Asturias, de economía quebrada a meca del turismo
El Principado es, junto con Cantabria, la comunidad con mayor ocupación hotelera.
El coronavirus no solo ha traído malas noticias. Gracias a su gestión de la pandemia, Asturias ha pasado de ser la comunidad autónoma que peor se recuperaba de la crisis financiera de 2008, con una economía prácticamente quebrada, a convertirse en una auténtica meca del turismo en plena crisis sanitaria.
Esta región, situada en el norte de España, buscaba desesperadamente una forma de sobrevivir. Una reinvención necesaria ante el ocaso del carbón, que había sido su motor económico durante décadas.
Primero vino el cierre de las minas. Tras un largo declive, la Unión Europea ordenó la clausura de los yacimientos que no fueran rentables antes del 31 de diciembre de 2018. Los fondos comunitarios recibidos durante años no habían servido para encontrar una alternativa.
Un año y medio después, llegó otro duro golpe para la economía asturiana. La UE obligó a cerrar las centrales térmicas de carbón que no hubieran realizado las inversiones necesarias en materia medioambiental antes del 30 de junio. Dos de las que cerraron sus puertas, Narcea y Lada, se situaban en la región.
La descarbonización destruyó más de 1.100 empleos directos en solo dos años en una región ya muy afectada por el desempleo. Ante la falta de futuro, muchos jóvenes asturianos ni siquiera se planteaban emprender su carrera laboral en la comunidad.
Así ha evolucionado el empleo en Asturias desde antes del estallido de la burbuja inmobiliaria:
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Ante este negro escenario, la pandemia del coronavirus no auguraba nada bueno para la economía del Principado. El producto interior bruto (PIB) de Asturias se contrajo un 5,5% en el primer trimestre, la mayor caída entre las comunidades autónomas, equiparada con Baleares, según los cálculos de la Airef.
Sin embargo, se produjo un cambio de tendencia en el segundo trimestre, en pleno confinamiento de la población española. La economía asturiana cayó un 20,7% entre abril y junio, según la Airef. Un desplome menor al del conjunto del país y muy por debajo del batacazo que sufrió Baleares, con una caída de 30,1%.
¿Por qué la caída fue menor? La naturaleza industrial de Asturias la hizo resistir mejor que otras comunidades, ya que la mayor parte de las fábricas mantuvieron la actividad durante el estado de alarma.
Además, el Gobierno regional llevó a cabo una gestión de la pandemia que ha sido muy aplaudida y que ha tenido buenos resultados sanitarios. La estrategia de vigilancia diseñada por el epidemiólogo Ismael Huerta logró que Asturias se convirtiera a finales de junio en la primera comunidad libre de coronavirus en España. Una victoria que tendría su recompensa en verano.
Asturias y Cantabria lideran la ocupación hotelera
A pesar del final del estado de alarma y la reapertura de las fronteras en la UE, las estancias en hoteles cayeron un 73,4% en julio respecto al mismo mes del año pasado, según ha publicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). En total, se produjeron 11,4 millones de pernoctaciones en España durante el mes pasado, muy lejos de las 43,2 millones que hubo en 2019.
Este batacazo no ha sido igual para todos. Asturias y Cantabria han liderado la ocupación hotelera durante el mes de julio. En concreto, se cubrieron el 50,1% de sus plazas hoteleras, frente al 35,6% de media en España.
Este buen comportamiento de la ocupación hotelera se debe a que muchos ciudadanos españoles decidieron apostar por el turismo en las regiones del norte al consideran que estaban menos ocupadas que las del sur y que, además, había una mayor seguridad por el mayor control de la epidemia.