Antonio González Terol: "Quiero que Alcorcón sea la hebilla azul del 'cinturón rojo' de Madrid"
Entrevista al candidato del PP a la Alcaldía de Alcorcón: "Ayuso quiere un proyecto ganador, preparado y con experiencia".
La cita es en una cafetería junto a la estación de Alcorcón Central. Antonio González Terol (Cartagena, 1978), diputado del PP en el Congreso y candidato del partido a alcalde de Alcorcón, se encuentra en un rincón del local.
Acaba de pedir una tortilla y un café. Apenas tiene tiempo para comer. A sus ocupaciones como parlamentario nacional y como candidato suma la de profesor en la universidad.
Lleva desde las seis en pie y reconoce que le cuesta conciliar el sueño con tanta actividad. “Duermo poco, pero estoy acostumbrado”, afirma.
González Terol no es un desconocido de la política y eso se nota. Antes de la entrevista, se le acerca un hombre mayor que le desea suerte. No se sabe bien su nombre, pero le ha reconocido de verle en los medios como diputado y como alto cargo del PP que fue en la etapa de Pablo Casado.
Eso y su experiencia municipal como alcalde de Boadilla entre 2011 y 2019 son dos factores que González Terol cree que le pueden dar ventaja como candidato.
¿Qué hace un exalcalde de Boadilla queriendo ser alcalde de Alcorcón?
Pues intentar aplicar las mismas políticas que apliqué en Boadilla. Alcorcón puede tener mejores parques, mejorar en seguridad y en limpieza. El hecho de haber pasado antes por un ayuntamiento que ha sido un caso de éxito muy apoyado por los vecinos puede ser un buen modelo, la parte exitosa, para traerlo a Alcorcón. Esta ciudad ha pasado de ser la segunda más segura de la Comunidad de Madrid con el gobierno de David Pérez, del PP, a ser la 17. El otro día, tiros de la Policía para detener un vehículo con ordenadores, móviles y tablets robadas. Hace un mes, un tiro en la cabeza a un joven de 19 años. Durante todo el año, robos continuados en negocios y bares de distintas zonas de Alcorcón. Se han incrementado las violaciones en un municipio que presume de ser violeta. ¿Qué modelo quiero traer? Un modelo que luche contra la okupación, que defienda la propiedad privada, que recupere la Policía Judicial, que ha ayudado a desactivar las bandas que roban. Todo ello se puede hacer con más medios físicos y mejorando la cooperación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En limpieza, el presupuesto en 2019 alcanzaba los 19 millones y este año, 33 millones. Se ha casi duplicado y los vecinos dicen que las calles siguen igual o más sucias que antes. Yo no entro en el modelo de gestión, sino en la eficacia y eficiencia del servicio. Y es manifiestamente mejorable.
¿Por qué Alcorcón?
El partido me pide que yo me presente en Alcorcón. Me llama la presidenta del partido, Isabel Díaz Ayuso, y me dice que por mi experiencia en la vida autonómica como municipal, puede ser una buena apuesta para recuperar el Ayuntamiento y aplicar las políticas liberales a un Ayuntamiento que necesita mejorar. ¿Estás dispuesto a asumir el reto de gobernar una de las ciudades más pobladas de la Comunidad? Esa fue la pregunta de la presidenta. Y di un paso adelante y dije que sí. Es un reto ilusionante en una ciudad con más de 170.000 habitantes, con un presupuesto de 184 millones y con muchas cosas por resolver. El margen de mejora es tan grande que podemos convertir Alcorcón en un caso de éxito para sus vecinos.
Este municipio forma parte del llamado ‘cinturón rojo’ de la región, ¿cómo de importante es la zona sur de la Comunidad para el PP?
