Miles de personas se manifiestan en Madrid contra la crisis climática

Por una vez, los españoles no hemos llegado tarde a un sitio. La Marcha por el Clima en Madrid empezaba a las seis de la tarde en Atocha, pero desde las cinco —o antes— había cientos de personas esperando a las puertas de la Casa Encendida. Y el motivo era Greta Thunberg, el rostro más visible del activismo climático, que estaba dentro dando una rueda de prensa y que más tarde clausuraría la manifestación en Nuevos Ministerios.

Con el lema ‘El mundo despertó ante la emergencia climática’, los manifestantes, convocados por las plataformas Fridays For Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el Clima, han reclamado a los gobiernos la adopción urgente de medidas frente a la crisis climática.

Según los organizadores de Fridays For Future, en la marcha climática han participado medio millón de personas, lo que la situaría entre las más importantes del mundo. La Policía Nacional, no obstante, rebaja la cifra 15.000 asistentes. La anterior convocatoria ecologista celebrada en la capital el 27 de septiembre reunió a 20.000 personas, según la Delegación del Gobierno, y 100.000, según los ecologistas de Amigos de la Tierra.

La concentración de personas a la salida de la Casa Encendida era tal que la joven sueca no ha podido avanzar más allá del Paseo del Prado y, a la altura del Museo del Prado, la ha recogido un coche eléctrico por recomendación de las fuerzas de seguridad, ya que la multitud de personas que la rodeaban le impedían continuar a pie.

“¡Si el planeta fuera un banco ya lo habrían rescatado!”, gritaba una joven con una pancarta contra los gases de efecto invernadero. ”¡El mar menor no es un contenedor!” era otro de los lemas más coreados. Y, entre los más ingeniosos: “Sin planeta no hay croquetas”.

Los carteles demuestran, además, los orígenes diversos de los asistentes. Alemanes, suizos, belgas y muchos, muchos latinoamericanos.

Es el caso de los hombres de la foto, dos argentinos y un brasileño que se han trasladado a Madrid para la COP25. Preguntados por el motivo de su viaje, el brasileño respondía claro: “El negacionismo de Bolsonaro”. Los argentinos también señalan a su presidente: “A Macri sólo le interesa la crisis climática por la plata”.

Los chilenos —que originalmente iban a ser anfitriones de la COP25 y están siendo protagonistas en esta marcha— también han querido recordar que, pese a que se produzca en terreno europeo, la Cumbre del Clima es muy relevante para los latinoamericanos, ya que la crisis política de su país tiene mucha relación con la crisis climática.

Aunque la marcha ha sido liderada por los jóvenes, parece que los mayores (por fin) están cogiendo el testigo de la nueva generación. En las calles de Madrid ha habido personas de todas las edades, especialmente familias, que iban pasándose figuras de globos terráqueos de mano a mano. 

Los organizadores de la marcha han querido dar especial protagonismo a los indígenas y participantes de Chile que, junto a colectivos procedentes del continente americano, han formado el primer bloque de la manifestación.

Por detrás se situaban los Jóvenes por el Clima, docentes que arropaban a los jóvenes de Fridays For Future y colectivos sociales como Madres por el Clima.

La organización de la Marcha por el Clima ha situado después a activistas ecofeministas, a las organizaciones ecologistas tradicionales y ONG, a los sindicatos. Por último, cerrando la manifestación iban los políticos, entre ellos representantes de Unidas Podemos, Ciudadanos, Equo y Más País, incluido su propio líder, Íñigo Errejón.

A la marcha se han adherido hasta 850 entidades distintas y ha terminado con la lectura de un manifiesto y la intervención de Greta Thunberg, el actor Javier Bardem y la activista indígena brasileña Sonia Guajajara. Los tres han sido tajantes: “El cambio va a llegar, les guste o no”.