Aragonès asistirá a la mesa de diálogo "extremadamente difícil" de septiembre
"Nadie dijo que esto sería fácil", ha advertido el presidente de Cataluña.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, asistirá personalmente a la reunión de la mesa de diálogo entre los Gobiernos central y catalán, que está previsto que se celebre la tercera semana de septiembre en Barcelona, una cumbre que admite que será “extremadamente difícil”.
La voluntad de Aragonès es ir a la reunión de septiembre “con toda la fuerza”, porque se trata de “la negociación más compleja, pero también la más ambiciosa”.
El president ha evitado pronunciarse sobre las declaraciones efectuadas en los últimos días por parte de algunos líderes de sus socios de Junts que han puesto en duda la utilidad de la mesa y su viabilidad, pues algunos consideran que no durará si siquiera los dos años que están previstos en el acuerdo de gobierno entre ERC, Junts y CUP.
“Iré personalmente y con toda la fuerza”, ha precisado Aragonès: “Es una oportunidad para sentar las bases de la negociación, y nadie dijo que esto sería fácil ni que consigamos la amnistía y el referéndum de autodeterminación [de un dia para otro]”.
Aragonès advierte a sus socios: “No pedimos a nadie que renuncie a otras alternativas estratégicas, lo que decimos es que en esta apuesta vayamos el máximo de acompañados posibles y con toda la ambición”.
El presidente de la Generalitat no ha detallado quién le acompañará en la mesa y se ha limitado a señalar que “cualquier responsable institucional que defienda el referéndum y el fin de la represión tendrá mi apoyo incondicional”.
Eso sí, Aragonès ha eludido pronunciarse sobre si en la reunión tendría que estar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “Tiene que ser el Gobierno del Estado el que decida quién le representará”.
La mesa de diálogo es fruto del pacto con ERC. Los republicanos, conscientes de que su apuesta no es unánime entre los partidos independentistas, se esfuerzan en hacer avanzar el proceso de diálogo con el Estado.
Los acuerdos no son moneda de cambio para renunciar a la independencia
Aragonès ha pedido que los acuerdos que se cerraron este lunes en la Comisión Bilateral Estado-Generalitat no se usen “como moneda de cambio” para la resolución del conflicto político.
El presidente catalán vio bien que la Comisión Bilateral se reuniera aunque el Govern considera “insuficientes” los pactos. También ha advertido de que los acuerdos de esta comisión “no son ni pueden ser moneda de cambio para renunciar a los objetivos políticos de amnistía y autodeterminación”.
“Seremos altamente exigentes” con respecto al calendario de los traspasos previsto por la comisión, ha apuntado, y los 56 que reclama la Generalitat “se tienen que ir ejecutando”.
El presidente catalán ha indicado que su gobierno seguirá reclamando que los fondos europeos Next Generation destinados a Cataluña “sean gestionados directamente por la Generalitat”, por ser la que mejor conoce “la realidad catalana y sabe dónde hace falta invertir”.
Para Aragonès, el Gobierno tiene la oportunidad de demostrar si realmente “hay voluntad para avanzar” en los traspasos y en la descentralización de la gestión de los fondos.