Así está ahora uno de los restaurantes más polémicos que ha habido en 'Pesadilla en la cocina'
'Cenando con Pablo' visita 'El Zamora' y entrevista a Sole, la dueña del local, que afirma que todo es "un guion y una provocación”.
El creador de contenido Cenando con Pablo ha iniciado en su canal de YouTube, donde tiene más de 400.000 suscriptores, una ruta en la que ha visitado algunos de los restaurantes por los que pasó Alberto Chicote con Pesadilla en la cocina.
Si hace unos días visitó El Puerto de Benidorm ahora se ha desplazado a Zamora para comer en El Zamora, uno de los capítulos, en palabras de Pablo “más polémicos de todo el programa” de laSexta.
“Fue el primero de la historia de Pesadilla en la Cocina en el que el propio Alberto Chicote se marchó del restaurante sin acabar el programa en plena reapertura”, empieza contando el youtuber.
Además, revela Pablo, Sole, la propietaria del negocio, “encabezó la asociación de afectados por Pesadilla en la cocina con la que acusa al programa de fraude y de ponerla a ella como loca”.
Después de probar un gran número de platos, con sus más y sus menos, el creador de contenido ha charlado con Sole, que ha hablado de cómo fue el paso de Alberto Chicote por su negocio.
“De momento no hemos cerrado como nos vaticinó Chicote y compañía. Seguimos luchando y gracias a dios todo muy bien”, empieza contando la dueña mientras recuerda que su capítulo se grabó en 2015 y se emitió en 2017.
Sobre cómo es el programa en sí, Sole afirma que es “un guion y una provocación”: “Por tener audiencia lo que no se puede hacer es cargarse a una persona”.
Comenta que necesitó ayuda psicológica porque “iba por la calle y parecía que había fantasmas por todos lados”: “La gente no repara y hablar por hablar. No hablan con causa porque ellos no conocen el tema ni mucho menos”.
Sole señala que está defraudada porque los comensales que fueron a comer durante las grabaciones no contasen toda la verdad de lo que allí vivieron: “Viendo cómo a mí se me puso, de maltratadora, de psicópata, de loca, que estaba para tirarme. Me sentí defraudada porque los comensales que vinieron, vienen elegidos por ellos y esos comensales saben perfectamente lo que tienen que decir y hacer”.
Casualmente, entre las personas que comieron en una de las grabaciones estaban sus cuñados y sus sobrinas y le contaron que algunas mesas reclamaron porque desde el programa les obligaron a hacerlo.
Uno de los momentos más recordados de ese programa fue el fortísimo choque que tuvo con uno de los trabajadores de la cocina: “Ese enfrentamiento que tuve con el cocinero, que para mí fue dantesco, fue debido a la presión a la cual estábamos sometidos, en este caso yo”.
Cuenta que retomó la actividad de su negocio un día después de lo que tenía previsto porque la reforma que le hicieron del local no estaba bien hecha y tuvo que dedicar el día a reparar “cosas que habían dejado mal”. A los tres meses tuvo que cambiar la barra porque estaba en mal estado y tuvo un incidente con un comensal.
“Si la gente piensa que te solucionan la vida, no. Te la pueden complicar. O tienes la mente muy de decir borrón cuenta nueva, decir esto ha pasado y yo sigo mi camino, sino muy mal”, explica.
También habla sobre la supuesta espantada de Chicote: “Dicen que Chicote no acabó el programa. Mentira, lo acabó. Lo maquillaron así y si se marchó. Yo no lo eché, se marchó solo”.
Para concluir, señala que que lo pasó muy mal después de que se emitiese el programa por cómo había salido ella y su negocio. “El año 2017 no se lo deseo a nadie. No iba ni por la calle”, afirma después de que Pablo le dijese que el tiempo todo lo cura.