Así es David de la Cruz, el relevo de 'Kichi' en Cádiz: "Donar parte del sueldo no es un voto de pobreza"
Tras ser el jefe de discursos de Kichi, este periodista de 35 años asume el papel protagonista para salvar la salida del carismático alcalde de la ciudad
De logógrafo a candidato para ser alcalde de Cádiz. A sus 35 años, David de la Cruz cruza la línea y se postula para regidor. El hasta ahora jefe de los discursos de José María González ‘Kichi’ tiene la difícil papeleta por delante de amarrar el consistorio y dar continuidad a la “ilusión del cambio” que propició en 2015 la entrada de la sociedad civil a los gobiernos locales de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, La Coruña o la propia Cádiz.
Pero primero su reto será sobrevivir a la popularidad de Kichi. La imagen del profesor y comparsista ofreciendo el bastón de mando a la multitud congregada en la plaza del Ayuntamiento fue la foto que reflejará para siempre el éxito del 15-M. Su triunfo aritmético (en las elecciones quedó segundo) obligó al desalojo de la omnipresente Teófila Martínez (PP) tras veinte años en el cargo. “El despacho del alcalde es más grande que mi casa”, dijo nada más tomar posesión.
Tras ochos años en el poder, Kichi cumple su promesa inicial y deja la política. En su haber, una revalidación de su cargo en 2019, varias polémicas y una pérdida de su perfil activista. Sigue siendo el alcalde del pueblo, muy querido entre los gaditanos, pero el elevado paro en la ciudad o los problemas con la vivienda se han mantenido en su mandato. Hasta un grupo de parados en 2016 “se atrincheró” en el Ayuntamiento y se puso en huelga de hambre para poner el foco en el alto desempleo.
Pero Kichi es Kichi, y su sucesor es consciente de su alargada sombra. “Políticamente, hay pocas diferencias entre nosotros. Los dos tenemos una forma de entender el mundo muy similares. En la forma de ser y el trato ya no somos tan parecidos. Él es más extrovertido y, la verdad, sólo me salen decir cosas buenas sobre él”, asegura de la Cruz en una entrevista para El HuffPost.
David también es de ‘Cai’ (1987). El periodista, que ha escrito una novela y es padre de un niño llamado Matías, admite que nunca ha tenido “afán de poder”. “En alguna conversación informal, Kichi me lanzaba algún dardo sobre la sucesión. Pero yo me hacía el tonto. Soy una persona introvertida y para nada soy avaricioso. Finalmente, se presentó este debate de manera colectiva en el partido y se puso mi nombre sobre la mesa. Y mis compañeros me fueron convenciendo de que era el momento de dar el paso y ponerme al frente”, explica.
De la Cruz admite no tener miedo pero sí “algo de vértigo” ante una decisión así. “Si no tuviera esa sensación sería un inconsciente. La inseguridad y la indecisión son elementos que son necesarios e imprescindibles para tomar decisiones que trascienden de tu vida y son algo colectivo”, relata.
Pero David no lo tendrá fácil. Las últimas encuestas publicadas hablan de un retroceso de Adelante Andalucía, su formación, que podría volver a ser segunda fuerza tras el PP. De hecho, una unión de populares y Vox podría incluso sumar mayoría absoluta y echarles del gobierno.
De la Cruz, sin embargo, rebaja el interés de estos sondeos. “Las encuestas siempre nos han dado menos de lo que luego hemos sacado. En 2015 no nos daban la alcaldía y en 2019 decían que la cosa estaba ajustada y acabamos rozando la absoluta. De hecho, nosotros aspiramos a sacar mayoría. Cuando hay un proyecto colectivo, con una raíz y una base, la gente lo valora y lo vota”, se explica.
Es más, David ni siquiera contempla la entrada de Vox en el pleno de la ciudad. “También decían que entrarían en 2019, pero las políticas egoístas no cuajan en esta ciudad. Si tú trabajas para el bienestar social, la extremaderecha pierde fuerza. Sinceramente, creo que se volverán a quedar fuera”, vaticina.
Una izquierda rota y un ganador de ‘Gran Hermano’ como rival
El encaje electoral tampoco está claro, ya que queda aún por dilucidar si Adelante Cádiz se presentará junto a sus socios de Ganar Cádiz (IU, Equo y Podemos). La ruptura que se produjo a nivel regional, con la expulsión de Teresa Rodríguez y los suyos del grupo parlamentario, no tuvo el mismo eco en Cádiz, donde ambas fuerzas siguen formando parte del equipo de gobierno local. Pero aunque ha habido conversaciones entre ambos, de momento no parece realista pensar que acudirán junto a los comicios.
De la Cruz, sin embargo, no da por perdido el posible entendimiento. “Son compañeros con los que estamos gobernando desde hace siete años. Y creo que podríamos ir juntos desde la comprensión de que somos dos organizaciones diferentes y desde la empatía. En el pasado se han producido situaciones muy difíciles para los compañeros de Adelante Andalucía, pero desde el rencor no se hace política. Estamos convencidos de que lo conseguiremos”, asegura.
Al horizonte de una izquierda divida, se suma también la ‘amenaza’ que supone la presencia del mediático Ismael Beiro en la carrera por la alcaldía. El personaje televisivo, ganador de la primera edición de ‘Gran Hermano’, asegura estar dispuesto a ser alcalde y ha presentado su marca ‘Cádiz sí’ desde un prisma “transversal”. “Ni de izquierdas ni de derechas”, aseguraba Beiro en la presentación de su candidatura.
Pero De la Cruz no duda en criticar al popular vecino. “Parece una cara simpática porque ha participado en reality shows, pero es una persona que ha publicado un libro que fomenta el uso de criptomonedas, que quiere construir rascacielos en un parque natural o que banaliza la violencia machista. Estamos en las antípodas ideológicas y no me gusta el blanqueamiento que se está haciendo sobre su figura”, esgrime.
Ante tantas amenazas, David apuesta por la línea continuista que ha marcado su predecesor. Y al igual que Kichi, De la Cruz promete no estar más de ocho años en el cargo y donar parte de su sueldo. “Kichi ha sido el alcalde que menos cobra de la Bahía de Cádiz y yo diría que de las capitales de España. No es un voto de pobreza. Es la necesidad de tener un sueldo digno, pero adaptado al de los vecinos que representas. Si vives por encima de esos vecinos, se te olvida cómo es esa vida. Dejas de conectar con ellos. Y no podemos olvidarnos que la política institucional ha sido siempre servir a la sociedad”, concluye.