Anticorrupción quiere investigar si Rajoy y Cospedal "alentaron y tutelaron" la Kitchen
Pide reabrir la rama política del caso, a la luz de nuevos documentos y audios filtrados a la prensa.
La Cadena SER ha informado esta mañana de que la Fiscalía Anticorrupción quiere reabrir la rama política del caso Kitchen. Lo propone en un informe de 72 páginas, al que ha tenido acceso la cadena de emisoras, presentado el 2 de septiembre pasado ante el titular del juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, en el que se solicita directamente las imputaciones de la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y del exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Los fiscales, dice la información, entienden que es de “indudable” interés dar pasos tras los documentos y audios desvelados recientemente por el diario El País y el digital Fuentes Informadas, que hacen necesaria la reapertura de la causa, porque, concluyen, es “evidente” la conexión de los mismos con la línea de investigación que en su día fue abierta para discernir si el espionaje al extesorero Luis Bárcenas y a su familia fue “alentado o tutelado por el Partido Popular”, además de por la cúpula del Ministerio del Interior, procesado en la causa, y que entonces pilotaba Jorge Fernández Díaz. Esas nuevas pruebas “justifican la reapertura” de la investigación durante al menos 6 meses. Ahora mismo estaba archivada por la justicia.
La información de la SER, que firma su especialista en Tribunales, Miguel Ángel Campos, afina que las principales pruebas a las que se refieren los fiscales son una nueva conversación del exsecretario de Estado, Francisco Martínez y el comisario José Manuel Villarejo, conocido por su entramado en las cloacas del Estado. De esa charla, indica, se infiere que el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no solo tenía conocimiento del operativo de espionaje, sino que tuvo un papel clave como inductor del mismo al interesarse supuestamente por las pesquisas o pedirle personalmente a Villarejo, con un abogado como testigo, que se pusiera “a trabajar” en el asunto, señala. Las alusiones al expresidente popular aparecen siempre de forma indirecta, es llamado “el Asturiano” o “el Barbas” por los interlocutores de estas grabaciones. Martínez y Villarejo inciden en que Cospedal, junto a Rajoy, participó en el “desarrollo y seguimiento” de la operación Kitchen.
Los dos fiscales que firman el documento, Miguel Serrano y César de Rivas, resaltan además que la que fuera mano derecha de Rajoy en el PP y exministra de Defensa se muestra de acuerdo con “laminar” a Bárcenas y pide a Villarejo “parar” la publicación de “la libretita” o doble contabilidad del extesorero.
Anticorrupción defiende que estas grabaciones demuestran el “contenido real” de las reuniones entre ambos, que “no era otro que poner en marcha una estrategia para hacer desaparecer parte de las pruebas que pudieran afectar a la financiación irregular del Partido Popular o personalmente a la secretaria general del partido en el Gobierno, impidiendo su acceso” al juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que investigaba esta causa.
A su entender, Cospedal mintió cuando afirmó ante el juez que en las reuniones con Villarejo se abordaban asuntos irrelevantes que ya habían sido publicados en los medios. Ese fue el motivo por el que primero el juez García Castellón y después la Sala de lo Penal archivaron esta línea de investigación, al concluir que no había podido demostrarse lo contrario.
La Fiscalía cree que los audios desmontan ese argumento de los jueces para el sobreseimiento, porque revelan que la “auténtica finalidad” de aquellos encuentros era el “seguimiento de las novedades y avances de la investigación del caso Gürtel, llegando a dar al policía indicaciones para recuperar y que desaparezca la libretita”.
Ahora la pelota está en el tejado del juez, quien debe decidir si ordena o no la reapertura de una “pieza bis”, como le pide Anticorrupción; a la fiscalía se suman las acusaciones populares del PSOE y Podemos, que también quieren imputar a Cospedal y Martínez. El juez puede rechazar el escrito -cabe apelación de nuevo- u ordenar la reapertura. También puede abrir una “pieza de audios”, “una especie de cajón de sastre a la que se incorporen las nuevas revelaciones e investigar a partir de ahí los indicios que surjan”, explica la SER.