Así despide su madre a David Delfín: homenaje póstumo en el Museo del Traje
La madre del fallecido diseñador recoge a título póstumo el Premio Nacional de Moda que se le otorgó en noviembre.
Era un momento difícil, muy difícil, pero ni familiares ni amigos se dejaron vencer por el dolor. Al atardecer del miércoles 19 de julio el Museo del Traje de Madrid se llenó de rostros conocidos que quisieron dar el último adiós al modisto David Delfín, fallecido el pasado sábado 3 de junio a causa de varios tumores cerebrales con apenas 46 años. En noviembre, cuando él ya había hecho pública su enfermedad, Delfín fue honrado con el Premio Nacional de Moda que concede el Ministerio de Cultura. Un galardón que él, que mantuvo hasta el final su sentido del humor, celebró comiendo churros, à la Terelu.
Ahora, siete meses después de la concesión y pasado mes y medio desde su muerte, han sido sus más allegados quienes han recogido dicho premio en un homenaje en el Museo madrileño. Alaska y Mario Vaquerizo, Bibiana Fernández, Rossy de Palma, Pelayo Díaz (estilista y expareja de Delfín, que mostraba sus nuevos tatuajes en homenaje al que fue su novio y socio), Pablo Sáez, fotógrafo y novio del creador, que no podía contener las lágrimas... Y muchos, muchísimos diseñadores: Roberto Torretta, Ángel Schelesser, Helena Rohner, Amaya Arzuaga, Juanjo Oliva, Juan Duyos, Leandro Cano, Daniel Rabaneda... Tampoco faltó la galerista Soledad Lorenzo; la directora de MBFWM, Charo Izquierdo; la directora de la revista Vogue, Eugenia de la Torriente; la directora ejecutiva de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Pepa Bueno; o muchas de las personas que pasaron por su taller o le ayudaron en las distintas pasarelas a las que subió sus diseños.
La comitiva de amigos y colaboradores de Delfín (muchos de ellos con vestidos, camisetas, zapatos o bolsos de la firma Davidelfín) era inmensa, pero estaba encabezada por la mujer que más le amó: María González Corbacho, su madre.
María acudía a este "día feliz, porque él supo que le llegaba este premio y pudo disfrutarlo, pero también triste", como ha contado Alaska, vestida de negro y con unas grandes gafas de sol que trataban en vano de ocultar sus emociones. Si emocionados estaban los alrededor de 150 presentes, ¿cómo no lo iba a estar la mujer que le vio nacer y dar sus primeras puntadas en la calle Sol de Marbella con solo tres años?
Fue ella la penúltima en salir al escenario del jardín delantero Museo del Traje, habilitado con cuatro icónicos diseños del creador malagueño. Sólo llegó el último, en el puesto de honor, el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, que destacó en un sorprendente y bello discurso el trabajo de Delfín. "Era un gran artista, un gran creador. Todo lo que logró fue gracias a ese talento vanguardista [...] junto a grandes dosis de trabajo", destacó Méndez de Vigo, que recordó la especial relación del de Málaga con su amiga y socia, la también recientemente fallecida Bimba Bosé, y su vinculación con el arte en todos los sentidos, desde la música al cine.
Bimba no podía quedar fuera del homenaje y ha sido nombrada por los presentes. Amiga, musa, socia y la modelo que participó en los desfiles del creador, hasta el último, en febrero de 2016, donde fue la primera y la última en salir a la pasarela.
Antes que él (y antes de la aplaudida aparición en el escenario de María González) dijo unas palabras Modesto Lomba, presidente de ACME, que destacó que Delfín "supo unir género y generaciones, lo comercial y lo artístico, gracias a su extraordinario talento, y con su sello personal marcó un antes y un después en la moda española".
Luego subió al escenario la actriz Rossy de Palma, que le calificó de "antropólogo de las emociones". "Que no se haga ilusiones el tiempo en mitigar tu recuerdo: lo queremos vivo y ardiente, lo queremos always, forever, now", dijo repitiendo algunas de las frases y consignas vitales de Delfín. Tan emocionada como ella estaba Alaska, la siguiente en subir a escena. "David era un ángel, un ángel divertido, era una flamenca yeyé. Que no se nos olvide lo que ha significado el David profesional, porque el David persona se quedará siempre con nosotros".
María González ya había hablado en alguna ocasión de su hijo. En marzo, apenas tres meses antes de la muerte del modisto, explicaba en Vanitatiscómo había sido la evolución de David y cómo se encontraba el pequeño de sus cuatro hijos. Pero salvo esa excepción, y hasta ahora, María había decidido apartarse del foco público y permanecer en Málaga. Esta tarde en el Museo, en cambio, se ha convertido en el estandarte de su familia y en el rostro de su hijo, Diego David Domínguez González. Pero, eso sí, no ha podido hablar.
María se ha llenado de emoción al salir a escena y ha necesitado muy poco para llenar de emoción a los demás. Ha recogido el premio junto a Gorka Postigo —fotógrafo y cocreador de la marca Davidelfín junto a sus hermanos Deborah y Diego (exmarido de Bimba Bosé) y junto a David y Bimba, parte del "particular delfinario" del creador, como él ha mismo dicho, al borde de las lágrimas— y de manos de Méndez de Vigo, y luego ambos la han acompañado hasta su sitio, en primera fila. Poco ha necesitado esta mujer, menuda y rota, para mostrar sus sentimientos y hacer ver a todos cómo se sentían. No ha necesitado palabras, le ha bastado con miradas y abrazos. Con contemplar el título otorgado a su hijo, con alzarlo al cielo, con dar las gracias a todos ha sabido cómo llenar los ojos de los presentes de lágrimas. Ha tenido a quien salirle David Delfín.
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