Así te tomas el café por la mañana según tu despertar
El sueño no gana la batalla al hambre ni a un desayuno con un buen café
Las mañanas son un momento de relax y armonía para algunos, de estrés y prisas para otros, e incluso de verdadera pesadilla para los más dormilones. Pero todos los despertares tienen algo en común. El sueño no gana la batalla al hambre y la mayoría no salimos de casa sin un buen desayuno y un café para empezar el día con buen pie.
Cada uno lo hace a su manera y hay tantas formas de disfrutar de esa primera taza de café del día como personas, o en este caso, despertares. Desde que se comenzaron a popularizar las máquinas de caféNespresso las rutinas para empezar el día han cambiado para muchos, especialmente por la rapidez con la que permiten que nos tomemos un café en pocos minutos sin perder de vista el sabor. Hemos recopilado varios de los despertares más habituales. ¿Te identificas con alguno?
El perezoso
Tu lema por las mañanas es el de los "cinco minutos más". Todo te da pereza y tan pronto se te pueden quedar pegadas las sábanas como estar pasmado en la ducha durante mucho más tiempo del que necesitas. Para prepararte el café necesitas varias tandas, pero consigues terminarlo. Eso sí, te lo tomas sentado en el sofá y con calma.
El activo
Haces que parezca que las mañanas tienen 10 horas. Te da tiempo a ducharte, pasar la escoba por tu habitación, poner una lavadora y hacer deporte. Obviamente, también tienes tiempo para tomarte un café sin problemas, y seguramente lo haces leyendo el periódico o respondiendo correos electrónicos que tenías del día anterior.
El cantante
Te levantas por defecto de buen humor y no puedes evitar que se te note. Es posible que te dediques a tararear esa canción que no eres capaz de quitarte de la cabeza desde que te metes en la ducha hasta que te tomas el café. Seguro que te gusta mezclarlo con leche o añadirle un toque aromático con vainilla, caramelo o canela como proponen en estas recetas los expertos de Nespresso. Y cantando, claro.
El antipático
Las mañanas no son lo tuyo y no eres persona hasta que te tomas un café. No te gusta mediar palabra cuando te levantas y pobre del que te intenta sermonear ya desde primera hora. Puede que algunos no lo entiendan, pero valoras el silencio y crees religiosamente que para disfrutar del café lo mejor es tu propia compañía.
El que se toma su tiempo
El desayuno es probablemente tu ritual favorito y por eso pones el despertador para asegurarte de que vas a tener el tiempo necesario para disfrutarlo. Fruta, tostadas, yogur y por supuesto un buen café. No te sirve cualquiera hecho rápidamente, así que es probable que tengas en casa una buena máquina de café como la nueva Lattisima de Nespresso, que además de preparar deliciosos cafés con leche, es compacta y fácil de limpiar.
El rápido
Tu mañana está completamente programada y te levantas con el tiempo justo para hacer todo lo que te habías propuesto el día anterior. Te duchas en cinco minutos, te vistes en un suspiro y al desayuno apenas le dedicas tiempo. Eso sí, te aseguras de salir de casa con el estómago lleno y, por supuesto, habiendo tomado un café.