¿Aún no sabes cómo afrontar la astenia primaveral? (Sigue nuestros consejos)
Hay personas para las que la primavera es sinónimo de cansancio, tristeza y apatía.
Para la mayoría de las personas, la primavera es una explosión de vitalidad. La suavidad de las temperaturas unida al aumento de horas de luz propicia un sentimiento de euforia que se traduce en dinamismo y en ganas de emprender actividades. Pero no toda población reacciona de la misma manera. Existe un grupo de personas para las que la primavera es sinónimo de cansancio, tristeza y apatía. Son los que sufren la denominada astenia primaveral.
¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia afecta a alrededor de un 10% de la población, especialmente a mujeres. Es un conjunto de síntomas pasajeros asociados al cambio de estación, que pueden tener o no causas orgánicas. No se trata de ninguna enfermedad o patología. En general, guarda relación con la hipersensibilidad de ciertas personas ante los cambios climáticos.
Al parecer, detrás de la astenia se encuentra un descenso de las hormonas y neurotransmisores que proceden del hipotálamo (betaendorfinas y serotonina) y que son las responsables de las reacciones de euforia, felicidad y optimismo. En algunas personas, estas sustancias decaen en primavera y el resultado es un sentimiento de melancolía, desánimo e incluso depresión.
Fórmulas para combatir la astenia primaveral
Las personas propensas a sufrir astenia primaveral han de prestar una atención especial a aspectos como la alimentación y el ejercicio físico. Aunque suene redundante, la combinación de estos factores es la clave en la mejora de numerosos problemas de salud.
- DEPORTE
El sedentarismo es un mal aliado para combatir la astenia primaveral. El ejercicio físico es un generador natural de endorfinas, por eso conviene incorporarlo definitivamente a nuestras rutinas diarias. No hace falta lanzarse a prácticas deportivas demasiado exigentes. Para las personas no habituadas, bastará con caminar a buen ritmo durante al menos treinta minutos diarios.
El yoga también es un ejercicio muy recomendable: aporta equilibrio físico y mental, favorece la elasticidad de los músculos y proporciona herramientas para encarar las situaciones de una manera positiva.
- ALIMENTACIÓN
La alimentación es la principal fuente de energía de nuestro organismo y proporciona las vitaminas y minerales imprescindibles para fortalecer las defensas y hacer frente a posibles desequilibrios. Es conveniente mantener una dieta equilibrada, con una buena proporción de frutas y verduras. Los hidratos de carbono son imprescindibles, porque son los que proporcionan energía para afrontar las tareas diarias.
Existen alimentos que favorecen específicamente la producción de serotonina. Entre los alimentos ricos en triptófano, que ayudan a aumentar los niveles de este neurotransmisor, se encuentran el pescado azul, los cereales como la avena, el trigo y el maíz, los quesos y yogures, la yema de huevo, la soja, los cacahuetes, la carne de pollo y pavo, y las semillas de girasol. El chocolate también es fuente de triptófano, así como los frutos secos, especialmente las nueces, los pistachos y los anacardos. En cuanto a las frutas, las más recomendadas son el plátano y la piña. La jalea real y el ginseng son también buenos complementos para combatir la astenia primaveral.
- DESCANSO REPARADOR
Hemos de procurar que nuestras horas de sueño sean suficientes y reparadoras. Dormir poco y con interrupciones impide encarar las obligaciones laborales con predisposición y energía.