Andrea Fernández: “La abolición de la prostitución es una de las grandes tareas pendientes, tenemos que abordarla con urgencia”
Entrevista con la secretaria de Igualdad del PSOE: “La situación en Ucrania es alarmante, sabemos que en las fronteras hay proxenetas intentando captar mujeres”.
Desde el pasado congreso de Valencia, Andrea Fernández se ha convertido en uno de los pilares del PSOE. Es la encargada de llevar la Secretaría de Igualdad, una pieza clave del socialismo. La diputada leonesa pilota por primera vez este 8-M desde ese encargo y fue una de las principales hacedoras de la renovación del pacto de Estado contra la violencia de género.
Fernández sostiene que este 8-M es una jornada de “reivindicación y de evaluación”. Y se marca objetivos como la abolición de la prostitución y aprobar, además, la ley del sí es sí durante este periodo de sesiones en el Congreso. “Las mujeres en la política sufrimos machismo”, reconoce la dirigentes socialista, que recuerda cómo llamaron “bruja” a Laura Berja por parte de Vox durante el debate para prohibir el acoso en las puertas de las clínicas de interrupción del embarazo.
¿Por qué hay que celebrar el 8-M?
Es, sobre todo, una jornada de reivindicación y de evaluación. Las feministas hacemos un poco de revisión del trabajo que se está haciendo, qué logros se están consiguiendo y en qué tenemos que seguir incidiendo. Para el PSOE, una de las puntas de lanza es la lucha contra la prostitución. Pero en ningún caso es una jornada para celebrar ni para festejar, es de reivindicación.
Sobre la abolición de la prostitución, fue una promesa de presidente, Pedro Sánchez, en el congreso del PSOE en Valencia. ¿Se puede poner fecha?
Desde el grupo parlamentario estamos trabajando en unas enmiendas que apuestan por un tratamiento de la tercería locativa de proxenetismo mucho más exigente del que se planteaba inicialmente. Es una primera vía para abordar la abolición de la prostitución, que es atacar desde el punto de vista penal de una manera mucho más decidida. Hemos trabajado estas enmiendas con mujeres juezas, están perfectamente avaladas por las profesionales. Son unos textos más exigentes y que atacan de manera más concreta el fenómeno de la tercería locativa, que son los locales que se emplean para la prostitución. Creemos que es una primera vía para trabajar por la abolición. En cualquier caso, en el seno del Gobierno se está trabajando una ley de trata que aborde integralmente la explotación sexual.
Una de las leyes estrella del Gobierno es la del sí es sí, se vio hace dos años en el Consejo de Ministros pero sigue todavía en el Congreso en fase de tramitación, ¿cuándo estará aprobada?
La ley ha llegado hace muy poquito al Congreso. Hemos empezado a trabajarla en este mes de enero. Ahora está siguiendo la tramitación normal. En este periodo es una ley que va a salir indudablemente, salvo sobresalto.
Es parlamentaria por León, y en su tierra ahora mismo se está negociando un Gobierno autonómico. Vox ha puesto como primera condición la derogación de las normas contra la violencia de género. ¿Qué le parece?
Esto forma parte de la estrategia ideológica de Vox para confrontar con el feminismo, que para ellos es su principal enemigo. Vox encuentra un enemigo muy potente en el feminismo porque tiene una propuesta política que confronta y combate a la extrema derecha de una manera muy radical. Ellos están en un intento constante y desesperado por atacar y confrontar con el feminismo. No olvidemos que el feminismo es un movimiento profundamente democrático. De hecho, el feminismo se encuentra en el frontispicio de las democracias liberales de Europa. Surge precisamente en el momento en el que repensamos los Estados hace 300 años. Ellos, ante ese avance democrático que supone que las mujeres nos incorporemos a los espacios públicos, necesitan confrontar. Y siempre lo hacen. Su batalla es principalmente contra el feminismo. Una manera de demostrarlo es evidentemente exigiendo la derogación de la ley de violencia de género en Castilla y León, que, por cierto, tampoco es una buena ley, está anticuada. Si esa ley debiera de ser tocada, es para actualizarla y para mejorarla porque es muy deficiente. Pero su batalla ideológica, sus marcos, su lucha contra el feminismo se dibuja de esa manera. El PSOE de Castilla y León estará para oponerse, porque es el único partido que no va a negociar con los derechos de las mujeres. Todos los demás se ven con el PP, no se sabe si apoyan o no.
¿El PP puede llegar a aceptar esa exigencia de Vox?
No soy miembro del PP, no sé en qué términos están trabajando. Lo que sí creo es que su única posibilidad de Gobierno es con Vox. Son ellos los que van a tener que decidir. Desde luego, yo los veo bastante decididos a hacerlo. Hay quienes dicen que tienen el Gobierno más o menos cerrado.
¿Están en peligro los derechos conseguidos por las mujeres por este auge de la extrema derecha?
Llevan en peligro mucho tiempo. No olvidemos que hace no tanto el ministro Gallardón, que fue tumbado por el movimiento feminista, trató de hacer una ley para dañar profundamente el derecho al aborto de las mujeres. Retomo el argumento sobre la extrema derecha, de una forma igual más sofisticada o más tibia, pero la derecha tiene un problema con el feminismo, siempre lo ha tenido, y la libertad de las mujeres siempre les ha ocasionado problemas, además que son ideológicos. Claro que están en peligro los derechos de las mujeres porque siempre además que hay un problema y un cambio de paradigma lo primero que se van a cuestionar son los derechos de las mujeres. Lo estamos viendo en Ucrania, la situación es alarmante, sabemos que en las fronteras hay proxenetas intentando captar mujeres en una situación de absoluta desesperación. Siempre que algo se tambalea lo primero que está en juego son las mujeres.
