Era uno de los momentos más esperados de la gran final de Eurovisión. Madonna mantuvo en vilo a sus seguidores hasta el último minuto pero, finalmente, acudió a Tel Aviv. La reina del pop comenzó con su archiconocido 'Like a prayer' vestida de fraile. Su actuación en las redes no fue demasiado aplaudida. Juzguen ustedes.