Anthony Perez, el "jiennense" de Toulouse, el último en la etapa del Tour
Le conocen como "El Andaluz".
Llegó la montaña y con ella el tener que esperar media hora -y lo que queda- para ver quién ha sido el último de la etapa. Hoy le ha tocado a Anthony Perez, a 29′42″ de Dylan Teuns (Bahrain-Merida), vencedor en el primer final en alto, La Planche des Belles Filles. En su apellido está parte de su “encanto”. Es un francés muy andaluz, tanto, que así se le conoce, lo cual resulta curioso al ser compañero de otro andaluz, este sí de verdad, el malagueño Luis Ángel Maté. Ambos visten los colores del Cofidis.
En realidad Pérez, que ya cuenta con 28 años, es “andaluz” de herencia. Plenamente francés, de Toulouse, lleva sangre jiennense por parte de sus abuelos, Juan Pedro y Petra, oriundos de Arjona. Por esas carreteras pegajosas y empinadas de la provincia se dejó litros de sudor cuando niño, jugando a ganar quién sabe si el Tour, el Mundial o simplemente al vecino de al lado.
Su fama de impetuoso, a veces alocado en carrera, le ha acompañado siempre, aunque hubo que ‘tirar de las riendas’ para calmarle en su paso al campo profesional en 2016. En Cofidis, por entonces, el líder único era el sprinter Nacer Bouhanni y era obligado trabajar para él. Kilómetros en cabeza del pelotón para acabar reventado y último en más de una ocasión. Afortunadamente, pudo pensar, la dirección deportiva de la formación francesa decidió cambiar de filosofía y volver al ataque.
Gracias a esa mayor libertad individual le han llegado varios triunfos recientes, como en el Tour de Luxemburgo. Otras tantas veces se ha quedado cerca, pero en el equipo confían en él; lo prueba su vuelta al Tour tras debutar en 2018. Garantiza kilómetros de presencia televisiva y, si no, ha demostrado que sabe ponerse al frente del pelotón. Para que no digan que los “andaluces” no sabemos currar.