Las agresiones son "casos puntuales" y otras siete perlas de Ayuso sobre el colectivo LGTBI

Las agresiones son "casos puntuales" y otras siete perlas de Ayuso sobre el colectivo LGTBI

“El Orgullo a la Casa de Campo no, porque hay familias”.

Isabel Díaz Ayuso con la bandera LGTBI de fondo.Getty Images

El eslogan de campaña de Isabel Díaz Ayuso “comunismo o libertad” pasó por arte de magia a ser “diversidad y libertad” este fin de semana. El Partido Popular colocó un stand en la madrileña calle Fuencarral, cerca del barrio de Chueca, como parte de su campaña para las elecciones a la Asamblea de Madrid del próximo 4 de mayo.

En él se podían ver banderas y emblemas del colectivo LGBTI como la bandera trans, bisexual y, por supuesto, la propia bandera arcoiris. Esto suscitó numerosas críticas y fue tachado de pinkwashing —estrategia de marketing que utiliza los derechos LGTBI para dar un lavado de imagen— . Basta recordar que el PP no se ha mostrado siempre como defensor de los derechos del colectivo: se opuso al matrimonio igualitario y actualmente se muestra “preocupado” por la ley trans.

Ayuso ha tenido sus propias perlitas sobre el colectivo, al que nunca ha apoyado abiertamente, y sobre el que ha dejado entrever ciertas reticencias ante medidas que buscan acabar con la discriminación como la educación LGTBI.

El 2 de julio de 2020 Isa Serra, le preguntó a Ayuso en la Asamblea de Madrid por las medidas que pretende lanzar a favor de las personas LGTBI y el apoyo que recibe de la extrema derecha claramente en contra del colectivo.

La respuesta de la presidenta autonómica fue que ese tema no era algo prioritario.

“No hemos preguntado la condición sexual de nuestros héroes en toda la pandemia porque hemos luchado todos juntos y de los casos puntuales de agresiones hoy se ocupa la ley, la policía y la solidaridad de todos”, sentenció.

Lo cierto es que solo hasta el 11 de marzo de 2021, el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia ha registrado 23 incidentes de odio en la Comunidad de Madrid. Lo que suponen unos dos incidentes semanales a personas por su identidad u orientación sexual. En 2019 esta cifra fue de 321, casi uno al día.

El Orgullo de 2019 estuvo marcado por la entrada de la ultraderecha en la Asamblea de Madrid y el Ayuntamiento de la capital. Vox se pronunció abiertamente en contra de la celebración del Orgullo LGTBI y Javier Ortega-Smith señaló que los mandarían “a la Casa de Campo con un contrato de responsabilidad para que la limpieza la paguen los organizadores”.

Sorprendentemente, la respuesta de Ayuso no arregló la situación. La presidenta autonómica señaló en una entrevista en la web Madridiario que la Casa de Campo no era la mejor opción para el Orgullo. Y no, no precisamente porque el colectivo fuese apartado del centro de la capital. “La Casa de Campo, ya no solo porque es un bien patrimonial, es también escenario de las familias, durante el fin de semana, de los que van a hacer deporte, etc”, señaló.

Cabe recordar que entre las 1,6 millones de personas que cada año acuden al Orgullo LGTBI hay muchas familias, tanto heteronormativas como LGTBI.

En julio de 2019, Ayuso tuiteó que las ideologías habían convertido a los homosexuales en “escudos humanos” y recomendó leer un artículo que ilustraba su posición.

Lo que no sabía es que ese artículo, escrito por Antonio Castillo, sentenciaba que “el homosexual es un ser monstruoso” y no abogaba precisamente por acabar con la discriminación. “La condición homosexual es minoritaria, rara, una condena y una bendición. ‘Desproblematizarla’ es un disparate”, se podía leer en el texto.

Si hay algo que ha marcado a Ayuso es su estrecha relación Vox en temas como el pin parental. Para acercar posiciones, la presidenta de la Comunidad de Madrid anunció que quería derogar algunos artículos de la ley LGTBI aprobada por su antecesora Cristina Cifuentes. Al no poder hacerlo, acusó a la “progresía tirana” de impedírselo.

Sobre esta normativa señaló en una entrevista con Jiménez Losantos en esRadio que tenía “una filosofía de partida que no era negativa” pero por el camino “se fueron imponiendo los colectivos que siempre politizan absolutamente todo”.

“Cuando estos colectivos se hicieron tan fuertes en estas leyes lo que consiguieron es hacer un flaco favor porque ahora muchas familias a su vez lo sienten como una agresión, y eso es lógico”, sentenció entonces.

En pleno debate sobre el pin parental, Ayuso volvió a acercar ideológicamente con Vox el pasado mes de marzo cuando se posición a favor de la “libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos”.

Sobre esto, además, mostró su acercamiento a la ultraderecha enfatizando un “no pienso criticar a Vox como hacen ustedes”.

Aunque ahora el PP madrileño utilice la bandera arcoiris para su campaña, no siempre se ha visto cómodo con ella. El Orgullo de 2019 fue el primero en el que no se colgó la bandera LGTBI en la sede de la Puerta del Sol y en la sede del Ayuntamiento en Cibeles lo hizo en un lateral. Entonces ambos ejecutivos se acogieron que estaban “siguiendo la sentencia del Supremo” que señala que no pueden colocarse banderas no oficiales.

Aguado ya se desmarcaba por entones de la líder autonómica y sí decidió colgarla en la sede de la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid.

Tras la polémica generada en el Orgullo de 2019, Susanna Griso le preguntó en una visita a su programa Espejo Público (Antena 3) que si le invitaban a una carroza del Orgullo iría. Su cara, además de decir que no solía ir “como otros muchos gais”, habló por sí sola.

  Díaz Ayuso en su visita a 'Espejo Público'.Antena 3
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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es