Se dice que es el cinturón rojo pero yo lo voy a convertir en la hebilla azul. Vamos a conquistar a la gente con cercanía, con políticas claras, reales y ofreciendo un programa electoral cumplible. Diciéndole a la gente, que con su esfuerzo está pagando muchos impuestos, que quiero que tengan unos servicios públicos a la altura de los impuestos que paga. Y que cuando seamos capaces y podamos devolver parte de la deuda que tiene este Ayuntamiento, que alcanza los 166 millones hoy, que podamos salir del plan de ajuste del Ministerio y permitir bajar los impuestos a los ciudadanos. En ese tránsito prometo más seguridad, más limpieza y mejores instalaciones deportivas. Quiero mejores centros de mayores y más actividades para ellos. No se les puede dejar sin ir a un viaje porque no se quiere pagar desde el Ayuntamiento un autobús más. Ese es el proyecto que quiero presentar: de cercanía, honestidad, limpieza, generación de un programa que logre apasionar a la gente y aplicar la política que he aplicado en otro Ayuntamiento y que ha sido exitoso.
¿Cómo se conjuga la mejora de servicios públicos con la bajada de impuestos?
Como hice en Boadilla. Una vez que amortizas la deuda, dejas de pagar interés. Eso son millones de euros. Sólo adelantando la amortización de la deuda te ahorras millones al año que puedes dedicar a invertir en la gente. Si desarrollas el municipio, más gente quiere venir a invertir. Se generan nuevos negocios que piden licencias para hacer obras. Eso son ingresos para el Ayuntamiento. Si viene más gente a vivir a Alcorcón, se aumenta la participación en los tributos del Estado, que se miden por población fundamentalmente, de manera que Hacienda transfiere más dinero al Ayuntamiento. Son políticas complementarias que generan un círculo positivo que ayuda a que, al mismo tiempo que bajas impuestos, atraes inversión, y hay más dinero en el bolsillo de la gente que gastan en el bar, en la zapatería del barrio. Porque yo quiero que la gente consuma aquí, que ayude a que se levanten los negocios de Alcorcón, no que se vayan fuera. Tenemos infinidad de negocios de proximidad y centros comerciales. Podemos atraer la inversión con más dinero para poder consumir, para poder invertir y desarrollar industrialmente y económicamente el municipio para atraer más inversión. Entonces se hace compatible bajar impuestos con incrementar la inversión pública o el gasto público.
¿Qué margen fiscal tiene un ayuntamiento?
Hay varios impuestos que son de gestión municipal, como el IBI, que en Alcorcón está muy por encima del porcentaje que se paga en un ayuntamiento con más ingresos como el de Boadilla. ¿Es eso normal? Hay calles donde una acera es de Boadilla y otra de Alcorcón. En Boadilla se paga el 0,4% del tributo y en Alcorcón casi un 20% más. En la otra acera. Eso no es normal. Hay que propiciar que la gente tenga que pagar menos y que los servicios públicos sean sostenibles, pero atrayendo nuevos vecinos. Con el impuesto de los vehículos de tracción mecánica, si logras que muchas empresas vengan y sus flotas de vehículos se sitúen aquí, puedes bajar el tributo e ingresar lo mismo. La plusvalía municipal se puede bonificar el 90% o el 95%. ¿Por qué la gente si se muere su madre o su padre, en un momento trágico, tiene que pagar una plusvalía municipal ‘mortis causa’? Hay margen para bajarlo. También se puede bonificar el impuesto de actividades económicas a las empresas que facturan más de un millón de euros si generan empleos nuevos en Alcorcón. Porque yo quiero que la gente tenga más dinero, no que lo tenga el Ayuntamiento.
¿Cuál es el principal problema a su juicio que hay en esta localidad?
La seguridad.
¿Qué propone para solucionarlo?
