrellato. El gallego no se ha cansado de hacer loas de la madrileña: “Se abre hoy una nueva etapa, brillante, aquí hay una líder”.
Según el líder nacional popular, el PP de Madrid está hoy “más unido, más comprometido y más sólido”. Borrando definitivamente el casadismo: “Todos sabemos que este congreso llevaba demasiado tiempo pendiente. Extendernos sobre ello es un ejercicio de nostalgia que no lleva a ninguna parte. Nos hemos preocupado demasiado sobre las cuestiones internas y por tanto, yo no pienso dedicarle un segundo porque no me interesa el pasado sino lo que va a pasar”.
Pero también ha dicho que tenía que poner “deberes”, como conseguir más alcaldías en las municipales del año que viene (algo que depende ya directamente de Díaz Ayuso como líder regional del partido). Y en un modo muy gallego ha dicho que hoy se ponía la piedra para una “mayoría absoluta” del PP de Madrid. A buen entendedor... Lo que ha señalado además es que los dos distintos pero tienen los mismos objetivos.
Ayuso ha aprovechado su discurso final ante el plenario para hacer una intervención de marcado carácter nacional, muy dura, con aires de Donald Trump, plagada de insultos hacia la izquierda. Hasta con faltas de respeto dichas a todo pulmón como decir que la ministra Irene Montero tiene como único éxito político “ser mujer de”.
Y ha llamado al “centro derecha” no sólo a arreglar la economía, sino a dar la batalla de las ideas -algo que no es muy del estilo de Feijóo, quien se centra en la economía y quiere pasar de puntillas sobre temas sociales-. Ella se ha levantado como “contrapeso” frente a La Moncloa mientras Núñez Feijóo no esté en el Gobierno.
Calentando todo el rato palabras contra las izquierdas y el sanchismo: “El socialismo subvenciona la pobreza: no acaba con ella. Y no gestiona servicios públicos: gestiona sentimientos y hace a la gente manipulable”.
A pesar de eso, luego ha dicho que la prensa intentará buscar divisiones y fricciones entre ellos dos, pero ha señalado que son piezas del mismo puzle de familia. Por ello, le ha ofrecido a su equipo de “tabernarios”, que están a la “entera disposición” del gallego para llegar a La Moncloa.
“Esto es gracias a ti, te honra el paso que has dado”, le ha dicho la madrileña a Núñez Feijóo.
Estas palabras han llegado después de minutos y minutos en los que ha hecho Ayuso ese duro y bronco discurso nacional centrado contra el Gobierno, afirmando que la izquierda hace que “ETA sea el pasado y el franquismo, rabiosa actualidad”. No han faltado las lanzas contra “narcoestados” con vínculos con Unidas Podemos y las supuestas proclamas de la izquierda de que “los porros son libertad”. Para ella todo parece la película de La vida de los otros.
“El centro derecha no puede huir de los problemas por mucho trabajo que den. Debemos defender un modo de vida, el que ha traído las mayores cuotas de prosperidad, entendimiento y libertad a lo largo de la historia. Todos los españoles lo hayan votado o no están comprobando en primera persona que ni el socialismo, ni muchos menos el ‘sanchismo’ funciona”, ha señalado en el pabellón 6 de Ifema ante los suyos. Además, han ido a arroparla otros líderes nacionales como Cuca Gamarra, Dolors Montserrat y Elías Bendodo, además de líderes populares de otras regiones como Carlos Mazó y Carlos Núñez.