"Vuelvo a estudiar, de la petanca no se puede vivir": así está ahora el joven que dijo la frase
Eso declaró con 16 años José Gómez al diario murciano 'La Verdad'.
“Volveré a estudiar, de la petanca no se puede vivir”, decía al periódico murciano La verdad un adolescente que sostenía las tres bolas de la petanca. Esa frase, convertida en uno de los memes más famosos de la historia de internet en España, la pronunció José Gómez en 2010, pero desde entonces poco o nada se ha sabido de su protagonista. Hasta ahora.
El pasado 16 de marzo, este murciano de 27 años, aprovechando el reciente patrocinio que ha recibido tanto él como su deporte, se abrió una cuenta de Twitter. “Hola, soy José y ahora tengo Twitter. ¡¡¡Hemos venido a jugar!!”, publicó, junto a la ya mítica página de La verdad.
Los seguidores, los retuits y los me gusta empezaron a caerle desde el minuto uno. “Cuando la abrí, me empezaron a seguir miles de personas y me dije a mí mismo que la gente se estaba volviendo loca. Yo no entendía nada. Hablaba con mis amigos y todos flipábamos porque yo además nunca había tenido Twitter”, se sincera.
Gómez ha estado la última década oculto en la sombra, sin redes sociales ni apariciones en los medios de comunicación. Se acostumbró rápidamente al cachondeo que despertaba su titular y continuó jugando a la petanca con la motivación de ser el mejor... aunque sabía que no iba a poder vivir de ello en España.
“Era un crío e iba siempre a lo mío. Me lo pasaban mis amigos y me lo decían, pero no me dejaba influenciar por la gente. No lo llevé mal y no se me subió a la cabeza, yo iba centrado en lo mío y listo. Me importaba poco lo que decían de mí”, afirma Gómez, que confiesa haberse dado cuenta ahora de la fama que ha llegado a conseguir.
“La gente me dice que me he hecho famoso y me anima, aunque luego siempre hay alguno que te critica, pero estoy muy contento y muy bien”, asegura sobre el recibimiento que ha tenido en las redes sociales.
Además, desde que salió en La Resistencia, ha visto como su fama en Murcia todavía se ha incrementado más: “En los últimos días me para mucha más gente. Parece que se han vuelto un poco locos, incluso entré a un bar la semana pasada y me gritaron que venía un famoso, casi tuve vergüenza”.
No solo él se ha visto afectado por la situación, también su novia. “Mi pareja también está alucinada. Hemos pasado de ir por la calle y que no nos salude nadie a que nos pregunten y nos paren continuamente”, señala el joven.
Antes de esta vuelta a la esfera pública, recuerda que le pidieron una vez en Córdoba antes de un torneo una foto firmada y se quedó muy sorprendido. “No me lo podía esperar”, recuerda.
No, de la petanca no se puede vivir
En el momento de la entrevista con el diario murciano, Gómez tenía 16 años, había dejado la ESO para centrarse en su carrera como jugador de petanca. Se había coronado como campeón de Europa en la categoría juvenil, pero en ese momento se dio cuenta que necesitaba otro trabajo para poder vivir.
“Retomé los estudios, me saqué la ESO y ya después los dejé, ya que empecé a trabajar primero en una empresa de pintura y después en unos almacenes. Esa entrevista me pilló en una época en la que mi tiempo se lo dedicaba exclusivamente a jugar a la petanca. Iba pronto por la mañana, después de comer, etc”, recuerda el joven, que se encuentra actualmente sin trabajo debido a la crisis del coronavirus.
Durante su extensa carrera profesional [se federó a los diez años], ha recibido ayudas y subvenciones desde el Gobierno de Murcia, pero solo le han servido para comprarse equipamiento deportivo. También cuenta que, por ejemplo, por ganar el Campeonato de España le dieron un beca de un poco menos de 500 euros. “Te da para comprarte unas bolas y poco más”, se resigna.
Con dos campeonatos de España, dos triunfos de la Copa Ibérica con España, y varias participaciones en Europeos, sueña con que la petanca alcance en nuestro país el prestigio que tiene en Francia, a la que no cierra la puerta.
“Si me surgiera la oportunidad de ir a jugar ahí sí que me lo pensaría mucho porque es un deporte que me apasiona, pero me gustaría que la petanca pudiera salir el día de mañana más en España, hubiera patrocinadores y yo siguiera jugando”, afirma.
Sería la guinda a una trayectoria de oro con las bolas y el boliche que empezó a los seis años junto a su abuelo y que le llevó a la fama no por su golpe de muñeca, sino por un titular.