Tengo muchas propuestas. La primera, unidad de Policía Judicial. En Alcorcón hay más de 200 policías municipales y unos 30 se dedicaban a ir de paisano desactivando puntos de droga. Con gobiernos del PP desactivaron más de 20 puntos de venta de droga en Alcorcón. Y han ayudado a desentrañar muchos robos y hurtos a locales, comercios y viviendas. Ese servicio se anuló con el gobierno del PSOE y Podemos. Probablemente sea coherente, porque Podemos propone la legalización de las drogas. No sería muy coherente tener una unidad que logre la desactivación de las mismas, pero a mí me parece una aberración. Ahora sabemos que se ha incrementado la venta de droga hasta límites incomprensibles en Alcorcón que van asociadas a delitos con violencia.
Otro gran problema es la okupación. El otro día acompañaba a una pareja de personas mayores que se habían ido en verano a Zamora y al volver se encuentran su casa con una pegatina de Prosegur en su casa y el bombín cambiado. Les habían okupado la vivienda en el centro de Alcorcón. Me fui a comprobar en persona cómo dicen que les habían alquilado la casa. Hace falta una unidad de Policía Municipal antiokupación dentro de la ley a las órdenes de los juzgados de Alcorcón y en colaboración con la Policía Nacional. Y hay que aumentar los controles policiales. El tiroteo del otro día fue por una identificación de un vehículo sin documentación. ¿Cuántos controles hay que hacer para anular la inseguridad? Hacen falta muchos más. Creemos un sistema de videovigilancia perimetral con lectores de matrículas para detectar los accesos al municipio de vehículos robados. Porque el que entra a robar entra con un coche robado. Y exigimos más colaboración a la Delegación del Gobierno. Sabemos que hay bandas latinas en el sur de Madrid que están haciendo de esta zona su territorio. Pedimos una actuación que no se quede en palabras ni visitas de Marlaska a una sede municipal del PSOE. Me resisto a pensar que esto sea normal.
¿Qué perspectivas de victoria tienen de cara a las elecciones?
La última encuesta de Electomanía ha dado un margen del PP en elecciones generales mañana como el ganador en Alcorcón, hasta el 36% del voto. El PSOE caería al 24%. Si hacemos una extrapolación, el PP estaría entre 10 y 12 concejales, con la posibilidad de gobernar en solitario o con el apoyo de un tercero. Pero yo me considero un europeísta, un defensor del Estado del Bienestar, de los servicios públicos. Y por tanto creo que puedo pedir a los vecinos un apoyo suficiente para poder aplicar mi programa. No quiero ser otra Natalia de Andrés, que aplica no sólo su programa, sino el de Podemos. Yo quiero tener las manos libres y creo que Alcorcón se merece un gobierno monocolor del PP para aplicar políticas razonables. No voy a entrar en rojos y azules, izquierdas y derechas. He sido alcalde y tengo interiorizado que un alcalde es alcalde de todos, independientemente de quién haya votado. Basta ya del sectarismo. El guerracivilismo en la política tiene que acabar. Estamos en una democracia, no puede haber una guerra cainita entre dos sectores, estar a garrotazos. Creo en el proyecto constitucional del 78, europeísta, abierto, democrático, plural, donde cada uno tiene sus ideas y el alcalde es de todos. Pero para eso necesito poder aplicar mi programa en solitario y con libertad.
¿Y si no?
Y si no, ya veremos el escenario. Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente. Pero sería responsable advertir a los votantes que si quieren votar progreso, desarrollo, inversión, mejora en la limpieza y en la seguridad, hay un partido que cree en todo eso. O atraer fondos europeos, por ejemplo. Pero claro, hay que creer en en la UE para esto. Yo lo he hecho, he sido director general de Fondos Comunitarios. Necesito tener las manos libres y no depender de terceros para aplicar mi programa.
Cuando habla de creer en la UE, ¿lo dice por Vox?
