Así son las misiones militares que España ya desarrolla en el Este de Europa
El adelanto de la salida de la fragata ‘Blas de Lezo’, ya comprometida, y la oferta de enviar cazas a Bulgaria son las novedades de un despliegue antiguo y estable.
“España es un país serio, comprometido, que nos preocupamos de todo lo que ocurre en el mundo y en este caso en el flanco oeste de la OTAN”. Lo dijo el pasado 30 de diciembre la ministra de Defensa española, Margarita Robles, en la base letona de Adazi, a unos 25 kilómetros de la capital, Riga. Hasta allí se desplazó para visitar a las tropas españolas destinadas en la zona, casi 350 militares sobre los que ahora se posan todas las miradas ante el aumento de la tensión en Ucrania.
Nuestro país ha mostrado su disposición a ayudar a la Alianza en su estrategia de disuasión contra Rusia y una hipotética invasión de su país vecino, que hasta ahora ha cuajado en dos pasos: por un lado, se ha adelantado una semana el envío de la fragata Blas de Lezo, que participará en el despliegue de la OTAN en el mar Negro; y por otro, se ha ofrecido el envío de cazas a Bulgaria.
Son las dos únicas medidas nuevas, en realidad. Lo demás es una misión que no es nueva, en la que España siempre ha sido uno de los países más comprometidos, con despliegues anuales autorizados sin polémica por los sucesivos Consejos de Ministro (primero del PP, luego de PSOE y Unidas Podemos).
Una misión consolidada
Existe una misión de policía aérea de la OTAN en el Báltico (Baltic Air Policing), que comenzó en 2004, tras el ingreso en la organización de los tres estados bálticos. Desde entonces cuatro aviones de combate de un país aliado permanecen desplegados en la base de Siauliai (Lituania) por periodos de cuatro meses.
Tras el estallido de la crisis de Ucrania a principios de 2014 y el aumento de las incursiones de los aviones rusos en el espacio aéreo báltico, la misión se ha reforzado con otros 12 cazas de tres países y otras dos bases de despliegue: Amari, en Estonia y Malbork, en Polonia. Desde 2006, España ha participado en ocho ocasiones en esta misión, en cuatro de las cuales ha ejercido como país líder.
Es una tarea “puramente defensiva”, destinada a cubrir las limitaciones que en materia de defensa aérea tienen los países bálticos y, “si bien centró el interés de la opinión pública a consecuencia de la crisis de Ucrania de 2014, viene desarrollándose de forma continuada desde 2004″, dice Defensa. España ha liderado esta misión, desde el 1 de mayo hasta el 31 de agosto de 2021, con siete Eurofighter del Ala 14 de Los Llanos (Albacete) y un total de 130 personas. Es la octava ocasión en que España participa en el BAP, tras desplegar Mirage F-1 en 2006, Eurofighter en 2015, 2016, 2018, 2021, y F-18 en 2017, 2019 y 2020.
Tras la cumbre de Varsovia de 2016, se vio la necesidad de garantizar la estabilidad de la seguridad euroatlántica, mantener una Europa en paz, unida y libre, así como prevenir conflictos mediante medidas de defensa y disuasión creíbles. Y eso llevó a que España diera el paso, también, de participar en la llamada Presencia Avanzada Reforzada, una operación lanzada en el año 2017 con el objetivo de desplegar una fuerza militar de la OTAN a lo largo de la frontera de Letonia para generar un efecto de disuasión ante una posible amenaza rusa. Son un total de 4.000 efectivos los que la conforman, de diferentes naciones, repartidos en cuatro battle groups, ubicados en Estonia, Lituania, Polonia y Letonia.
“Garantizar la estabilidad de la seguridad euroatlántica, mantener una Europa en paz, unida y libre, así como prevenir conflictos mediante medidas de defensa y disuasión creíbles”, define Defensa el objetivo de la misión, de naturaleza “defensiva”, para “evitar que la inestabilidad generada por los últimos conflictos se extienda a los países aliados del este de Europa”.
Las Fuerzas Armadas españolas forman parte del batallón letón, liderado por Canadá, y actualmente cuentan con un contingente de casi 350 efectivos. Justo en este mes de enero se están dando relevo los miembros de la Brigada ‘Extremadura’ XI, salientes, y los de la Brigada Guzmán el Bueno X, entrantes.
Cuando se diseñó esta apuesta para las tres repúblicas bálticas más Polonia, se hizo el proceso habitual, una conferencia de generación de fuerzas en la que cada país ofreció lo que quería aportar. Desde España se apostó por contribuir con “unos 305 efectivos y medios a la vanguardia de la tecnología como los carros de combate Leopardo 2 E y los vehículos de combate de Infantería (VCI) Pizarro”. Era la primera vez que nuestro país desplegaba este tipo de capacidades en una misión en el exterior. Además, también se aportaban otros medios mecanizados como el transporte oruga acorazado (TOA) M-113, morteros pesados, vehículos de combate de Zapadores (VCZ) y misiles contra carro Spike.
La misión ha sido renovada sin problemas por parte de España y hasta el presidente Pedro Sánchez ha visitado la zona. Vivió una curiosa escena, cuando su rueda de prensa fue interrumpida porque un aviso por el vuelo de dos aviones rusos obligó a despegar a varios de los aviones ante los que estaba compareciendo con el presidente lituano, Gitanas Nauseda.
Según ha publicado El País, el pasado 21 de diciembre, el Consejo de Ministros ya acordó la participación de una unidad mecanizada, aviones de combate y un buque en esta misión, de cara a 2022, “un proceso que se repite cada año”. Defensa ofreció desplegar en este año un destacamento de cazas en Lituania durante cuatro meses (sería la novena vez que lo hace, la última, en 2021) y aportar dos fragatas, un buque de aprovisionamiento, un cazaminas y un Buque de Acción Marítima (BAM) a las flotas de la OTAN. Se hace por periodos sucesivos, los países se van rotando en cada área y submisión.
De Rumanía a Bulgaria
Además, ofreció enviar otro destacamento de cazas a Bulgaria, como hizo en 2021 durante dos meses en Rumania. El Ejército del Aire ya desplegó en febrero de 2021 seis aviones Eurofighter en la base aérea de Mihail Kogalniceanu, cerca de Constanza (Rumania), desde donde realizaron patrullas de vigilancia en el mar Negro y este año, el Estado Mayor de la Defensa ha ofrecido repetir la misión en Bulgaria. Es un despliegue en paralelo al de Lituania.
En Rumanía fue la primera vez que España envió sus cazas al sureste del territorio de la OTAN para apoyar las medidas de disuasión y defensa de la Alianza. Un área monitorizada constantemente por el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la OTAN en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). El trabajo se activa cuando los radares aliados captan una aeronave de interés de entre los 30.000 movimientos aéreos diarios dentro del espacio aéreo europeo. Si la aeronave correspondiente no utiliza su transpondedor o no está en contacto por radio con el control de tráfico aéreo civil o no ha presentado un plan de vuelo, la pista se comunica a uno de los dos Centros de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN. El Comandante del respectivo Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, el CAOC Torrejón en este caso, decide si lanza o no aviones interceptores en alerta de reacción rápida para interceptar e identificar visualmente la aeronave.