Si vemos los partidos políticos, las cuatro principales formaciones están lideradas por hombres. ¿Existe machismo en los partidos?
Al final el patriarcado está presente en absolutamente toda la sociedad, en todos nosotros. Eso implica que, por supuesto, claro que hay machismo en los partidos políticos.
En 2022 todavía no hemos tenido una presidenta mujer, ¿cree que lo veremos pronto?
Es una obligación democrática.
Cuando hablamos de leyes, la principal es la Constitución. El machismo está en el propio texto con la prevalencia del hombre sobre la mujer para la Jefatura del Estado. ¿No habría que cambiar ese artículo?
Por supuesto, claro que sí. Como otras tantas cosas que perjudican a las mujeres, por supuestos que sí.
¿Qué siente cuando le llaman feminazi?
Siento que me insultan y que se me ataca por profesar una ideología y defender unos valores y unos principios que son democráticos. Es la lucha radical por defender que las mujeres somos personas.
¿Y cuando escucha que el Ministerio de Igualdad es un chiringuito?
Creo que forma parte, una vez más, de esa confrontación ideológica. La extrema derecha necesita confrontar constantemente y construir relatos en torno a que la igualdad es inútil, de que las políticas públicas en materia de igualdad son inoperantes y que no tienen sentido. Todo eso es necesario para tratar de destruir la incidencia que tiene el feminismo dentro de la sociedad. No olvidemos que según el CIS el feminismo es la segunda ideología política más arraigada entre los jóvenes.
También vemos corrientes fuertes negacionistas entre jóvenes.
Tengo que decir que soy optimista respecto a la juventud. En general, los jóvenes están concienciados con la igualdad. Nunca habíamos visto tantas mujeres jóvenes siendo feministas. El feminismo se ha hecho muy presente en la sociedad. No obstante, siempre que hay un gran avance se produce una fuerte resistencia. Desde luego este es mi diagnóstico sobre que haya ciertos ascensos de la extrema derecha en algunos sectores y jóvenes.
Lo que cambia la vida es el BOE, están ahora gobernando. A corto plazo, ¿qué avances quieren conseguir?
Una de las luchas primordiales es la abolición de la prostitución porque es una de las formas de violencia contra las mujeres que sigue estando aceptada en la sociedad y que se sigue practicando sin grandes reticencias legales. Es una cuestión de calidad democrática que se acabe con una forma de explotación y de esclavitud, que es inigualable. Es una de las grandes tareas pendientes, tenemos que abordarla ya y con urgencia.
¿Sufre machismo en el día a día político?
Todas las mujeres políticas, independientemente de nuestra posición, sufrimos machismo en nuestras responsabilidades. Se me ocurre, sin ir más lejos, a mi compañera Laura Berja defendiendo nuestra reforma del Código Penal para impedir el acoso en las clínicas, que ha sido una de las grandes reformas, un diputado de Vox le gritó “bruja”. Estábamos oyendo también que la llamaban “borracha” y una serie de insultos que no voy a reproducir. Pero seguimos sufriendo una violencia que es atroz, injustificada y que no pasa en otros ámbitos de la política. Las mujeres en la política sufrimos machismo, yo también lo sufro. Seguimos en una constante lucha por reclamar el 50% del poder, que es exactamente lo que nos corresponde, porque representamos el 51% de la población.
Sigue habiendo cifras dramáticas de mujeres asesinadas por sus parejas. ¿En qué está fallando el Estado?
Lo que se ha generado es una tolerancia en torno a la violencia de género. Hemos asumido desde el punto de vista político y social que podemos aceptar que cada una o dos semanas nos encontremos una víctima mortal por violencia de género. La violencia machista está perfectamente identificada, sabemos cómo funciona y atajarla exige de políticas públicas. Simplemente. Y de estrategia. Nos queda un último empujón que dar que tiene que ver con acabar con la tolerancia que hemos generado, seguir siendo exigentes, trabajando y seguir la ley de violencia de género. Sobre todo, no resignarnos y no asumir que va a existir siempre.
Se está viendo una tendencia muy preocupante en las agresiones sexuales con sumisión química. ¿Cómo está de preocupada?
Estamos todos muy preocupados. No puedo adelantar demasiado, pero en el seno del Gobierno se está trabajando de manera activa y pronto tendremos noticias con medidas concretas.
¿Por qué hay que ser feminista?
Surge como una corriente crítica cuando aparecen las democracias liberales, cuando se crean esos pactos entre capital y trabajo y se decide que las mujeres se quedan fuera, se relegan al ámbito privado. Luchar por el feminismo es luchar por la democracia. Sencillamente significa la incorporación de las mujeres a la condición de ciudadanía. Pensar que el feminismo es un movimiento confrontativo es absolutamente falso. Ser feminista es ser demócrata, buscar la justicia social, convicciones puramente humanistas. Por lo tanto, creo que el feminismo es un movimiento amable que acoge a cualquiera que se acerque a él.
El spot del Ministerio de Igualdad para el 8-M se llama In Spain we call it igualdad, en referencia a la canción de Rigoberta Bandini. Ahora el debate feminista está en todos los ámbitos de la sociedad. Precisamente Bandini participó en el Benidorm Fest. Hay polémica sobre si se debe cambiar la letra de la canción que va a representar a España, Slomo, de Chanel. ¿Habría que modificarla?
El PSOE ha presentado preguntas en la Comisión de RTVE sobre el tema de la canción. Es importante abrir una reflexión sobre quién nos representa. Hay una letra que hace referencia a sugar daddies, como una celebración de éxito. Tiene poco que ver con nuestra sociedad y con lo bueno que podemos ofrecer. Es una reflexión interesante.
¿Votó? ¿A quién?
Voté a Rigoberta.