Lo digo por los partidos que no creen en la UE. Hay varios partidos que no creen. Como hay varios partidos que creen que hablar con el PP es una pérdida de tiempo. Yo siempre he creído que hay que hablar con todas las formaciones políticas democráticas. Yo sólo hay una formación política con la que no me verá usted sentarme nunca, que es Bildu y los independentistas golpistas. La barbaridad de la modificación del delito de sedición se lo dejo a los autores de la misma y a quienes necesitan eso para aguantar unos meses más en el Gobierno de España. Pero aterrizando en la política municipal, tenemos que ser de mente abierta, respetar todas las ideologías, que estamos en un municipio diverso y plural. Aplicaré mi proyecto, pero me tienen que dar libertad. Porque hemos vivido gobiernos de coalición con otro partido y no se ha podido desarrollar el programa del PP y ha supuesto un retroceso en las políticas municipales.
Ha ido haciendo campaña puerta por puerta, ¿cómo ha sido la experiencia?
Realista. He visitado muchas zonas del municipio, muy distintas, sociológicamente diferentes y he encontrado respuestas parecidas. La gente te abre con cierta amabilidad, te atiende, muchas veces se sorprenden. Es una política muy americana, yo siempre la he defendido. Porque creo que algo que deberíamos aprender de la política anglosajona es la cercanía. Cómo podemos llegar a interactuar con un vecino y entender que él es el que paga tu sueldo, el que te pone, el accionista de una empresa social que tú aspiras a dirigir que es el Ayuntamiento. Una empresa que tiene una labor social, que no pretende dar beneficios, pero tampoco pérdidas. Una gran responsabilidad pero muy satisfactoria. ¿Hay alguien que te responde mal? Pues como en la vida, pero hay un 90% de gente amable y un 10% que no te quiere y te reconoce y prefiere cerrarte la puerta. Es muy lícito y lo asumo con absoluta deportividad.
O sea, que ha habido algún momento desagradable.
Como todo en la vida. En un mismo edificio con 90 personas y dos me han dicho que no quieren hablar conmigo. Es la vida misma. Y habrá gente allí que sea socialdemócrata y se habrá sorprendido que haya un tío del partido político que sea y que le diga, oiga, ¿usted necesita algo de mí? Porque a lo mejor no lo han hecho en la vida. Superar esa frontera donde hay una relación personal, más que una de un partido político, es lo maravilloso de la vida municipal. En Boadilla había mucha gente que a nivel autonómico cogía una papeleta de la izquierda pero me votaba a mí como alcalde. La satisfacción que da saber que la gente supera la ideología y sabe entender que tú eres un gestor que no mira a izquierdas o derechas, sino que gestionas para mejorar la vida de todo el mundo. Eso es lo que quiero en Alcorcón, hay que sacar la crispación de la vida política, tenemos que dejar de estar a garrotazos. España es mucho más que eso, es la gente que la compone, que es plural, diversa y democrática.
Usted protagonizó en febrero del año pasado una de las imágenes del año, cuando junto a Pablo Montesinos y otra diputada del PP salió detrás de Pablo Casado en su último pleno en el Congreso. ¿Ha vuelto a hablar con él?
Sí, me felicitó cuando Ayuso me designó candidato a Alcorcón y hemos vuelto a hablar hace una semana más o menos.
¿Qué tal está?
Bien, bien, la verdad que bien. Muy centrado en su vida privada y desconectado de la primera línea política. Pero, por supuesto, manteniendo un gran cariño por el PP en su conjunto.
Habrá quien vea extraño que ahora le haya fichado Ayuso para ser alcalde de Alcorcón.
Primero, Isabel Díaz Ayuso y yo somos amigos desde hace más de 20 años. Yo fui quien la afilió al PP. Hemos sido grandes amigos y seguimos siendo grandes amigos. Pero ella usó una frase en una entrevista que voy a parafrasear: ‘yo estoy eligiendo a los que creo que son los mejores’. No lo digo yo, que sería muy poco humilde por mi parte, lo ha dicho ella. Te contesto con su frase. Ella quiere buscar la excelencia y quiere para Alcorcón un proyecto ganador, preparado y con experiencia. Yo creo que la tengo. Podría ser experiencia mala pero ha sido exitosa. Estoy a las órdenes de Ayuso con absoluta lealtad. Con mi amiga, con mi jefa ahora mismo también. Trabajando codo con codo para ganar las elecciones.
¿Se ve de alcalde?
Por supuesto. Estoy hablando contigo y, como tengo mentalidad de alcalde previa, veo un alcorque vacío y pienso en el árbol que habría que plantar. Veo una isleta ecológica no adaptada y pienso en cuánto nos costaría arreglarlo. O cuánto costaría iluminar una calle mal iluminada. Veo la estación de Alcorcón Central, donde el PSOE ha votado en contra de ampliar las frecuencias de la línea C5, que afecta a tantos jóvenes y trabajadores que quieren ir a distintos puntos de Madrid y que no pueden porque Juan Lobato ha votado en la Asamblea y el PSOE en el Congreso que no se aumenten las frecuencias. Estoy pensando en cómo con un gobierno del PP podríamos hacer que se lograse.
Si lo logra, ¿dejará el escaño en el Congreso o seguirá?
Sigo siendo diputado en el Congreso. Lo fui cuando era alcalde de Boadilla, como fui diputado autonómico. Es absolutamente compatible como hay infinidad de cargos de todos los partidos compatibilizando estas funciones. Además, creo que es bueno. Porque el tiempo que dure el PSOE en el Gobierno voy a estar persiguiendo a cada ministro... ¡Claro! Los tienes allí. ¿Tu sabes lo que es pedirle una cita a un ministro y que tarde meses en dártela cuando lo tienes sentado en la bancada azul? Gobierne quien gobierne, voy a defender los intereses de Alcorcón. Ser diputado nacional garantiza que a la de Fomento la tienes ahí y no se puede escapar. ‘Ministra, la C5’. Vamos, como si hay que encadenarse al escaño, hablando en broma.
¿Va a ser tan perseverante si gana el PP las generales?
Lo he sido siempre. De hecho, quien busque en mi histórico verá que cuando desde Boadilla entendí que mi partido hacía cosas que no debería de hacer, lo denuncié a los medios de comunicación. Un alcalde es alcalde frente a todos. He llegado a denunciar a mi propio partido con la trama Gürtel actuando como acusación particular, porque las malas prácticas, vengan donde vengan, hay que denunciarlas. También las de Natalia de Andrés, también las de Griñán y Chaves. Y eso el PSOE no lo hace.
Le tengo que preguntar por Feijóo. Hemos leído en la prensa que hay voces que le piden más dureza con el presidente del Gobierno, ¿debe ser más duro o más moderado Feijóo?
Yo debo de vivir en un país diferente. En la España del 2022, Feijóo va 35 escaños por delante del PSOE en las encuestas. La pregunta no es en qué está fallando Feijóo, sino en qué está fallando el presidente del Gobierno para que los socialistas le retiren su apoyo de manera decisiva. A lo mejor es la sedición, a lo mejor son los indultos a los golpistas, a lo mejor es aumentar la inversión en Cataluña en un 92% y no hacerlo en Madrid. A lo mejor es insultar todos los días al líder de la oposición. La realidad es que quien ha ganado cuatro mayorías absolutas en Galicia y quien en las encuestas aparece ganador es Feijóo. Yo creo que Feijóo acierta con el mensaje, acierta con las formas y va a ser el próximo presidente del Gobierno de España.
Pero, si va tan bien, ¿por qué le piden más dureza?
¿Quién se lo pide?
El Mundo.
¿Un titular de un diario? Perdona, yo he sido el número tres y el número cuatro de mi partido a nivel nacional. Yo creo que Feijóo acierta con la moderación absolutamente. Y no se entiende de otra manera. Se pueden ganar unas elecciones generales precisamente desde la moderación porque son muchos los millones de españoles que están hartos de esta actitud cainita del Gobierno de conmigo o contra mí. Nosotros lo decimos claro. Proponga cosas razonables y aquí tiene al PP para sacarlas adelante. Pero si propone barbaridades, no nos busque. Yo creo que ese es un discurso moderado y acertado.